viernes, diciembre 28, 2007

452 TAL COMO HABÍA DICHO MANDINGA

Trataba de serenarse pero las ideas parecían hervir en la cabeza saltando una por encima de la otra. Todo encajaba. No iba a ser la primera vez que algún poder imperial planease hacer limpiezas étnicas sobre territorios problemáticos. Para ellos podría llegar a ser un buen negocio la sustitución o desplazamiento de una población rebelde, por otra más hedonista y conforme con los placeres que se les presentaran como posibles. ¿Qué paradoja! Que las huestes celestiales terminaran dándole la razón al Diablo con tal de neutralizar la ola de amor a la libertad que se estaba derramando sobre el mundo Y que confesión del fracaso más absoluto, para ese
Dios que solo encuentra adoración de parte de aquellos que tienen la mente esclavizada por la incapacidad de rebelión!

Recordó la narración de Abelardo 110 Escenas de la Vida Real y le dio mucha risa. No sólo el tipo se había tenido que terminar casando con un par de pájaros, sino que ahora sus seguidores terminarían siendo todos robots, ja ja. Sin duda poco respeto se tenía el propio Señor de las Alturas como para contentarse con tan poco.

En eso Ernesto se abismó en la desolación de enterarse de que seres supuestamente superiores terminaran siendo tan estúpidos como cualquier pobre humano que no haya podido asomarse más allá del propio ego. Asi que... las dimensiones adicionales y los novecientos años de vida no le agregaban nada al grosor del espíritu! Empatábamos con los dioses. Mano a mano. Y ellos lo sabían...

Ahora parecía ponerse todo más claro. Éramos semejantes, por eso a los dioses siempre les había importado tanto nuestra opinión! Claro por eso era que hacían portentos incomprensibles para mentes primitivas! Para tenernos asustados y no fuéramos ni a pensar en semejantes pecaminosas ideas. Mandinga había dicho la verdad en toda la línea! Claro que los diablos y los dioses eran de una esencia, los hombres también! Todo ser puede ser un diablo o un dios o un hombre o un marciano. Cada espíritu, El Espíritu.

miércoles, diciembre 26, 2007

451 LOS MESTIZOS


Nerviosamente buscó más información en Internet sobre los Donjuanes. Así lo escribió en el buscador obteniendo:


Jude Law es irresistible por naturaleza y además el infiel más famoso del 2005, al confesar su engaño a Sienna Miller con una niñera.
Sin embargo, su rol de donjuán por excelencia lo tuvo en la cinta Alfie, donde justamente conoció a su novia engañada...


Aparentemente una estrella de cine... pero que... ¡también presentaba los rasgos característicos de Douglas Domenech! Aunque no su color de piel, que no importaba, porque...¿Serían ellos el resultado de un mestizaje?
Todavía le faltaba convicción. Tecleo ahora la expresión "filosofía donjuanesca" pero esta vez no encontró nada interesante a no ser la información de que "El termino Don Juanismo proviene o surge de una comedia de TIRSO DE MOLINA, escritor del siglo XVII. Este personaje (Don Juan) es un hombre que se dedica a engañar, seducir, violar, asesinar y mentir a toda mujer de la nobleza que se pone en su camino con el único fin de mantener relaciones sexuales con ellas.",cosa que ya conocía. En cambio la parte esa de "asesinar" le llamaba la atención. ¿No sería que por casualidad se tratara nomás de una epidemia de Don Juanes a la vieja usanza?...No, los rasgos fisonómicos no se podrían repetir de esa manera! Entonces... Tal vez fueran nomás mestizos con parte de los genes de Dow y parte de los de muchachitas seducidas por todos lados...
La idea de que nos estaban queriendo vencer introduciendo genes sintéticos en nuestra población estalló en el cerebro de Ernesto. Genes sintéticos... Sería eso posible? y si lo era qué utilidad podrían tener sin ser otra que hacernos más proclives a obedecer a la autoridad? (como si fuéramos poco) O algo por el estilo que estuviera programado de alguna forma en los genes. ¡Puta madre! ¡Qué arma más sofisticada!

sábado, diciembre 22, 2007

450 LOS DONJUANES

,Saltó del taburete donde estaba sentado y salió corriendo a los gritos olvidando que Manuel y el Cholo estaban ausentes. La galería se veía enorme y vacía a lo largo de veinte metros que distaban las primeras bolas estacionadas. No se sentían ruidos ni conversaciones... Todos habían salido...

Sospechaba que Margarita estuviera en el dormitorio de Manuel con su compañero Giorgionne cada día más derretido y ahora empeñado en escribir la historia del movimiento hippie del Uruguay que ella le iba recordando, pero no quería molestar.

-¡Los celulares!

Entonces volvió sobre sus pasos, recogió el taburete y se sentó frente al monitor. Llamada triangulada con el Cholo y el teléfono de Magda para decirles lo que tal vez ya supieran sobre el avance de los grises clones sobre las praderas sudamericanas. "En este momento no te puedo contestar, podés dejarme un mensaje después del tono." Dijo la voz de Magda gravada sobre el chip de cianuro de potasio amalgamado. El teléfono de Cholo en cambio mantenía la voz originaria que tampoco daba otra opción que la del correo de voz. Volvió a las noticias.

Ahora el informe se centraba en Buenos Aires atendiendo a otro fenómeno nuevo. La proliferación de unos sujetos  que se dedicaban a seducir mujeres jóvenes y  pregonar una filosofía despreocupada, tendiente al goce de la vida tal cual se presentara, sin mediar esfuerzo alguno, ni responsabilidad, ni nada. Las dos cosas a la vez, pregonaban. A los periodistas les había parecido al menos preocupante, sin entrar a discutir el derecho innegable que cada cual tiene de pensar y decir lo que le pareciere. Les llamaban "Los Donjuanes" y constituían otro tipo humano de la abigarrada fauna de la otrora capital argentina. Altos en general y dotados de una verba más que  rica en palabras extrañas y extranjerías, acostumbraban merodear en los parques públicos, las plazas y las paradas de colectivo en busca de carne fresca y oídos abiertos. No parecían violentos pero sí obsesos sexuales.  Los mostraban ahora en plena faena por el Parque Rivadavía donde recostaban sus ocasionales parejas contra las casillas de los vendedores de libros para mejor quitarles la ropa mientras les daban besos apasionados.

A Ernesto el corazón le dio un vuelco dentro del pecho. Aquellas facciones... le traían premoniciones siniestras... Porque eran todos parecidos entre sí y tenían algo en la manera de curvárseles la cejas o de hacer ese gesto ambiguo con la comisura de los labios... ¡Se parecían a Douglas Demenech!

viernes, diciembre 21, 2007

449 LOS CLONES MÓVILES

Miraba tranquilo el último capítulo de Las Bolas de Manuel  en el monitor. Siempre le divertía buscar las tantas y sutiles diferencias que se podían descubrir entre la versión casi novelada que se emitía por la cadena y lo que a él le constaba que hubiese sucedido en todo aquello que hubiera presenciado. Acababan, por ejemplo, de mostrar una casita parecida a la de Manuel donde los actores entraron

abrazados mientras por la chimenea salía humo como si alguien les esperara con la estufa prendida en pleno verano. No obstante se había emocionado y sabiéndose sólo frente al aparato dejó nomás que una furtiva lágrima se deslizara por su mejilla derecha sin aplastarla con el dorso de un puño autoritario. Sentía la garganta anudada de feliz congoja por la felicidad de su pareja de amigos volviendo a su modesta vivienda. Cosas que se le ocurrían cuando se emocionaba y llenaba todas sus percepciones de chaparrones de adjetivos bonitos. Tanto que llegado un momento hasta el mismo se empalagaba y se ponía a pensar en otra cosa, o en la misma,  pero vista desde otro punto. Hemisferio.

Ahora empezaba a hacer cuentas estimativas de los tiempos que habrían necesitado -los de la producción- en cada etapa -las mínimas imprescindibles- para emitir esas escenas que no podían haber sido ensayadas más que un minuto antes de salir al aire. Vino un flash informativo de esos que a él ni mucho le interesaban porque nunca se sabía si pertenecía a la realidad cotidiana o a la trama interna, semi literaria de Las Bolas de Manuel. Ese juego que hacían los autores de la tira para volver más dramáticas algunas partes de la narración, como ahora que estaban  poniendo imágenes de archivo con el desembarco de las tropas de clones en Puerto San Julián de la patagonia argentina.

Aunque... Algo tenían de diferente estas imágenes con las que retenía en su memoria... Ahora saltaban medio continente para mostrar las calles de Asunción del Paraguay con sus transeúntes comentando el comienzo del movimiento de los clones en la zona del Chaco. La siguiente toma con teleobjetivo mostró un grupo de clones inexpresivos que montaban sobre sus espaldas bultos de supuestas armas y comenzaban a caminar. Todos iguales de grises y fuertes sujetos bien alimentados que sabían obedecer sin preguntarse por la coherencia entre los fines y los medios...

¡Estaban avanzando!

jueves, diciembre 20, 2007

448 DURANTE LA CALMA

En Algorta era Pascual Ruiz, zapatero de oficio y un poco tirado a poeta, quién comentaba entre clavo y clavo con el trespíés apoyado sobre su viejo delantal de badana:

-Tuve miedo de que el Manuelito nos fallara. De verdad tuve miedo... Como hacían todos los políticos, hasta los más arrimados al pueblo, prometiendo mantener siempre el contacto con la gente y el oído abierto...

Sicario Pereira, el cliente que esperaba el término de la media suela, apenas levantó los párpados del golpeteo del martillo sobre los clavitos al rostro expresivo del zapatero. su amigo de siempre, de mucho antes de que triunfara el anarquismo y ahora todos se mostraran amistosos y respetuosos para la gente distinta.

-Por supuesto, Don Pascual, que no se iba meter en una guerra personal. El no es más que un símbolo de todos nosotros.

Pascual se rió:

-Ja, símbolo y todo... adonde vaya él, vamos todos.

Sicario también se rió.

En Cerro de las Cuentas un niño miraba el cielo a la espera de ver pasar alguna bola de las que hacían el intercambio entre las comunas. Cuando fuera grande iba a ser piloto, se lo imaginaba viéndose al mando de la mente de una preciosa bola plateada que surcaba los cielos y bajaba a sobrevolar las ciudades, que nunca él había visto más que en el viejo televisor blanco y negro de la tía. En cuanto a esa guerra de que hablaban...no sabía qué pensar...

En Bella Unión, hermoso pueblo, Joselo, más que opinar deliraba entusiasmo bélico, rodeado de los amigos, en la charla de la vereda. Creía suficiente la información que les había llegado para ponerse a terminar las bolas que estuviesen empezadas, armarlas con los nuevos sistemas y.. pasar a dominar el universo con una pequeña flotilla invulnerable ante todas las armas conocidas. Un Caballo de Troya colado en la trastienda del poder universal!

Marcelo le quería calmar. Qué apuro había. Si no les podían hacer daño... se podían quedar tranquilos.

-A las bolas no les pueden hacer daño... pero a nosotros sí.

Manuel había vuelto con la Magda a su casita. Especie de licencia acordada al término de todas las transmisiones y que ya parecía haber sumido a todo el sud continente en una siesta pueblerina de esas donde sólo se siente algún disimulado coc coc de alguna gallina picoteando por costumbre.

Margarita había quedado en el dormitorio de Manuel, en la caverna, con Vittorio.

Ernesto frente al monitor...

martes, diciembre 18, 2007

447 EL NO QUIERE LA GUERRA

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Por lo tanto vinieron días tranquilos. Después de enviar montañas de información contenidas en la memoria de la computadora. Después de cambiar ideas acerca de qué cosas eran las que no se podían omitir para que la decisión de los compañeros se pudiese tomar con conocimiento de causa. Después de que el tremendo trajín que significó hacerlo hubo terminado, entonces, sobrevinieron los días tranquilos. La calma necesaria para que todos se fueran enterando no sólo de la compleja anatomía del universo y sus pobladores, sino de todos los antecedentes que sobre cada protagonista se tenía. Tres días duros que pasaron fueron  seguidos ya de otros tres de calma que van corriendo sin que los Maqui's siquiera se enteraran del enorme interés que en toda América, vamos, en todo el mundo, habíase generado en torno a ese piélago de información que  se derramaba como una ola sobre toda capacidad de absorción informativa.

Mucha gente recibía aquello como única continuación a sus recuerdos de la creación en siete días y no tenía más remedio que declararse confundida. Otros conocían los marcianos de Orson Welles y muchos habían leído El Eternauta, pero igual distaban bastante de poderse imaginar lo que se les decía, no como una obra literaria, sino como la descripción apenas amena de la anatomía y fisiología de la realidad. Anatemizaban las notas y comentarios de Abelardo cuando se empeñaba en enseñar física en trece dimensiones o divagar sobre la naturaleza última del espíritu. Pero revivían en las narraciones sobre la accidentada vida de Manuel. Aunque cueste creer esa misma gente que  seguía desde hacía unos meses, la vida de Manuel a través del televisor, tuviera tanto interés en apuntar en su memoria algunos detalles más!

Doña Flor se lo decía a su vecina charlando bajo la higuera de aquel patio de Estación Chamberlain.

-Como te digo, Clara, yo misma no sé que tiene Manuel que me hace tenerle confianza. No quiero decir que por eso no vaya a opinar distinto que él en cualquier momento, pero... Yo sé que es sincero.

Clara asentía con la cabeza sin dejar de sonreír cándidamente.

-Él no quiere la guerra...

-Por qué decís eso?

-Lo leí en el reporte de Magda sobre algunas características de Manuel... No lo dice así, terminantemente pero... Dice que Manuel siempre que puede evita todo tipo de violencia...

-Esto es distinto, Clara.

-Yo no veo la necesidad de la guerra. Ahí dice que actualmente las bolas de nosotros son invulnerables ante las armas que ellos tienen.

-Aparentemente, dice, y no las bolas que están en uso, sino las que equipemos con las nuevas tecnologías traídas por el abuelo Abelardo.

-Es cierto... ¿Te has fijado en lo entero que se ve el viejo?

-Sí, pero nada que ver frente a Mandinga.

sábado, diciembre 15, 2007

446 NO HAY GUERRA BUENA


Nerviosamente miró a su abuelo, al Cholo, a Mandinga otra vez… Observó al Dengue, cómo se recostaba en uno de los saledizos de la nave y fingía estar mirando por uno de los ojos de buey las redondas nubes del verano, tal cual que si estuviese tirado a la sombra de un árbol frondoso y mascando un tallo de hierba mirase las vacas que pastaban sin otra cosa que hacer. Como Dengue se podía imaginar a millones de muchachos que sobre el planeta esperan turno para comenzar a vivir… Observó la catadura del chumbo, con su mandíbula apretada y los ojos vidriosos, en plena lucha, continuando su lucha de uno contra todos, despareja, injusta, desesperanzada pero sin claudicaciones… Se detuvo en la flaca, su entrañable flaca, siempre al pié del cañón, adaptándose a la extraña vida que le había tocado por culpa suya, sensible pero contenida, inteligente pero postergada. Ernesto… Ese extraño niño grande que no ha dudado en perder toda su fortuna para brindársela a la humanidad… Margarita, su madre hippy… Abelardo, su loco, loco abuelo, más genio que Einstein y más idealista que un adolescente solitario…


Llegaban al término de las escaramuzas. Para adelante estaba la guerra. La verdadera guerra, aquella de la que ningún combatiente sale del todo indemne… ¿Tenía acaso él, algún derecho a mandarlos a al combate?


Se decidió a hablar.


-No hay guerra buena. Tampoco es bueno vivir de rodillas. Propongo que mandemos toda la información que tenemos a las comunas de América y dejemos que ellos resuelvan.


Cholo advirtió que toda América y gran parte del resto del mundo ya estaban informados por Las Bolas de Manuel, sus repetidoras y comentaristas.


Ernesto objetó que había mucho más información que la que nunca se hubiese publicado.


Abelardo, que no tenía sentido decidir sobre lo inevitable.


Margarita prefería que se hiciese el amor y no la guerra.


El Cholo filosofó sobre la vida. No lo era, según él, aquella que no se basara en la dignidad.


Chumbo no quería aflojar ahora que ya los tenían dominados.


Mandinga tampoco.


Magda y el Dengue dijeron que fuera para lo que fuera irían a dónde Manuel.


Manuel se sentó en el punto de comando de la nave. Respiró hondo y dejó que todas las vibraciones concéntricas bañaran su mente y su cuerpo, las concentró como en una bola de luz enceguesedora y la lanzó vertiginosa en todas las direcciones que les rodeaban.


Todos sintieron el nudo que se les desataba en las entrañas. El camino a la caverna estaba nuevamente despejado.

sábado, diciembre 08, 2007

445 EL IMPOSIBLE EQUILIBRIO

Margarita Imploró una explicación. Dijo haber entendido que iban a destruir esas naves que les tenían rodeados y bajo fuego. Pero también que su hijo quería matar a Dios para que viniese a reinar uno mejor. Y además que deberían destruir todo el bando enemigo para quedar sólo ellos y dividirse entonces en dos nuevos bandos enemigos…
A todo Manuel asintió bajando la cabeza cada vez un poco más aunque con lo último no estuvo del todo de acuerdo. No era eso de dividirse en dos bandos enemigos lo que había querido decir con exactitud, sino que no iban a ser ellos tan perfectos, ni sus ideas, como para que todo el mundo les aceptase para siempre. Ni siquiera ellos mismos. Recordaba lo que había pensado cuando siendo un niño le dijeron que existía un Dios y muchos diablos que invitaban a la gente a revelarse para así comérselos después asados en las llamas del infierno. Porque Dios podía hacer cualquier cosa y El Diablo era un envidioso de ese poder. Le había parecido todo muy injusto, pero puesto a elegir, le resultaba más divertido el papel del Diablo antes que el de ese señor barbudo sentado arriba de las nubes y lanzando rayos sobre los que abajo no se arrodillaran. Ya de chico había odiado a los déspotas y a todos los cagones que se transforman en sus alcahuetes. Después… cuando más grande fue comprendiendo que inevitablemente todos no pueden tener el mismo coraje, ni la misma inteligencia, ni la misma fuerza o habilidad. Y pensaba… que si hubiese un mundo donde lo más importante fuera la fuerza, sería un lugar horrible lleno de matones imbéciles. Pero si lo que se valorara más fuera la inteligencia, tal vez sería un mundo muy progresista pero dominado por unos sabihondos insensibles. Que si predominara el sentimiento amoroso, talvez se reprodujeran demasiado y además que nadie quisiera trabajar. Y así con todo… Que todas las cosas eran necesarias siempre que se combinaran con las otras como en una buena receta.
-Ahora… Me encuentro con esta novedad de que el equilibrio no es posible, que todo el mundo está cambiando, no sólo nosotros. Que ahora puede dejar de ser importante la pelea entre Dios y el Diablo, porque tal vez cuando se muriera del viejo ya nadie ocupara su trono y el reino de Dios desapareciera. Claro que eso no es posible sin la intervención de nosotros, que en este momento estamos logrando una supremacía militar claramente capaz de aniquilar las huestes angelicales…
Se interrumpió a sí mismo.
-¿Decime Mandinga, Cuantas naves pueden tener los ángeles, en total?
Mandinga revoleó los ojos.
-Y… Ellos dominan toda la Vía Láctea más algunas colonias en Magallanes… Ponele… Unas… Doscientas mil de las súper pelotudas, esas que llevan miles de Arcángeles con su nave grande que contienen a su vez miles de bolas individuales.
-Ah.

(Esta es una historia continuada. Sería aconsejable leerla desde el post n. 1)

jueves, diciembre 06, 2007

444 EL PRÓXIMO DIOS

La bola plateada de Abelardo se volvió a sacudir con impertinencia tal que pudo ese sólo hecho sacar a todos de la línea de pensamiento que había predominado en la última hora.
-Están poniéndose pesados –rezongó el Cholo buscando apoyo con la mirada para el inicio de acciones tendientes a definir la situación. En su mente por momentos se pintaba con increíble profundidad y brillo cromático, una dantesca batalla dónde era el mismo espacio tiempo el que a modo de arcos tensos que se enderezan, hacía vibrar el universo todo obligado a la expansión continua. Mientras por otro lado la voz de la razón le aconsejaba que se metieran dentro del punto y esperaran allí a que los ángeles se aburrieran o a que ellos descubrieran la manera de reaparecer a años luz de distancia.
La voz de Abelardo sonó densa como una colada de plomo fundido.
-Yo voto por aniquilarlos.
Era la voz de un aciano cansado de buscarle el lado bueno a las cosas que se empecinan en entorpecer toda solución imaginada. Un anciano desengañado de toda posibilidad para un bando enemigo incapaz de convivir con otro en una especie de entente. Un bando cuya máxima era: “Todo aquel que no se arrodille frente a mi será mi enemigo y lo destruiré.”
Manuel leyó esos pensamientos de su abuelo, retrocedió mentalmente unos pasos y suspiró sabiendo que Abelardo podría estar equivocado, como cualquiera, hasta un genio se puede equivocar, pero que si había llegado a esa conclusión no habría sido, seguramente, sin analizar una y mil veces cada posibilidad… quedaba un punto de duda… Miró a Mandinga para interrogarle:
-¿Desde cuando existen estas guerras?
-Desde que se tenga memoria… Cada generación de dioses y demonios apenas va agregando nuevos capítulos a la historia.
-Entonces ellos no pueden con nosotros… No nos pueden destruir… Si ellos son el bien, nosotros seremos el mal. Si nos destruyeran deberían ellos dividirse en dos bandos para poder existir…
Cholo se extrañó.
-¿De dónde sacaste eso?
Manuel sonrió algo ruborizado.
-No sé. Se me ocurrió de repente que no se puede vivir sin un contrario que sea lo que nosotros no queremos ser. Que podemos aniquilar a esas naves pero no al viejo Dios o a otro nuevo que se siente en su trono…
-Pero dijiste que un bando si aniquilaba al otro se tendría que dividir engendrando en su seno el mismo tipo de polaridad anterior…?
-Claro. Y esa podría ser la única manera de progresar… -se quedó pensativo unos minutos sin que nadie hablara.
-…el próximo Dios será un poco menos hijo de puta!
(Esta es una historia continuada. Sería aconsejable leerla desde el post n. 1)

miércoles, diciembre 05, 2007

443 DONDE GIRAN LOS AXIOMAS

Continuaba Abelardo:

Pónganse en mi lugar. Un niño de diez años de un pueblo perdido entre las cuchillas, sin más literatura que las revistas de historietas ni más conocimientos científicos que las puteadas que daba su padre vasco mientras herraba los caballos que no se querían quedar quietos. Un niño que había aprendido que fantasear era pecado y que ir a buscar la vaca en vez de jugar era su deber. Ese niño había hecho un descubrimiento! …a nadie, por supuiesto–Abelardo sin querer bajó la voz- le había hablado de mis dibujos mentales, más que a Bosco, quien intentó lo mismo con más miedo que valor y renunció justo cuando llegaba a buenos resultados. Con un año de práctica ya podía hacer frente a mis ojos cualquier diseño complicado y por momentos incluso dotarlo de profundidad siempre que renunciara al movimiento. En otros seis meses no había cosa que no pudiera reproducir y desarrollar. Fue entonces que se me ocurrió la estúpida idea de entrar un paso más dentro de ese espacio insólito en que movía mis naves interplanetarias. Digo estúpida idea porque yo no era más que un niño ignorante, lleno de vanidad por haber podido dominar ese espacio visual. Entré, no un paso sino muchos y supe enseguida que me las estaba viendo con algo que mucho más tarde llamé el entramado cordial de la estructura cósmica. Algo indescriptible, por supuesto, pero parecido a sentirse flotando en algún lugar indeterminado del corazón de una súper computadora. Me movía por especie de corredores a los que no les veía límites sino tendencias. Que me hacían avanzar girando como un axioma sobre su eje… Bueno… poco a poco me fui haciendo la idea de que si alteraba algo dentro de esos corredores, era posible alterar otras cosas tal vez a mucha distancia. No sólo terremotos y tornados, sino también acelerar un parto o lograr que una determinada bolilla salga del bolillero como primer premio. Yo había empezado a comprender algunas cosas de la biología y a leer de cuando en cuando algún horóscopo… Se me ocurrió que podría hacerse un horóscopo biológico y que además… desde los corredores se podría alterar las influencias negativas sobre una determinada persona. ¡Fueron tres investigaciones apasionantes! Genética, Astrología y el Otro Espacio. Empecé a traer la vaca más temprano y pasar primero por la biblioteca de la escuela y después por la del Liceo, mintiendo necesidades del estudio normal. De

Astrología no había nada, así que decidí fabricar una en base a biografías de gente famosa y las fechas de sus percances conocidos. Al principio todo parecía claro y en menos de un año tenía un sistema astrológico formado por once meses que se dividían en once ternas. Y un conjunto de variables que se operaban con un sistema de numeración basado en el once. Dentro de los corredores ya era capaz de sentir empáticamente los comandos que iban transitando rumbo a sus destinos. Y en biología me copé con el asunto de la doble espiral genética y su sistema de codificación.

(Esta es una historia continuada. Sería aconsejable leerla desde el post n. 1)

martes, diciembre 04, 2007

442 ASTROESTADÍSTICA

Y continuó Mandinga:
-Voy a aprovechar que está Abelardo presente, testigo de varias cosas de las que tendré que contar y en otras… por lo menos va a poder controlar que no me salga de la lógica… Allá por 1950 había decidido salirme de la aldea de mi hogar para dar los primeros pasos sin guía por lo que se suponía que serían mis dominios en el caso de que la nueva guerra que se preparaba terminara en victoria. Mis padres me dejaron ir concientes de que ya había pasado por todas las pruebas de idoneidad y coraje que se acostumbran en nuestra tribu y de que a mis quinientos y pocos años de edad debería ser capaz de conducirme como un verdadero Mandinga, sin necesidad de rezongos ni de consejos reiterados. Me había trazado el plan de preparar a nuestra clientela de negros, mulatos, indios y mestizos de toda clase que habitaban por supuesto la vieja Africa, pero también y especialmente esta América tan descuartizada y alienada por efecto del más devastador lavado de cerebro masivo que se haya realizado sobre el planeta Tierra. Mi madre fue una divinidad de segunda en la religión Maya y mi padre el primogénito del primogénito del primo del primer Mandinga que bajó a conversar con los entonces ignorantes Dogones de Malí. Mi sangre, por las dos vertientes es semi-divina, o cómo ustedes quieran llamarle, sin dejar de convenir conmigo que podría ser tomada como una correcta tarjeta de presentación. Yo también soy un mestizo. Y tengo mucho para darles, sin condiciones ni generando deudas impagables. Bueno… Les decía que vine a preparar a mi gente para el advenimiento de los nuevos tiempos. Sí, ya se que les parecerá historia conocida y pregonada por mil y un loco de esos que andan cacareando por las plazas públicas… También probé con ese método. Pero… bueno, esa era mi intención y se me ocurrió que lo mejor era detectar aquí y allá sujetos jóvenes, de notable inteligencia y coraje intelectual como para desafiar la costra ideológica que cinco siglos de coloniaje y prostitución habían dejado sobre los cerebros americanos. En Uruguay conseguí cinco adeptos, todos ellos muy rebeldes e iconoclastas. El sexto era ese Bosco al que no pude doblegar en su infantil manía de encontrarle un porqué a cada cosa –todos rieron- pero que sin considerarse alumno ni iniciado, por la sola fuerza de su poderosa curiosidad terminó consintiendo en colaborar en algunos aspectos de mi plan….-Mandinga hizo una larga pausa.
-Y Manuel! Manuel existía antes de que yo tuviera noticia alguna de sus peculiares características…pero nació mucho después, para ustedes, cuando ya esta historia venía corriendo y desarrollándose. Abelardo entre otras cosas estudió astrología, pero no esa bobada que sale en diarios y revistas sino una variante de su invención que llamaba Astroestadística y que le quitó el sueño muchísimas noches de luna de esas que las parejas van a bañarse desnudas al mar. Al cabo de cinco años concluyo que todo no pasaba de ser un devaneo para mentes mal alimentadas y dormidas. Tiró los fajos de papel que había estado escupiendo la impresora durante años y se sentó a pensar que sin embargo… que sin embargo… él ya había iniciado una serie de acciones inspiradas en los primeros datos de su Sistema de Análisis y Pronostico Estadístico. (SAPE es su sigla castellana.)
Abelardo interrumpió con lastimosa voz:
-Basta Mandi, te doy las gracias. Hace tiempo que quería confesar lo que sigue de esta historia sin encontrar el comienzo… Yo había aprendido a alterar, aunque mismamente las imágenes que frente a mis ojos se formaban cuando estaba en la oscuridad. Eso fue así cuando tenía unos diaz años y por nimio que parezca el hecho, sin embargo fue suficiente para cambiar el curso de mi vida. Todos los días me acostaba un rato antes de tener sueño y apagaba la luz de mi habitación con las ventanas cerradas. Mis dibujos no tardaban en aparecer y yo me pasaba ejercitando en el control de sus características. Formé primero rudimentarias figuras geométricas tan simples como un triángulo o un cuadrado pero… No tarde más de cinco noches en lograr que se quedaran quietos frente a mis ojos sin templar ni cambiar de colores. Los dominaba! Comprendía además que aquellas figuras no estaban suspendidas en el espacio común frente a mis ojos. Que estaban en otro espacio, pero que estaban! También, que yo había extendido un tentáculo de mi poder hasta ese otro espacio, vibrátil y energético, y había puesto a funcionar la máquina según mi gusto y voluntad. Me sentí poderoso…
(Esta es una historia continuada. Sería aconsejable leerla desde el post n. 1)

lunes, diciembre 03, 2007

441 LAS VACAS INCRÉDULAS

Es que los humanos. Aun los muertos que han vivido un montón de años en el otro mundo, tienen esa dificultad para moverse con cierta cintura por los meandros elásticos del tiempo. Fijémonos, como ejemplo contundente, en la situación que se daba en ese momento. Estaban viviendo un día cuya duración nadie se había tomado la molestia en medir, pero que si lo hubiesen hecho se habrían llevado la sorpresa de constatar que al menos triplicaba lo que en la tierra se ha tenido siempre como normal. Sobre el puente se les había hecho la noche antes de hora, a la vuelta y de inmediato, sobrevolaron las verdes praderas que progresivamente iban siendo rumiadas por millares de vacas incrédulas mientras ellos cambiaban ideas sin preocuparse de la posición del sol sobre la esfera celeste. A la sazón –me encanta esta forma de eludir el mientras- ya Aníbal Greco y Nilo Perdomo habrían, con seguridad vuelto a su Maldonado, aburridos de esperar y de ver por la pantalla del solitario monitor las peripecias de la frustrada invasión ambientalista terminada en beserío.

¿Y las Flota de los Siete Conglomerados Galácticos?

No, ellos permanecían al acecho. No rumiando pasto sino ideas de cómo rodearles y capturarles vivos, al menos capturar al Manuel ese, que tanto trabajo les venía dando y que ahora se había tomado el atrevimiento de ejecutar –no andemos con eufemismos- nada menos que al agente híbrido Douglas Doménech, producto de la más refinada tecnología genética celestial, cuya tradición y fama se remonta a la propia inseminación de Ave María por intermedio del certero pico de
Espíritu Santo, nuestra madre inmaculada. Claro que en aquel primer experimento, hecho de apuro antes de que murieran los últimos espermatozoides del viejo God, el resultado apenas estuvo medianamente acorde con las expectativas. O sea… En vez del conquistador implacable que iba a derrotar bajo sus suelas a todos los enemigo, quitarles sus mujeres, niños y riquezas e imponer en tutti il cosmos la más rigurosa ley seca. Salió un hippy de blando discurso, amigo de prostitutas, distraído y medio atolondrado bebedor de vino en copas.

Y Manuel… El Manuel, este…. Parecía ser otro engendro genético, aunque en este caso producto de tecnologías alienígenas, es decir diabólicas, mandingueras o tal vez… de ese par de psicópatas inventores que se habían terminado refugiando en los escarpados confines del gran cúmulo de agujeros negros de Ortus Nimbus, del que extraían terajulios de energía por cada segundo de sus estúpìdos experimentos. Era menester capturar al pequeño nuevo Cristo para estudiarle concienzudamente en busca de anular todos sus dotes especiales antes de ejecutarle y dar los trozos de su cuerpo para comida y bebida de los hermanos en la fe.

Esa es y será la ley. Así se hará cumplir aunque en la demanda perdamos nuestras vidas.

Manuel recién entonces llegó a preguntar en serio, qué era eso de colección completa para todos los tiempos que decía muy suelto de cuerpo Mandinga y que a él le sonaba a payada libre como cuando el payador no sabe de que mierda está hablando pero sigue enancado entre las rimas y llevado por las imágenes.

-Para mí que Bosco recibió información sobre mi viaje y sobre mi aspecto.

Mandinga se golpeó las piernas con las palmas.

-Pero Manuel! Sería como decir que yo sabía quienes eran los niños aquellos que en 1957 jugaban a la pelota por las calles de Guichón. Las cosas se dan de otra manera. Ese día bajé en el palmar que hay antes de llegar al pueblo y me procuré ese aspecto extraño que fue lo que les llamó la atención, tal cual lo había supuesto y comprobado en muchos lugares del mundo. Caminé, atravesando el pueblo sin preocuparme por llamar la atención de nadie en particular. Me siguió sólo tu abuelo porque Bosco se cagó todo cuando vio el tamaño de la falsa espada de samurai que llevaba atravesada por la espalda. Pudo haber sido al revés o haber venido cualquier otro niño de los que no estuviesen demasiado interesados en el partido, pero vino Abelardo. Y Abelardo estaba interesado desde antes en las posibilidades de desarrollar alguna meta-ciencia. Congeniamos y hasta se puede decir que nos hicimos amigos…

-Estoy entendiendo que fuiste vos quién le dio la información a Bosco…

-Bueno… lo que ocurrió también podría ser descrito de esa forma…

(Esta es una historia continuada. Sería aconsejable leerla desde el post n. 1)

sábado, diciembre 01, 2007

440 ¿Para qué hacen eso?

En ese punto fue Manuel quien saltó preguntando si entonces cuando le habían llevado al año 1967, cosa que recordaba con total certidumbre, acaso otro Manuel había quedado en su lugar viviendo la continuación de la misma vida anterior, cosa que no recordaba en absoluto. Abelardo puso cara de tener paciencia y comenzó explicando que no siempre los tiempos de una y otra historia paralela tienen la misma duración. Que el desdoblamiento puede durar para el presente apenas una fracción de segundo que ha sido suficiente en el otro tiempo como para vivir varios días.
-¿Te pareció volver al mismo instante?
-Sí. Y otras veces que me raptaban también me pareció lo mismo aunque no se si hice algún viaje en el tiempo.
-Si te pareció reenganchar con algún instante anterior, sin duda.
-Así que cuando me tiraron en Buenos Aires era el pasado… Sin embargo cuando llegué a Gualeguaychú ya estaban con el problema de las papeleras!
-Puede haber una diferencia de horas o hasta de minutos.
-¿Y para qué hacen eso?
Mandinga largó la risa. Tenía ese espíritu juguetón capaz de transformar cualquier situación embarazosa en una muy divertida.
Abelardo se puso colorado.
-Tu viaje a Guichón no se debió efectuar de esa forma ni a ese momento… A pesar de que la idea original fue mía y que después me arrepentí, como yo mismo lo había predicho dando instrucciones para que en el futuro no me hiciesen caso, traté durante mucho tiempo de impedir que se llevara a cabo tendiendo redes de interferencias que posiblemente hubiesen impedido el viaje si no se lo hubiera planeado tan tramposamente comenzando con un retroceso en el tiempo y siguiendo con tu introducción “de colado” en un vuelo de línea de Nuestra Compañía. Estoy casi seguro de que eso se tramoyó entre Bosco y Germán, que aunque sigan siendo mis amigos y nieguen su responsabilidad, considero que se pasaron de la raya.
-Con todo, por qué primero querías regalarme un juego de guijarros y después te arrepentiste? ¿A qué le agarraste miedo?
-Los guijarros eran tuyos. Yo había conseguido llevarme mi juego al segundo tiempo y Bosco ya a los veinte años estaba acobardado por las implicaciones metafísicas de lo que habíamos descubierto. Yo me morí de este mundo con la creencia de que había hecho mal al pretender que te enteraras de cosas tan extravagantes a la temprana edad de veinte años, cuando todavía uno está deslumbrado con las maravillas de la creación, especialmente los cuerpos humanos del otro sexo.
-¿Entonces vos determinaste que los guijarros llegaran a mí cuando cumpliese los veinte años?
-Pero en tu tiempo presente…
-¿Y cómo me lo iban a entregar?
-En principio Bosco en persona o alguien designado por él en caso de no poder cumplir personalmente.
-¿Y por qué no me lo entregabas vos?
-Porque yo sabía que para esa época ya iba a estar muerto. No se lo dije a Bosco –Abelardo sacudió la cabeza como rezongando consigo mismo- se iba a asustar demasiado, yo le conocía…
Manuel se rascó la cabeza.
-Hay un detalle que no encaja… En 1967 Bosco dijo que sabía en qué día iba a llegar yo. Hasta me fue a esperar a la estación de AFE.
-Y además, Manuel, él nunca había visto tu cara!
-No dudó en reconocerme
Otra vez Mandinga se rió divertido.
-Manuel, Manuelito… Tu carucha había salido en la tapa de Hora Cero…
Manuel y Abelardo saltaron al mismo tiempo creyendo haber encontrado a Mandinga en una falta que lo transformaba en al menos un cómplice del rapto.
-¡Pero en el año 2007, no en 1967!
Más diversión para Mandinga.
-No se olviden de que Bosco tenía la colección completa de Hora Cero para todos los tiempos. Cortesía de Germán que ya en vida terráquea se carteaba con él lo mismo que con vos, Abelardo. Ja ja.
-¿Colección completa para todos los tiempos…? –murmuraron todos a coro con tono de incredulidad.
(Esta es una historia continuada. Sería aconsejable leerla desde el post n. 1)

miércoles, noviembre 28, 2007

439 Partículas de Masa Negativa

Abelardo había tomado la palabra para decir lo que sabía de Perícles bajo la mirada burlona de Mandinga quién evidentemente no simpatizaba con el personaje de la democracia ateniense. Empezó a repetir una frase de un discurso famoso y se fue ralentando sílaba por sílaba hasta gritar: ¡Nos rodean!

Eran ellos, los ángeles, que hacían sentir a la distancia la imagen vanidosa de su flota cósmica simbolizada por siete conglomerados de galaxias rodeando al triángulo central donde se movía el ojo. Tal vez todavía no estuviesen seguros de haberlos identificado…o por ejemplo les querían atrapar con vida… Mandinga hizo brillar sus ojos fosforescentes y extendió cinco dedos en el aire para cada lado como si fueran antenas.

-Están pensando a toda máquina –dijo- todavía están confusos. No esperaban encontrarnos.

Manuel confirmó y enseguida dijo de ponerse en dirección al punto concentrando todas las imágenes mentales en el deseo de permanecer en contacto, pero Abelardo protestó, diciendo que con la tecnología de su nave no le tenía miedo a los siete conglomerados.

-La hemos probado ametrallándola con un rosario mal intencionado que hicimos rezar por un millar de brujos de los mejores.

Mandinga le tapó simbólicamente la cara al tiempo que reboleaba sus negros ojos sobre campo de porcelana blanco azulosa, para decir:

-¡Esperá un poquito. Ellos también hacen inventos! Les he visto disparando con partículas de masa negativa!

Abelardo apenas pestaño.

-Tengo conectado un desviador de esos proyectiles y muchos otros chiches que ellos ni se imaginan. Hasta les puedo invertir el tiempo por el espacio de unos minutos suficientes para que se autodestruyan con sus propias paradojas.

Mandinga festejó diciendo que eso sí que no se lo quería perder y hasta de alguna manera probar ya que tendría que ser muy excitante ver pasar el tiempo para el otro lado y pronunciar las palabras marcha atrás. Ahora fue Abelardo quién le tapó su cara.

-No seas burro, ni por milagro podrías salir de eso vivo!

Manuel objetó:

-A mi me mandaron al pasado y no me hizo ningún daño.

Se sacudió la nave y Abelardo explicó que acababan de desviar un centenar de proyectiles que ahora volvían exactamente hacia sus puntos de origen, pero dejó ese tema para explicar la diferencia de un viaje en el tiempo hecho por desvíos y sin contradecir las vibraciones del entramado cósmico, con unos minutos de tiempo retrógrado que hace coincidir des cuerpos exactamente iguales en un mismo momento y lugar…

-¿Cómo dos cuerpos… es el mismo…

Abelardo sacudió la cabeza negativamente. Hay uno que viene desde el pasado y otro desde el futuro…no pueden ser el mismo, como las mismas personas no lo son. Uno no conoce el futuro y el otro sí. Son dos personas distintas, al menos en eso… Ya te lo he dicho, Mandi, no se puede viajar en el tiempo sin desdoblarse, o mejor… Bueno, sería meterse en temas muy aburridos.

(Esta es una historia continuada. Sería aconsejable leerla desde el post n. 1)

martes, noviembre 27, 2007

438 EL QUE TENGA PERRO QUE LO ATE

Todo eso fue tema de la conversación general que dentro de la espléndida bola plateada de Abelardo se fue desarrollando mientras sobrevolaban el paisaje ondulado que seguía llamándose Uruguay dentro de todos los corazones aunque ya no fuese la república oriental sino la federación de comunas. Tampoco Argentina seguía siendo un bloque único sino cuatro diferentes, todos argentinos y federales. El Brasil no estaba totalmente volcado al anarquismo. Quedaban Estados residuales a la antigua usanza como Piauí y Acre, dominados por una serie de caudillos medievales. Río Grande del Sur ahora se llamaba República Anarquista Farrupinha.

Las comunas estaban funcionando a las mil maravillas, como nunca a algún humano se le hubiese ocurrido tras las experiencia de milenios en los que había que vivir a salto de mata o chupándoles las patas a algún mandón o mandoncito de esos que se cagan todos cuando les toca mirar a la cara al poderoso. Es que en realidad estábamos ya todos convencidos de que la democracia directa era imposible. Que cuando mucho para un pequeño grupito de atenienses que no trabajaban porque tenían esclavos o clientes. Y en otros tiempos cuando la vida era más sencilla y no había necesidad de tener un especialista para cada tema. Claro que la vida entonces era más sencilla porque era como la querían los protagonistas que para mejorarla se reunían con todos sus vecinos. No se aburrían como después cuando les fabricaron millones de televisores que, siempre encendidos no lograron disminuirles el sueño, ni aumentarles la comprensión de nada, sino volverlos zombis. Los tipos se afanaban diciendo discursos a la sombra de aquella enormes columnas de mármol, envueltos en esas sábanas bordeadas de guardas griegas que llevaban hasta una cuarta sobre aquellas sandalias de cuero y tiras y dos por debajo de la mano que saliendo de entre los trapos portaba un rollo de pergamino, tal vez el del discurso, al menos eso era así en aquel friso tallado que aun dormía en lo que había sido el taller del viejo artista.

Y los aplausos venían después de cada discurso que iba a ser recordado y hasta puesto por escrito en un tiempo en que poco se acostumbraba a tomarse esos trabajos, aunque sí a componer poemas con forma de corazón o de arco y flecha y a encontrar la manera de hacer un cuadrado con el material de un redondo. Pasatiempos que encontraban muy inteligentes y merecedores de tanta atención y tiempo de vida como todas las otras artes, incluida la gimnasia y el buen vino.

Ahora pasaba lo mismo. Los discursos no eran muy altisonantes pero cada orador hacía de la síntesis un arte nuevo que se estaba desarrollando mucho entre los jóvenes. Nadie construía oraciones muy correctas pero qué expresivas! Aunque a veces se abusara de la terminología de moda y de algunas morisquetas faciales que ayudaban a comprender el sentido de lo dicho.

Se habían abierto talleres literarios para aprender a decir discursos sintéticos. Había discursos escritos en las columnas de alumbrado. Diez o quince palabras cuya explicación y alcance llevarían veinte hojas. Como el famoso caso de un edicto de una comuna que rezaba:

Artículo primero: El que tenga perro que lo ate.

Artículo segundo: El que no, no.

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viernes, noviembre 23, 2007

437 Papel de Astraza

Y sin embargo ningún acuerdo había sido hecho, más que el implícito en los tantísimos besos y algunas caricias intercambiados sin pagar tasas de aduana ni mostrar cualquier clase de documentos.
Las cámaras mostraron una vez más las columnas humanas despidiéndose con manos abiertas sacudidas en el aire. Todos volvían a sus hogares, reconfortados por la sensación de estar muy lejos del fin de la historia con su innegable posterior aburrimiento. Se habría frente a todas las imaginaciones el largo período futuro de desarrollo y afianzamiento de la anarquía como forma de convivencia humana. Sus magníficos logros y sus limitaciones que se iban a ir conociendo en el desarrollo de los siglos venideros, durante los cuales, mentes brillantes se iban a encargar de ir engendrando y alimentando las nuevas ideas que por fin iban a terminar sustituyendo a las actuales.
Se había hecho medianoche sin que nadie sintiese hambre ni entendiese dónde se había metido el tiempo. Se armaron reuniones frente a las pantallas y se abrieron botellas de vino en el comentario de que una vez más los vecinos habían demostrado ser mejor gente que lo que se dice por ahí. La cuestión de las papeleras estaba resuelta en el espíritu de todos. Ni que decirlo en el de los que habían estado en la última reunión de las comunas implicadas. Ellos sabían que aparte de nacionalizar la planta con costo a pagar en alojamientos turísticos por un monto igual o hasta superior, se iba a probar la producción de pasta para papel de astraza que no necesita blanqueo. El papel de astraza se pensaba usar en la cartapesta que iba a forrar la gran flota de bolas que la Federación de Comunas Anarcas planeaba poner a punto en los próximos seis meses junto con la reducción de las jornadas de trabajo comunal a cinco horas diarias.

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miércoles, noviembre 21, 2007

436 EL BESÓDROMO

Claro que la Red de las Bolas estaba atenta y dirigió instantáneamente sus misteriosas cámaras al saboreado beso que se daban la flaca Magda y el Manuel. ¡Quijosdeputa! Como si aquello fuese una más de las antiguas telenovelas de las 13 y 30 auspiciadas por jabón federal por no decir bao que suena mucho peor. Un beso prolongado que fue después portada por muchos días cuando se reanudaba la programación con el discurso de Abelardo sobre los límites del desarrollo económico de fondo. (Me reservo la fuente) Una dupla perfecta. Los labios puestos uno sobre otro girados 90 grados. Me pareció.

Poco menos vehemente fue el que a continuación se dieron Vittorio Giorgionne con Margarita y también Mandinga con una entrerriana grandota que venía desde Colón. Y otros besos que otras muchas parejas recientes o añejas, se daban a un tiempo transformando al puente en un besódromo desde el cual se extraían instantáneas que rebotaban en todas loas pantallas de América quemando la imaginación de millones de televidentes.

Un panorama sobre el puente. Que se extendía por la leve joroba de hormigón rebasando la frontera y llevando los chasquidos de los besos, de cuando en cuando, según la brisa, a inundar las pasturas argentinas con ondas de amor y paz, aunque sin milagros. Después se vio la luna llena a deshora iluminando el río en esa noche inesperada que se había cerrado sobre las aguas donde bailaban sus reflejos. Algún ganso puso música de ukeleles para acompañar la toma pero enseguida fue cambiada por una milonga que quedaba bien porque era lo que parecían expresar los cuerpos retorcidos de las dos mil quinientas parejas que se seguían besando y… ah! Parece que ahora toca cambio de parejas como en el baile del ladrillo!

Así es señores televidentes. Como ustedes pueden estar viendo, sobre el puente internacional se a generalizado el beserío que ya no respeta ni sexo ni edad ni da muestra de cesar más que para tomar aire. ¿Se podría deducir de lo anterior que se han terminado de limar las asperezas y llegado a un acuerdo definitivo? Por el momento así parece ser…

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martes, noviembre 20, 2007

435 FRENAR EL DESARROLLO ECONÓMICO

En fin que sin querer se habían reunido como quince comunas, entre argentinas y uruguayas, sin contar las que estaban incompletas. Se fueron reagrupando a los gritos y con agitación de manos. Se intercambiaron miradas de acordar un diálogo entre los de cada comuna con los otros de las otras. Lo acordaron y tras un sostenido silencio un “cabecita negra” fue el primero en hablar para pedir a los hermanos uruguayos que por favor explicaran qué pensaban hacer con esa chimenea que había provocado tanta desunión.

Después un fraybentino se puso a contar parte de los debates en los que había participado. La cuestión empezaba en:

1-para qué las pasteras.

Seguía en:

2-para quién tanto papel.

Y terminaba en:

3-una pregunta: ¿Estamos dispuestos a vivir con mucha menos comodidades y novedades tecnológicas para lograr un nuevo equilibrio con la naturaleza, aun a costa de tener que desechar integralmente nuestro moderno modo de vida?

Un cordobés –que andaba de paso- pidió explicaciones sobre que cosa era esa de desechar integralmente nuestro moderno modo de vida.

Abelardo, aun con no ser habitante, se lanzó al ruedo ofreciendo explicarlo él.

Le aceptaron y dijo que el desarrollo económico acelerado que es esencial al capitalismo está completamente reñido con las ya exiguas posibilidades autocurativas del planeta. La cuestión podría ser resuelta si la gran patria anarquista se seguía extendiendo a todo el planeta y si además todos admitían que a mediano plazo el desarrollo económico debía ser frenado y sustituido por el desarrollo humano. Pronosticó además que las transformaciones se iban a producir en cadena a partir del primer cambio que se hiciera, porque un cambio iba a implicar varios más para reacomodar toda la actividad y como la atención iba a estar puesta en no cambiar una cosa mala por otra peor, la sucesión de cambios podría multiplicarse hasta que llegáramos otra vez a la sociedad del neolítico pero con una enorme población.

Un profesor de Gualeguaychú contó que eso le habían querido explicar a unos políticos del pasado, sin ningún éxito, aunque les mostraron en funcionamiento el sistema de ecuaciones de Río Lobos que marca un punto de ruptura del equilibrio –ya ampliamente superado- después del cual el planeta no puede recuperarlo por sí mismo.

-El capitalismo ha gastado todas sus “vidas” en este juego aún antes de lograr que todos los humanos tengan comida. El socialismo se ha debatido entre ser el competidor o el socio del capitalismo. Pero nadie más que nosotros ha postulado la marcha hacia una sociedad sin economía en el sentido del aumento de la producción y de las ganancias. No queremos más que el progreso humano.

Mientras tanto Manuel se había vuelto a distraer de los discursos por besar los labios de Magda que extrañamente le parecían cada vez más atractivos con el paso del tiempo. Porque estaban allí, le parecía, como un puerto hacia el que ansiaba navegar para sentirse pleno. Como una naranja jugosa en un día muy soleado o un baño de agua fresca.

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domingo, noviembre 18, 2007

434 LOS HERMANOS SEAN UNIDOS

De pronto un criollo entrerriano
hizo señas de parar.
Dos cosas quería aclarar,
como lo hace el payador,
que habla sin ser dotor
pero cree en lo que dice.

Una cosa es la bandera,
Ese trapo tan bonito
Que ofender no me permito
Aunque haga alguna broma
Sus colores son aromas
Que se huelen dende lejos.

Otra cosa es la gente
que bajo bandera habita.
Que sufre ama y que grita,
sin mentir un sentimiento,
flameando en el mismo viento
que a los vecinos agita.

La gente es toda una,
a los dos lados del río.
Unida por amoríos
que las barrancas no atajan,
se mezcla como baraja
pa defenderse del frío.

Los hermanos sean unidos,
porque esa es la ley primera;
tengan unión verdadera
en cualquier tiempo que sea.
Porque si entre ellos pelean
los devoran los de ajuera.


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viernes, noviembre 16, 2007

433 LA BATALLA DEL MATE

Cliquear sobre el siniestro ícono, invitar a la flaca y al abuelo para darse un paseo y salir marchando para las bolas, fue todo uno. Claro que Abelardo insistió en ir en su súper sport y atrás se sumaron los otros. Nadie se quería perder una ocasión tan histórica que desde ya estaban llamando “La Batalla del Mate Amargo”. No porque pensaran que se iban a terminar tirando con la cucurbitácea por las cabeza, sino porque el elemento tradicional estaba siendo el mediador perfecto para un entredicho entre vecinos que no iban a cometer la estupidez de andarse agrediendo. En la historia podría haber algunas cuentas mal saldadas, pero nunca entre dos pueblos que siempre se han entendido sin necesidad de majestades imperiales que vengan a molestarse porque alguien simplemente dice la verdad.

Salieron en ángulo de 45 con dirección noroeste y en un periquete plateado de tiempo estaban llegando sobre la vertical de la banda de hormigón que une las dos orillas nunca separadas. Unidas han estado, por toda la gente que a diario las ha zurcido con palabras comunes y afectos y negocios. Amoríos y aventuras y revoluciones…

Bajaron entonces en la vertical justo sobre las cabezas de la multitud que al darse cuenta de que sobre ella descendía una bola luminosa sintió una cierta aprensión que bastó para que parara de corear aquella consigna de “era la papelera, era, era”. Se asomó a la ventana de la cabina quien había venido al frente, el Chabón Suárez, a decirles que no se preocuparan por la bola. Que en ella venía Manuel, el que el año pasado había cruzado con ellos el puente por primera vez en patas y que ahora era el líder indiscutido de la revolución anarquista de América.

La respuesta fue atronadora:

-“Manuel, Manuel, ¡qué grande sos!”

Sobre la banda del puente se vieron levantar 4998 brazos al cielo que de inmediato comenzaron a formar oleaje mientras muchas patas retrocedían para dejar un claro donde pudiera aterrizar la bola.

Cuando se abrieron las puertas-rampas de la nave de Abelardo y por ellas descendieron todos los pasajeros comenzó el carnaval. Porque también venían músicos entre la muchedumbre, que sacaron de inmediato sus instrumentos como si aquello fuese una película musical insoportable donde tocan sin saber sostener la guitarra ni mover las manos al ritmo de la música. Lo primero que sonó fue un chamamé muy apurado por hacer pausas donde se debían gritar los zapucayses, que se gritaron tanto y tanto que fueron sentidos desde Fray Bentos donde la gente salió a las calles para ver qué era lo que pasaba.

-Que es del lado del puente, te digo!

Enseguida se formó una caravana formada por toda clase de vehículos y de gente. Ya iban sabiendo lo que ocurría porque muchos habían estado mirando la TV hasta antes de salir a contarle a los vecinos e invitarles a pintar las pancartas que también decían:

“Manuel, Manuel, qué grande sos!”

Cuando la nueva columna llegó a la cabecera uruguaya muchos temieron que el puente no soportara tanto peso. Exactamente cinco mil personas que bailaban aquello que sentían salir de sus corazones, mezcla de cumbia con chamamé, candombe y zamba. Carnavalito, chacarera y Bamba.

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jueves, noviembre 15, 2007

432 Cliqueá el Icono Izquierdo

El Compañero del piquete de guardia se tomó la pera en evidente postura meditativa. En casos donde está en juego una hermandad que arranca en los albores de la historia es preciso mecerse la pera, rascarse el cuero cabelludo y retener las primeras palabras que vienen saliendo por los canales aferentes. No decir de golpe cosas como hermano no me jodas, vengan a tomarse unos amargos aquí con nosotros y déjense de joder, o cosas por el estilo, por sólo mencionar las más suaves y no mandarlos a analizar toda la basura que tiran a diario sobre el Río de la Plata. Que mugrientos, en alguna medida, somos todos y todos vamos a tener que cambiar si queremos salvar el planeta y dejarles algo a nuestros hijos y nietos…

-Te bañarías vos en El Riachuelo…?

-Y eso qué tiene que ver? El Riachuelo es nuestro.

-Sí, pero tira toda la mugre en el Río de la Plata, hermano…

El entrerriano miró muy serio al fraybentino.

-Bueno, mirá, nosotros somos como dos mil quinientos y vamos a pasar. ¿Se van a salir del camino…?

El uruguayo dio un último chupón a la bombilla y levantó la mirada serena hacia su nervioso vecino.

-Sobre eso no hay duda. Pero permitime una última pregunta. ¿Te acordás de Manuel, aquel que el año pasado cruzó el puente descalzo y en calzoncillos?

-Claro… Claro que me acuerdo y qué…? Yo fui uno de los que lo acompañó y los milicos de este lado nos metieron preso.

-¿Y te trataron mal?

-No es que me hayan tratado mal… el guardia de mi celda me cebó mate tres días seguidos y después nos largaron porque todos ustedes en el fondo saben que tenemos razón.

-Y claro que tienen razón… Ja, yo fui uno de los que les arrestó, me acuerdo… vos fuiste el que cuando Manuel quiso explicar qué venían a hacer, se puso a canturrear “Somos los Saliery de Charly”, ja ja.

-Bueno, apártense!

-Eh, esperá un poquito, esos no son modales para usar entre vecinos… ¿Y si te dijera que yo soy amigo de Manuel y que si querés le puedo pedir que venga a conversar un rato?

-¡Que vas a ser…! Pss…

Una voz interna de esas que suenan por dentro de un caño hueco avisó que Manuel estaba en ese momento mirando una pantalla conectada a la red de Las Bolas de Manuel y podía comunicarse activando el ícono izquierdo cuyo cartel reza “ida y vuelta”. El Entrerriano levantó la mirada al pequeño parlante colgado con un trozo de alambre herrumbrado de un clavo en peores condiciones en la pared del puesto de frontera.

-Y la imagen? –preguntó.

-Adentro. Vení, pasá, pasá. Tenemos un 29 pulgadas.

Antes de entrar giró la cabeza y anunció a los que le seguían:

-Esperen, tenemos una tele conferencia.

Manuel tomó el ratón y desplazó el puntero hacia el ícono mencionado.

-

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miércoles, noviembre 14, 2007

431 LA CORONA SE MOLESTA

Pero la imagen fue cortada por un flash informativo muy sacado de contexto. Los presidentes americanos andaban por Chile y se había producido un entredicho entre los españoles y el inefable compañero presidente Chávez, para coronar el anterior entre Tabaré y Kirchner que seguían ostentando sus respetivos cargos porque nadie se acordó de decirles que se habían quedado sin quórum. Caso distinto al de Venezuela, gobernado por su presidente electo y todavía con una organización política tradicional. O el de España, con presidente y además corona, la que no tuvo otro remedio que agraviarse

A continuación pusieron la imagen de la papelera vista desde arriba del puente. Manuel se sorprendió al reencontrarse con esa imagen que tenía guardada en la memoria de cuando pisoteaba, junto con los otros ocho, ese duro hormigón.

-¿Así que la comuna de Fray Bentos siguió no más con el proyecto?

Mandinga se rió.

-¿Saben lo que me dijeron…? Que las discusiones se siguen nada más que para ver quién termina teniendo razón. Que de todos modos ya se llegó a un acuerdo de transformarla en otra cosa que va a dar lugar al trabajo de toda esa comuna. Tabaré y Kirchner todavía no lo saben.

Manuel estaba en otra cosa volviendo a los recuerdos de aquella aventura. Ahora se daba cuenta de cuan cómico había sido todo. En aquel momento no lo había visto por andar demasiado preocupado con lo que le pasaba. Si hubiese sabido que el mismísimo Germán Oesterheld le había preparado toda esa historia plagada de sorpresas y metidas de pata…bueno, seguro que hubiese al fin estallado en una gran carcajada para festejarle el chiste de equivocarse a cada rato y tenerle siempre al borde del precipicio… Pero claro, los tipos todavía no sabían como manejar las bolas por control remoto y solían equivocarse por unos cuantos metros o quilómetros… En un año se había producido un avance muy grande en el diseño de las bolas que sin llegar a la sofisticación que mostraban las grandes naves de pasajeros de Nuestra Compañía, hoy por hoy esa bola que había traído Abelardo, bien se la podría comparar con un Porsche pistoneando.

Otro llamado de atención desde la pantalla. ¡Los argentinos se había lanzado a cruzar el puente! El cronista de voz un tanto gomosa se atragantó pronunciando las palabras acompañadas por tomas hechas con teleobjetivo. ¡Eran una multitud caminando todos descalzos para simbolizar la vuelta al respeto por la naturaleza! Una mancha gris compacta que avanzaba sin pensar en detenerse en ninguna frontera. Del otro lado, o de este si se quiere, los muchachos de la comuna militar del puente que fueron tomados por la cadena de Manuel, tomaban mate sentados en unos banquitos de ceibo mientras la mancha avanzaba. La veían sí y hasta repetían junto con la radio que algo se movía hacia ellos desde el lado argentino. Enseguida llegaron y pasados los saludos de rigor, hubo que preguntarles que era que venían a hacer todos juntos para este lado.

-A volar la papelera! –respondió un coro de mil voces.

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martes, noviembre 13, 2007

430 MI LOCO VIEJO AMIGO

Mandinga rió con su risa aguda. Aquella risa que le salía no de entre sus gruesos labios sino desde algún lugar de la garganta pasando por detrás y saliendo por los oídos. Por un decir que intente explicar la extraña forma de resonar aquellas risillas burlonas que solía emitir cuando la comicidad de la situación, a su manera de sentir, llegaba al extremo.

-Abelardo, Abelardo… viejo loco, mi amigo. ¿Qué pretendés? Los muchachos están haciendo las cosas mucho mejor que lo que vos nunca soñaste… ¿A qué venís a calentarles la cabeza?

-Precisamente por eso… No quisiera que toda esta revolución tan soñada por generaciones y generaciones, se termine estropeando por la indolencia de creer que ya está todo hecho. Habrá guerra. Tenemos enfrente a un enemigo que nunca ha dudado de usar el arma que fuere. No esperen caballerosidad ni buenos modales. No crean en tratados ni armisticios, esperen la traición… Tienen un solo camino posible, la victoria total, con aniquilamiento de las armas enemigas.

Manuel preguntó si pretendía que fueran ellos los atacantes.

-Por supuesto! Cuanto antes mejor y no con esos proyectiles propios del cine mudo. Con el mismo procedimiento que han lanzado tortas de merengue pueden lanzar… -Miró a Manuel- vos ya lo hiciste contra la nave de San Jorge que implicó un repliegue inmediato.

-Eso fue un duelo.

-Que los apartó de la antigua costumbre de meterse dentro del punto… Yo estaba mirando la escena por el visor de la cuerdas multidimencionales. La verdad es que temblaba de miedo, tuvimos suerte porque el finado San Jorge… fue él quien entonces subestimó al rival. Creyó que reteniéndoles fuera del punto ya eran pan comido…

-Pero entonces ¿Querés que ataquemos o que nos metamos en el punto?

-¡Las dos cosas! ¡Guerra de guerrillas! Ellos no pueden hacer lo mismo, no saben ni quieren aprender a meterse dentro de un punto. Y al mismo tiempo ustedes no pueden vivir escondidos…

Al mismo tiempo todos giraron la cabeza hacia la pantalla grande del monitor, donde se repetía la misma escena que estaban viviendo aunque con unos segundos de diferencia, suficientes para producir el efecto de eco en los sonidos.

-¡Estamos en directo! –gritó el Cholo.

-Busquemos las cámaras –el Chumbo.

Ernesto aconsejó que alguien se fijara si al moverse ellos la imagen iba aumentando de tamaño, justo en el momento en que la pantalla mostró un cambio de toma, ahora desde sobre sus cabezas. Todos miraron sin ver otra cosa que la bóveda de arenisca rosada del techo. Allí no había ninguna cámara… al menos de tamaño visible. Alguien corrió en busca de una escalera y cuando volvía se enteró de que la toma ahora era desde abajo para arriba, exactamente desde un punto ubicado entre el pie derecho de Manuel y el izquierdo de Cholo sin que hubiese manera de taparla poniéndole un pie encima. La imagen igual era obtenida a través de cualquier objeto que pretendiera obstaculizarla…

-No busquen más –aconsejó Abelardo- no se trata de ninguna cámara. -Esto es una visión como la que Germán obtiene con el visor de cuerdas. Se toma desde cualquier lugar del universo. Solo hay que ajustar las coordenadas al punto que se quiere enfocar.

Ahora la imagen apareció normal –toma horizontal a la altura de las mandíbulas- y todos parecieron acercarse, un poco confusos, al entorno de Abelardo. Querían entender de una buena vez como mierda era que se podía espiar cualquier lugar sin necesidad de ningún aparato.

Abelardo se rascó la cabeza y nerviosamente miró como pidiendo ayuda a Mandinga.

-¿Querés que yo se los explique?

-No, Mandi. Ya estamos otra vez metiéndonos a cambiar la historia!

Mandinga volvió a reír divertido.

-Desde hace rato…

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lunes, noviembre 12, 2007

429 LA ESTUPIDEZ DEL SISTEMA

Cholo entró en el terreno.

-Nuestra fortaleza no radica solamente en las bolas, sino en que es la gente la que ha llevado adelante esta revolución. ¿Cómo podrían vencernos…? Lo más que podrían hacer es derramar sangre estúpidamente, como cuando Viet Nam.

Y Manuel:

-Si es que les presentáramos batalla… Los podríamos ignorar. Dejarlos formar esos gobiernos títeres que acostumbran y no darles bola…Seguir con el funcionamiento de las comunas… no pagar los impuestos… no mirar televisión.

-Desatarían la represión. Encarcelarían a los dirigentes. Harían correr rumores de que algunos de ustedes ha traicionado a los otros…Tienen mil armas de ese tipo y una larguísima experiencia. El que no se afloja con las ofertas de dinero y poder se afloja con la picana eléctrica en los huevos o por la tortura sicológica. Lo habrán leído en Fahrenheit, no participar de la estupidez del sistema pasaría a ser grave delito.

-No creo que haya arma tan poderosa como el boicot total.

-Nunca se ha logrado. Por algún lado siempre revienta la cadena y un boicot a medias solo sirve para saber cuales son los eslabones débiles, los que prefieren la comodidad del alcahuete a los nervios del protagonista.

Cholo fue categórico:

-La experiencia que estamos haciendo no tiene ningún antecedente. Aquí no hay dirigentes que meter preso ni corromper. No se puede corromper a todo el mundo!

-¿Te parece…? –dijo Abelardo con evidente intención recursiva y continuó. -¿Qué será lo que han estado haciendo todos estos siglos? Con la enseñanza, con la policía, con la publicidad… La enseñanza al servicio de la obediencia y la genuflexión creo que ha sido lo principal. Han estado encontrando medios para frenar, cada vez más indirectamente, el avance de las masas. Seducirlas con migajas, entretenerlas con mucho circo y espejitos de colores, convencerlas de que la felicidad es tener lo que le dejan tener al que se porta bien y colabora.

-Pero eso se terminó –protestó Cholo. –Aquí en Uruguay la publicidad y los operativos de formación de opinión publica en contra de las comunas, se fueron muriendo solos por falta de clientela. La enseñanza se hace en cada comuna a partir de las explicaciones de que cada humano tiene una dosis propia de poder que es intransferible, que nadie ha inventado algo tan maravilloso como la dignidad humana, que los dioses son proyecciones de lo que el hombre siente adentro y que la libertad no es un derecho, es una obligación. Nadie puede huir de sí mismo …o por lo menos no debería…

Abelardo casi se puso a aplaudir pero se dio cuenta a tiempo de que todos le iban a criticar su antipática ironía. El muchacho era inteligente y joven. Admirable su convicción tratándose de defender una postura tan heterodoxa, pero…

-No sobrevaloren los éxitos actuales. Unos meses no son nada frente a la historia. Hay una muy basta experiencia de fracasos a partir del éxito…

(Esta es una historia continuada. Sería aconsejable leerla desde el post n. 1)

sábado, noviembre 10, 2007

428 UN SER IMPERFECTO

Aníbal quería saber quién era ese viejo de pelo blanco que hablaba como un filósofo chino y se lo quiso preguntar en voz baja al de al lado cuando bruscamente todos callaron dejándole con el volumen alto para que se oyera la pregunta y Abelardo levantara la mirada como un par de sables de plata que clavaban sus puntas a ambos lados de la cabeza del preguntador.

-Yo soy Abelardo Goiticoechea, un ser imperfecto que cuando niño en la tierra se llenó el cerebro de historietas, el corazón de heroicas emociones y el alma de la poesía del universo.

-Igual no entiendo por qué llora.

-Porque tarde uno comprender las cosas.

-¿Las historietas?

-No. Lo que es una persona y un personaje

-¿Cuál es la diferencia?

-El sargento Kirk, por ejemplo es un personaje…

-Que tiene su alma…

-Alma de personaje pero no alma de persona.

-¿Y cual es la diferencia?

-Ellos siempre van a ser los mismos. Nosotros cambiamos. Cuando tratamos de dominar a una persona la transformamos en un personaje al que le definimos todas las maneras de reaccionar, los gustos y los intereses. El que es personaje acepta el modelo que le presentan. Las personas ni siquiera se plantean la posibilidad.

Manuel se adelantó.

-¿Y yo qué tal?

-Sos persona Manuel, por supuesto, pero nosotros no tendríamos que haberte siquiera tentado. Quisimos hacerte personaje, transformarte en el nuevo Che Guevara que volando sobre una escuadra de naves luminosas liberara al menos América Latina de la dominación por el dinero y el poder.

-Tendría que no haberles dado bola en nada…

-Muy difícil, te apabullamos a tecnología.

-Y además dejaron la puerta abierta para que entraran los ángeles y me vinieran a raptar!

-Fue un error estúpido, lo reconozco.

-¿Y ahora qué hacemos?

-La brecha está cerrada. Puede venir de tanto en tanto algún ángel pero no creo que se ocupen de hacer operaciones ellos. Vienen por tareas administrativas de control de lo que hacen los de arriba que son los que están a cargo del dominio del planeta. O sea que… Si hay enfrentamientos ustedes tendrían las de ganar por la diferencia de la tecnología en materia de naves. Los ángeles siempre se han negado a transferirles esa clase de conocimientos.

Cholo ahora se rió casi con entusiasmo.

-Así que otra vez será solamente entre nosotros y ellos?

-Por eso te decía al principio que tenían buenas posibilidades de éxito pero pasando por el peligro de tentarse con el poder… Tendrían que tomar conciencia de que en caso de ganar la guerra sería tal el poder que se centraría en ustedes, que podría llegar a serles imposible no abusar.

-Ganaríamos todos la guerra, no nosotros.

-Pero en las mentes de millones de latinoamericanos serían ustedes. Ahí está el poder.

-Las comunas se manejan todas con independencia…

-Pero pensando en ustedes….

(Esta es una historia continuada. Sería aconsejable leerla desde el post n. 1)

jueves, noviembre 08, 2007

427 Tengo Algo Que Decirles

Fue entonces que Abelardo apareció caminando lentamente, cabizbajo y meditabundo, hasta reencontrarse con el grupo que le había olvidado en el lugar de la reunión anterior. Algo en él hizo que todos se callaran. Parecía venir soportando una pesada carga que seguramente ansiaba alivianar.

-Algo tengo que decirles al respecto…

Fue a sentarse a un costado sobre una saliente de la arenisca de la pared. Desde allí levantó apenas una mirada opaca que abarcaba a todo el grupo.

-Yo he sido culpable de muchas cosas… Reconozco que me he metido, por insano interés, en cuestiones en las que nunca debí meterme. Alteré el libre y natural curso de los acontecimientos… por amor… por vanidad intelectual… por estupidez. Después…Lo induje a mi amigo Germán a que probara a su vez de proyectar sus técnicas literarias a las cuerdas dimensionales del universo que habíamos descubierto. Reaccioné cuando ya era tarde y se había abierto una brecha por donde era fácil pasar de nuestro mundo al de los vivos cosa que podrían aprovechar otras gentes tal vez con no tan buenas intenciones… Pero para reaccionar debía contrarrestar los cambios ya en curso de acción o al menos compensar los males que esos cambios provocaran en personas inocentes… Para eso… era necesario determinar exactamente cómo hubiesen sido las cosas si no hubiera ocurrido la pequeña corrección de coordenadas en el sistema multidimensional…¡Pero eso nos resultó siempre un problema imposible de resolver!

Abelardo lloraba. El segundo en poco tiempo que la emoción le ha desbordado dentro de la caverna.

Manuel fue hasta él y dejándole unos instantes de desahogo, después le preguntó:

-¿Querés decir que no saben cuanto cambiaron la historia?

Abelardo apenas levantó la cabeza.

-El futuro…

-¿Qué tal vez no cambiaron un carajo?

Ahora se enderezó.

-No. Yo creo que algo sí cambiamos. Pero no sabemos cuanto.

-Y decime, abuelo… Esas técnicas literarias aplicadas a las cuerdas ¿cómo eran?

Abelardo giró la cabeza y habló con energía.

-No. Ni por un instante pienses lo que estás pensando! Nosotros alterábamos algunos detalles en las probabilidades de que ocurra algún acontecimiento fortuito en un determinado momento y lugar. Con eso pretendíamos aumentar la tendencia históricas a concretarse en realidades más a nuestro gusto y convencimiento… Pero lo del blog ese que sale en internet, nosotros no hemos tenido nada que ver. Hasta creíamos que era otra de las actividades del grupo de ustedes, Los Maquis.

Manuel se cuadró serio frente al viejo.

-Y ahora quieren que esto sea siempre una historia heroica?...Para eso aparecieron los ángeles, no?

-No, Manuelito… No es así… Nuestra culpa fue facilitar la pasada por esa brecha que te decía, pero… Nosotros no queremos que vivan de guerra…queríamos otra cosa…

-¿Qué querían?

Abelardo dejó brillar sus iris almendrados en el aire de la cueva al sonreír culposamente.

-Una revolución libertaria en la tierra y… yo, además quería tu felicidad Manuel.

-La revolución está en marcha…

-¿Y tu felicidad?

Manuel no pudo disimular un gesto de impaciencia.

-Mirá…soy bastante feliz pero… si no se hubiesen metido a jodernos la vida tal vez sería mucho más.

El abuelo, aunque avergonzado le sostuvo la mirada.

-Creeme, Manuel, hace tiempo que nos prometimos no cambiar más nada. …Ni siquiera para tratar de retroceder los acontecimientos a los derroteros originales.

-¿Y la brecha?

-Está cerrada.

(Esta es una historia continuada. Sería aconsejable leerla desde el post n. 1)

miércoles, noviembre 07, 2007

426 ¿No será esto una fantasía?

Olvidaron los cadáveres y fueron todos a rodear a Cholo para lograr que poco a poco se incorporara perdonándose, aunque fuera en parte, el acto aborrecible de matar para vivir. Lo fue logrando y poco a poco pudo levantar la mirada para ver a sus amigos.

-Tendríamos que encontrar la manera de evitar eso.

-No se puede –le dijo sorpresivamente Manuel, poniéndole una mano sobre el hombro- La vida y la muerte se mezclan en la que nos tocó vivir. Esto estaba escrito.

Cholo se despabiló.

-¿Qué estás diciendo?

-Que estábamos tratando de evitar el derramamiento de sangre y ocurre justo esto. No es casualidad.

-La posibilidad existía…

-Pero vos no notás que hay como una tendencia a que entremos en una historieta heroica donde pelean dos bandos, uno bueno y otro malo.

-Nosotros somos los buenos, supongo.

-Sí, pero no importa--- ¿Sabés qué? Nos necesitan…

-¿Quién nos necesita? ¿Y para qué?

-Somos los personajes…

-Ah, eso otra vez…! …¿Quiénes?

-Yo qué se quien puta escribe esta historia… quién sea, nos necesita porque sin personajes no hay historia

El Cholo recuperó el humor. Se reía.

-Nos podríamos declarar en huelga. No hacer nada, no hablar.

-Ja, yo creo que si lo hacemos, los tipos adaptarían la historia a eso y nos meterían en nuevos problemas para obligarnos a actuar.

-Pero te los supones omnipotentes?

-Yo qué se! Un escritor puede inventar las situaciones que van a rodear a sus personajes.

-Pero esas situaciones son imaginarias. Solo ocurren dentro de la fantasía…

-¿Y esto que vemos…no será una fantasía?

Cholo se impacientó.

-No esta pared es de piedra y si le pego me lastimo. Los muertos que están allí, están allí y están muertos.

Manuel sonrió compasivo.

-No me hagas caso…

El silencio no duró dos segundos hasta que la carcajada de Mandinga empezó a crecer y rebotar en todos los recovecos de la caverna. Se golpeaba la cabeza y la cara con las manoplas como un perfecto simio sacudido de risa tartamuda.

-¡Es un genio! No me digan que no es un genio. ¡Fíjense en la forma que lo dijo! Pensar que algunos escriben libros que nadie entiende…

(Esta es una historia continuada. Sería aconsejable leerla desde el post n. 1)

sábado, noviembre 03, 2007

425 El Llanto de Cholo

Manuel sabía que no lo iban a matar. No iban a hacer algo tan antinatural aunque fuera costumbre en esos casos en que nadie piensa que el acusado se pueda recuperar. Ejecutarlo así sería como pretender tener la razón de una manera absoluta, sin ninguna clase de matices… Ahora… Dejarlo suelto era demasiado peligroso…

Cholo sabía que no lo iban a matar. No iban a hacer algo tan reñido con todos los principios humanistas como matar a un sujeto indefenso por muy asqueroso que pareciera…Ahora…¿Dejarlo libre…?

Ernesto Federico sabía que no lo iban a matar. No era esa la vibración que estaba emitiendo el grupo ni el ánimo que anidaba en su corazón…Ahora bien… ¿Qué hacían?

Dengue sabía que no lo iban a matar. Miró la cara del hijodeputa y encontró aquí y allá, en esa anatomía, pequeños indicios coincidentes con cosas que él había visto en las máscaras de sus pesadillas. Ahora, pensó, nosotros estaremos siendo esas máscaras para él…Habría de ser muy fuerte el miedo que tenía y por lo tanto mucho el ingenio que estaría consultando para zafar otra vez y seguir masacrando gente. No lo podían largar, pero tampoco ensuciarse las manos con sangre.

Chumbo se imaginaba que sus amigos no se iban a animar a matarlo. Era natural, todos ellos siempre habían elegido el método blando y mental para las rebeldías. Tal vez tenían razón, él lo podía aceptar y convivir con esta gente tan poco preocupada de demostrar quién es más macho como le había tocado a él aprender a la fuerza, desde que tenía memoria. Aunque pareciera que estaban jugando un juego de niños… Convivir con gente de la que no hay por qué cuidarse tenía también su encanto.

Vittorio Giorgionne sabía que no era posible ejecutarlo, cosa que de alguna manera se merecía, sin quebrantar todas las imágenes internas, identificatorias del grupo. Sería una herida imposible de cicatrizar y por eso capaz de terminar con el grupo mismo. Ahora iban a tener que exprimirse el cerebro para sacarle la solución al dilema…porque la tercera posición, la condena de cárcel, tampoco parecía viable.

Magdalena sabía y quería que no lo mataran. No quería llegar a ver a los suyos como seres sanguinarios. Ahora… Las alternativas parecían pocas y nada bonitas.

Margarita sabía que los hombres se iban a romper la cabeza pensando los argumentos a, b y c para contrastarlos con los d, e y f y sacar las probables conclusiones 1, 2 y 3 que serían las que ella había pensado desde el principio sin ningún argumento.

Nilo sabía que estaba de visita pero pensaba intervenir en la discusión porque los crímenes de Dow eran contra la humanidad.

Mandinga pudo leer algunos de esos pensamientos con resignación. Sabía de antemano que no lo iban a condenar a muerte, única cosa que podría detener a aquella máquina sin alma y mandársela a sus parientes allá en el segundo tiempo. Que se le iba a hacer, sus amigos eran humanos, la especie más contradictoria que nunca se haya visto. La especie que tanto masacra millones en frigoríficos humano, como llora enternecida por una escena sentimental.

-¿Me permiten proponer una solución transitoria?

Las miradas que se intercambiaron fueron permisivas. Cholo, sin bajar el arma que colgaba de su cuello y de perfil le contestó

-¿Por qué transitoria…?

Mandinga encogió los hombros –con lo que parecía más alto y feo- y abriendo las palmas inocentes a los lados –como si esperara ver si llovía- dijo:

-Porque no creo que lo puedan resolver ahora sin consultar a todos los pueblos que han sido víctimas de ese sujeto…

Aníbal gritó “Guarda que atacan” y cuando miraron restallaban las armar de Cholo y Chumbo, que casi habían caído en distracción al momento en que los clones arremetían por tres puntos al mismo tiempo con pretensiones de que los laterales llegaran a quitarles las armas. Quedaron tres hileras de cadáveres en un charco de sangre gris y el lamento desesperado de Cholo que lloraba hecho un ovillo sobre el suelo.




(Esta es una historia continuada. Sería aconsejable leerla desde el post n. 1)