martes, septiembre 27, 2011

832 Los Verdaderos Malos miran a los ojos.

Supimos por otra vía... eeeh..... Difícil sería explicarlo.... porque significaría decirles que esa información nos ha llegado por un vía combinada que implica, si se quiere, que una vez concluidos los hechos, se conoció esa información y se la retransmitió hacia el pasado, que es donde ahora estamos. O algo así. Lo crean o no, porque es una cuestión de naturaleza discutible. Lo que nosotros estamos conociendo ahora, en simultáneo, de las peripecias de Manuel, fue ignorado por bastante tiempo por nosotros mismos y por todo el mundo, hasta que se liberó en algún momento en el futuro, y desde allí nos enviaron esto que recibimos... estamos recibiendo...

Ja ja, lo creían más complicado, no?

Bueno, pero la cuestión es que sabemos que Manuel no se tomaba aquello demasiado dramáticamente cuando le sacaron de la habitación de los focos y le empujaron puertas afuera hasta otra pieza más pequeña, para abandonarle sobre una vieja alfombra gastada. Es que los sujetos no le parecían demasiado peligrosos, más bien un trío de malos actores tratando de hacer el papel de malos.

-Se escondían detrás de las luces... bah. Los verdaderos malos miran a los ojos.

(Título para un sainete post-moderno)

Lo que no terminaba de entender era el bando al que pertenecieran estos hombres grises. Parecían terráqueos, es decir habitantes de este juego dimensional sobre la Tierra. sin embargo enterados de la existencia de mundos paralelos... y al mismo tiempo ocultadores de esa información. Como que fuesen guardianes de la actual situación de aislamiento e ignorancia. Guardianes secretos de este mundo peculiar, casi estampita de primera comunión frente a las cosas que se ven en los otros.
Tampoco terminaba de entender por qué todo esto tan pacato e hipócrita le parecía el mejor mundo para que su hijo se criara sano y salvo. ¿Sólo para que se le pareciera más y prolongarse vivo en él? ¿O realmente era un mundo menos peligroso?
Quizá fuera que aquí la gente es menos sensible al dolor ajeno. Cada cual se encierra en su mundo privado mientras otros sufren. O tal vez...

Por suerte la familia no había sido amenazada...

Y se puso a pensar que debería elaborar una estrategia para zafar de la situación o si fuera posible de la prisión misma. Escaparse y después... No, no precipitarse a denunciarles a la policía porque... Antes se debería averiguar qué ideología política les era afín. Les sentía tufito de derecha católica, tipo Opus Dei. Medio Tartufos. Extraños. Gente madura raptando gente. Operativos comando. Interrogatorio con luces...





lunes, septiembre 26, 2011

831. Enfocado.


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En este momento vemos a Manuel atado con muchas vueltas de soga al respaldo de una silla y enfrentado a un par de potentes focos detrás de cuyo resplandor se oculta u ocultan personas que pretenden interrogarle. Se escuchan susurros, carraspeos de garganta y una respiración agitada a la vez que profunda. Escuchemos:

Voz 1 - Sí, lamentamos haber tenido que recurrir a estos métodos, pero la seguridad planetaria está por encima de toda consideración personal. Necesitamos que nos digas quien o quienes son tus contactos.
Manuel- Primero le quiero pedir que apague esas luces o que me permita sentar de espalda a ellas. Me voy a quedar ciego.
Voz 1- De ninguna manera. Todos nuestros detenidos son tratados a un pié de igualdad. Contesta mi pregunta.
Manuel- (Con los ojos cerrados) Yo no tengo contactos. No se de qué me están hablando. Ustedes me han confundido con otro. No se qué buscan. Yo soy un simple jardinero...
Una voz.-¡No te hagas el loco! Podemos emplear métodos mucho menos amables.
Otra voz.- Seguro.
Manuel.- Tengo mi familia y algunos amigos de la niñez. Trabajo con quien me contrata... No soy un agente secreto.
Una voz.-Fuiste a una reunión de una logia secreta.
Manuel- ¿¡Secreta!? El Circulo Literario se reúne en el parador de Luque, a la vista de todo el mundo.
Una voz.-Sabemos eso, pero también que el Círculo sirve de fachada para otra cosa. Sabemos mucho más que lo que te imaginás.
Manuel.- Si hay algo detrás yo no lo se. Fui a una sóla reunión y ni siquiera me quedé hasta el final.
Una voz.- Ah, y pensás que nos vamos a creer que un club de intelectuales invita porque sí no más a un simple jardinero de rastrillo y carretilla.
Manuel.- Sí, a mi también me llamó la atención... Pero no parecen ser conspiradores o terroristas.
Una voz.-¿Quién te invitó?
Manuel -Nadie... Yo pregunté no más... qué era eso del Círculo Literario y Metafísico y alguien me dijo que unos locos que se reunen todos los martes en el parador  a leer poesías y cosas por el estilo.
Una voz.- ¿Quién...?
Manuel.-¿Quién qué...?
Una voz.- ¿Quién te invitó?
Manuel - Nadie me invitó...! A mi me gusta la poesía.
Vos 1 -Se nos termina la paciencia Manuel. Sabemos quién sos y tu larga trayectoria de agente desestabilizador, No vamos a permitir que desequilibres este mundo.
Otra voz.- El mal será cortado por su raíz.
Tercera voz..- Tendremos que hacerlos desaparecer a todos.

Una voz.- (otra vez después de unos segundos de silencio) Esperen, esperen! Tenemos planes especiales para arrepentidos. Podemos ofrecerte una vida tranquila, como vos decís, con tu familia y tus amigos de la infancia, a cambio...
Manuel.- A cambio de que yo invente una mentira?
Una voz.- Mentira es eso de que sos un simple jardinero. Sabemos que sos capás de fabricar armas más terribles que cualquiera de las que se usan en la actualidad. Queremos que nos entregues los planos y que nos des los nombres de todos los implicados. Tampoco a ellos les pasará nada si colaboran.

Ahora comienzan a sentirse ruidos que parecen producirse en otra habitación. Se abre la puerta sorpresivamente y aparecen a la izquierda de Manuel cuatro bultos humanos de cabezas encapuchadas tipo K.K.K.

Salen haciendo mutis por el foro. La habitación queda desierta. Se apagan las luces.






domingo, septiembre 25, 2011

830. Reporteros en acción.

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Por suerte pudimos memorizar la chapa del auto gris que se lo llevó a toda marcha sin desviar siquiera los pozos ni despreciar ninguna esquina para doblar y perderse entre los pinares y el anonimato. Pudimos rastrear el registro del vehículo para enterarnos que había sido hasta una semana atrás, propiedad del Ministerio del Interior. Comprado en un remate por cuatro mangos, por una tal Compañía de Abastecimientos y Filantropía Práctica Nuevo Amanecer. Con sede en San Jacinto, Canelones, que cuenta entre sus mayores accionistas a alguien de apellido Cotuño. Y vuelto a pintar, cambiándole el color, en un gran taller de pintura de la calle Pintos Risso.
Antes había sido coche de incógnito, también de color gris, pero más claro. El nuevo gris resultaba bastante anodino.

En ninguno de los 35 establecimientos conocidos de la Compañía fue visto el auto, en las 12 horas siguientes al rapto, pero sí a eso de las cuatro, pasar por el peaje del arroyo Solís sobre la Interbalnearia, con los parlantes del equipo embutiendo sonidos y aturdiendo con los bajos continuos de una música que sólo consistía en eso. Los ocupantes eran cuatro señores con cara de pocos amigos. Como señal particular se había anotado que por la puerta del baúl perdía gotas de un líquido ambarino. Ambarino quizá, pero no rojo.

Habían arrancado a gran velocidad sin esperar el vuelto.

Luego un contacto que tenemos en el Balneario las Flores, consignó haber visto el mismo auto, con las mismas caras adustas en su interior, llegando a un parador que hay en la ruta 10 antes de llegar al kilómetro 90. Pero en completo silencio bajó uno de los ocupantes a comprar agua mineral, que fue cuando el testigo estuvo más próximo al vehículo y escuchó perfectamente los golpes que un par de pies daban a la tapa del baúl desde adentro.

Por ahora esa es nuestra última pista.

Seguimos trabajando: Hemos descartado que Manuel llevara consigo algún teléfono celular y que el auto hubiese seguido mucho por la Interbalnearia. Pudo haber doblado por la ruta 71 rumbo a la estación... o tal vez haber encontrado su destino en alguna de las callecitas del balneario.

¿Si hay por allí lugares apropiados para esconderse? Pues claro que sí! Especialmente para el norte, adentrándose en la sierra...
...a esa altura la sierra queda cerca de la costa.

Pero... ¡Atención! Nos está llegando un reporte interdimensional. En coordenadas correspondientes a nuestro mundo ha sido ubicado Manuel . En este momento se ocupan de abrir un canal sostenible entre ellos y Manuel, primero, para enseguida abrir otro en dirección a nuestra posición,

Bien, esperamos.

¿Cómo que si no vamos a hacer nada? ¿Para rescatarle, querés decir...?

Eso.

Eso no nos compete. Nuestra misión es periodística, no te olvides.






viernes, septiembre 23, 2011

829. Demasiada Imaginación.

Claro que para hacer jardines no es necesario resolver enigmas filosóficos, Sólo hacer de cuenta que todo está bien y usar la voluntad para mover los brazos, dejando que esa idea que pretendía dar una explicación de todo  se vuele y olvide. Mala suerte.

¿Y si a él le importara mucho más este tipo de cuestiones que esas que llaman prácticas, qué?
Si al poeta le gusta la poesia, más que el dinero, que?
O al médico la medicina?

...

 Claro que a él no le había interesado ser un líder. Bastante pesado le había resultado que tanta gente le viera así y hasta, en algunos casos verse obligado a asumir actitudes de conductor. Siempre le parecía que las conquistas que no se consiguen a plena voluntad, no son tales. Tal vez incluso, pasos atrás para el que simplemente se deja llevar por el líder. Que la pequeña medida de poder que le corresponde a cada cual no debería ser entregada a otro. Que la única forma de gobierno digno para todos sería la anarquía.

-Lastima que en este juego dimensional nadie nos de bola.

-Ah, si esta gente supiera...!

-Pero no, ya está decidido así. Aquí somos sordos y ciegos por unos años hasta que Ulyces crezca.

-Ta bien.

Le pareció muy raro pensarlo pero estaba pensando que había visto a un hombre vestido de gris ocultarse detrás de un tronco de árbol de aquellos adelante. Mirarle y ocultarse rápidamente. O sería su imaginación?
que siguiera haciendo conjeturas  sobre el veterano vestido de gris al que nunca había él podido ver la cara y aquel otro hombre de gris, el del Círculo Literario y Metafísico. ¿Serían la misma persona? Poco probable que el Jefe de Correos pudiera vivir en aquel barrio tan modesto, pero no era necesario que viviera. Según la vecina  aquél sólo venía de visita...

O su vista le engañaba o desde detrás de aquel otro árbol, adelante, sobresalía una aparente varilla de metal finita, que pareció brillar por un instante. No.

No se veía más nada. Absolutamente nada salido de lo normal. Se reiteraba, este es un mundo normal, donde sólo pueden ocurrir cosas normales. Donde cada día se coloca prolijamente a continuación del anterior, y así todas las cosas. Las leyes de la física parecen haber sido escritas de una vez y para siempre. No hay retoques ni contraorden. Un mundo ideal para que un gurí se críe sano y contento, que es lo menos que merecemos... aunque lograr la Anarquía también estuviese bueno.

No pudo seguir pensando a la san fasón porque una mano enguantada salió desde detrás de un tronco tapándole la boca, mientras otras le sujetaban  costillas y brazos. Un revoltijo de trapos grises y ruidos respiratorios que terminaron con Manuel envuelto en alguna suerte de paño lenzi muy oscuro en el interior de la valija de un auto con el motor prendido.

Se lo llevaron.















miércoles, septiembre 21, 2011

828. La Naturaleza de la Realidad

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La flaca le hizo la cabeza al pequeño para que pensara que ese revoltijo era una comida exquisita. Total, que igual era comida sana y alimenticia aunque no tuviera un nombre en francés, ni en español, qué tanto.

A Manuel el argumento le parecía válido porque sabía que nuestros gustos son modelados por influencias externas que hace que gustemos justo de aquello que ellos nos quieren vender. Lo sabía simplemente, sin haberse puesto a pensar el por qué, ni a sospechar que algunos pudieran pensar otra cosa. La publicidad  era la forma moderna de la lisonja mentirosa. Pero la lisonja avanza, trepa y se apodera del cerebro. Siempre fue así. En este y todos los mundos conocidos. Como si existiese una a simetría, congénita al Universo, que a la postre beneficiara a los arteros sobre los sinceros, en el reparto del poder.

Sacó el carrito de las herramientas del galpón del fondo...

Que no era otro que el antiguo galponcito, ampliado por Manuel con sus brazos y piernas, un martillo y un serrucho. Una semana trabajando en los ratos libres que fueron varios.

Sólo le falta arreglar el piso, cosa que haré ni bien junte el dinero para comprar el Portland, se decía., aunque sin tomárselo demasiado en serio.

¿Qué tal?

-Un pedazo de muchacho vulgar y anodino, sin mayores pretensiones ni gusto por la responsabilidad, diría yo.

-Yo creo que no. Que el muchacho no rehuye de las responsabilidades, sino que las encara a su manera, a la manera que el cree que se deben encarar.

-¿Pero cómo puede creer que esa es forma de criar a un hijo...? No enseñándole a superarse, dándole ese ejemplo de conformismo.

-Todos queremos heredar aquello valioso que creemos tener.

-Pero es que él no tiene nada. Lo poco que tiene lo heredó de su madre. Esa casita. Que la tiene prestada en realidad.. ¡Y se la pasa jugando con su hijo en el patio!

-Eso es lo que él cree tener de bueno... Lo que quiere heredar a su hijo.

-¿Ser un irresponsable...?

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Y comenzó a pedalear en el repecho llevando en el carro unos metros de manguera porque no había en la casa, y el paquete con el choripán frío, para la pausa..

Aquella casa estaba otra vez destrozada, y esta vez sin que ellos tuvieran la culpa, pero iba a comenzar de la misma manera. Juntando la mugre más gruesa al principio, bolsas vacías de leche y ramas caídas, para después ver qué quedaba del antiguo jardín. Si se podía salvar alguna planta vieja y ver el estado de la tierra, como si fuera un agrónomo. ¡Qué chanta! Ja ja. Pero era su profesión, quieran que no. Y algo había aprendido. Más ahora que se había decidido a quedar por estas dimensiones al menos por unos años.

Otra manera de ganarse la vida no conocía ni tenía ganas de aprender, casi toda su capacidad intelectual estaba ocupada en tratar de entender algo relacionado con la naturaleza de la realidad. Un problema filosófico, se daba cuenta, aunque ignorando lo que los filósofos hubiesen dicho sobre el tema. Él no lo tenía resuelto pero, le parecía un concepto muy tramposo porque siempre vamos a percibir la realidad muy parecido a como creemos que es, por muy distinta que sea mi visión de la de los demás. Cada uno se cree cuerdo justamente por percibir la realidad de la manera correcta. La verdadera. La única manera de ver lo que tenemos delante de los ojos y se acabó! Aunque esté probado cuánto nos engañan nuestros sentidos y mucho más nuestras emociones y creencias...




martes, septiembre 20, 2011

827. Una familia normal.

Así que ni bien Manuel levantó en brazos a Ulyses empezaron a caminar el retorno por la calle del balastro  blancuzco. La salud del niño estaba bien. El  desarrollo era mediano. Ni mucho ni poco. Y se había pasado a las risas con el doctor Pizzicatto. Que no caminara tan rápido porque el niño iba a los tumbos. El doctor le había hecho un poco de cosquillas al principio, pero después no había parado de reír. ¿Pasaríamos por el almacén a comprar huevos? Aunque mejor que comiéramos livianito ahora  que teníamos tanto trabajo para hacer en la tarde. No todavía él no le había contado cómo le había ido con el jardín nuevo hoy temprano. Ah, se lo iba a contar a ella que tanto se había divertido cuando le contó aquellos percances de cuando con Rulo andaban de pintores y albañiles.
La misma casa. La misma casa que ahora ya no era propiedad del milico aquel que le había contado, ni vivía alli la señora de las tetas blancas, por suerte. Pero exactamente la misma casa. Le habían hecho pasar casi como para que viera las enormes manchas de humedad que mostraba el mapa de las cañerías embutidas. No, le habían hecho pasar para acordar cual y cuanto iba a ser el trabajo y cual el precio correspondiente. Todo bien. Después no había podido hacer otra cosa que tirarse en la cama a descansar antes de venir a buscarles. Ja ja.
No, que a él nadie le había reconocido como uno de los irresponsables que había arruinado aquella casa por completo. Todo había sido simple y claro. Al parecer también habían contratado a un sanitarista para que viera lo de la humedad. Benditas dimensiones!

En la esquina seguía parado el Cholo. Con aquellos papeles en la mano, seguro de propaganda política, seguro. Ah, sí. Le había hablado del tema de la imputabilidad, y de que los volantes los repartía él porque nadie quería tomarse el trabajo. Ah, sí. Como también había dicho que se quedaban sin gente que militara en los comités porque el gobierno seguía sin darles bola a las bases y sí a las fuerzas más retrógradas. El Cholo! Siempre manteniendo viva la llama del pensamiento. Qué muchacho macanudo!

Magda le volvió a invitar para el cumpleaños y él preguntó si se podía llegar con guitarra y con... compañera? Así que muchas risas para festejar que el Cholo ahora (¿ahora?) tenía compañera. Ramona, sí, Ramona se llamaba aunque no estuviera de moda. Y era hermosa porque él la quería.

Ya era pasado el mediodía cuando llegaron muertos de hambre y sin comida. Quedaban dos huevos en el estante del aparador, un cuarto pan de ayer, tres restos de arroz en los fondos de tres bolsas de distinta marca, una botella de aceite apenas empezada y un lote de condimentos, Eso sí,  de leche habían dos litros. También dos caldos de gallina.
Magda propuso mezclar todo y cocinarlo con el agregado de los condimentos, pero los caldos no. De postre un buen vaso de leche.

domingo, septiembre 18, 2011

826. Una novia en cada puerto.

Al otro día se volvió a encontrar con el Cholo cuando iba camino a la policlínica a encontrarse con Magda que había ido a hacer el control mensual de Ulyces. Aprovechó para invitarle al cumpleaños y preguntarle si por casualidad había visto al Dengue en esos días.
-El dengue hace mucho que no ha sido visto por esta zona-, contestó Cholo. -De un día para otro le dejamos de ver... Bueno más o menos en la época en que vos también te fuiste. Pensábamos que tal vez se habían ido juntos los tres con la Magdalena.
Manuel no podía aclarar el punto confuso, así que prefirió disculparse por el apuro y marchar rumbo a la policlínica como si algo le estuviese quemando el culo. Se asombraba además de  cómo las mentes rellenan los huecos de la realidad. Si hubiesen averiguado un poco se habrían dado cuenta de que nadie se había ido comprando pasajes de ómnibus, y menos contratando un camión de mudanzas. Que habían desparecido de golpe del lugar en que se encontraban en un instante para en el siguiente encontrarse caminando por otro mundo muy parecido a este, tan parecido que él ahora no lograba separar del todo los recuerdos, como para ubicarlos cada uno en su mundo correspondiente. A pesar de las dudas creía que el último momento en que con seguridad se  había encontrado en este juego de dimensiones, había sido aquel en que tranquilamente leía sentado en el water de su baño aquella revista Hora Cero que la flaca había traído. Cinco años atrás... Todo lo otro que recordaba, aunque los recuerdos fueran de cosas anodinas y comunes, seguramente habrían ocurrido en  mundos casi idéntico a este pero diferentes en apenas algunos detalles, como por ejemplo esa cosas, las más raras, que no ocurrieron en este mundo, porque en este mundo no pasa nada raro. No pasa nada. De eso estaba casi convencido.
Con él habían viajado algunos amigos, pero no todos recogidos en este mundo, sino en varios. de modo que en caso de reunirlos aquí, a los que estén por aquí... tal vez no se conozcan del todo... tal vez no compartan algunos recuerdos en común.... O como Cholo, ignoren los hechos completamente.
Sin embargo eso no le llevaba a pensar que se había quedado sin amigos, Se le había ocurrido que las personas son la suma de todas las personalidades paralelas. Que no hay una personalidad verdadera y un montón de personalidades fantasmagóricas, sino que todas son verdaderas. Y la persona total la suma de todas esas posibilidades que se actúan, como si fuera un teatro con infinitos escenarios donde se muestran todas las posibles variantes de una misma historia. Je je. También una vez había leído unas páginas de Borges donde se habla de una biblioteca parecida donde se podría encontrar cualquier libro, incluso todas las versiones equivocadas del mismo. Qué loco.

Pero llegaba a la policlínica en el momento en que se abría la puerta y aparecía por ella la figura tambaleante de Ulyces encasquetado dentro del gorro colla comprado en la feria.

Ya le había reconocido.


825. Una Ventanita Iluminada.

Fue un momento esplendido, es decir de esplendor, porque al comenzar la bajada de su calle en la penumbra de la noche, Manuel sintió como que su pecho emanaba un resplandor de alegría y plenitud. Se había dado cuenta, de pronto, que era capás de vivir en este mundo y disfrutarlo. Venía de una reunión de delirantes en la que además había expresado alguna idea. Siempre había preferido a los delirantes antes que a los demasiado serios y estando allí, aunque algunos pretendieran un exceso de sabiduría, había logrado divertirse con aquellas conversaciones no demasiado profundas pero bastante erráticas. Je.
Y ahora la casita! Allá adelante con su vantanita iluminada por dentro. Mi amor. (Otro golpe de resplandor.) Como si ese pequeño espacio iluminado contuviese todo el amor que se pueda sentir. Es decir basta ya! cuando nuestro ser no puede contener un poco más. El máximo. Una sensación adorable que nos seduce pero nos atemoriza a la vez.
Quizá porque enamorados olvidamos ser otro distinto hay momentos confusos en el amor. Cuando no nos sentimos distintos que el otro, al menos no separados. Nuestro ego se revela. Y se aleja. Con cara de "y a mí qué me impòrta". Hasta una distancia relativamente cercana. Desde la que todavía se puedan escuchar las palabras. Pura cobardía.

Tememos dejar de existir disueltos en el amor. ¿Será posible...?

Para Manuel  tal vez el peligro no fuera un peligro negativo sino positivo. El peligro tentador de sentir algo que nunca habríamos sentido ni imaginado. Como cuando hacían aquello de reducirse al tamaño de un punto matemático, y salir de ahí. Porque entrar en contacto con un ser como Magda comenzaba mucho rato antes del encuentro. Y el encuentro era más que el sólo mirar. Una transformación  de todo el panorama mental que se llenaba de perfumes seductores e imágenes tentadoras. Más aquello que se le vuelve a volcar desde dentro del pecho y que como un enorme río fluye imparable hacia donde está ella.



viernes, septiembre 16, 2011

824. La Heladera Económica.

Terminadas las lecturas Dellavalle le acaparó toda posibilidad de conocer a los otros. Apenas si tartamudeó un poco cuando don Miguel le preguntó si esas cartas que le estaba mostrando habían sido enviadas por él a Manuel, luego de que en la anterior reunión se le hubiera puesto al círculo el nombre su abuelo. Abelardo Goiticoechea.

-Yo sabía que era muy inteligente.

Luego el tema fue todo suyo con el pretexto de explicar por qué habiendo sido vecino de don Abelardo durante años se había amistado con él recién pocos días antes de que falleciera. Principalmente por su cuidado constante de nos ser un vecino invasivo, pero también, al principio, porque "nuestro Abelardo" gozaba de una pésima reputación entre muchas personas.

Hablaba acercando la cara y especialmente los ojos a los de su interlocutor. Era de ese tipo de personas y que después gira y nos sigue hablando de perfil teniéndonos perfectamente controlados de reojo.

-Soy una persona que no tiene empacho en confesar públicamente que mis ideas y mis preferencias han hecho un giro de 180 grados. En aquella época yo no era capás  de desafiar las creencias de la mayoría. Era un conservador que se cree moderno. Uno que por tener la mejor enciclapedia encuadernada cree poseer toda la sabiduría. No había entendido que la nuestra es una cultura muerta, llena de monumentos que están guardados en tristes depósitos, de nombres muertos... Bien, en esa época yo no hubiera podido ser amigo de un anarquista por más genial que se me hubiese dicho que era. Y se me habían dicho, las dos cosas: Que era un anarquista recalcitrante y que era una mente absolutamente genial. Entonces yo dudaba. Por momentos me sentía tentado a intentar un saludo a media voz, para enseguida retirar la mirada hacia los árboles a lo lejos y pasar de largo sin saludar, como siempre. Ja ja. Así durante años. Hasta que un día me mostraron la heladera del Club Lagomar. La que anda sin consumo de ningún tipo de energía conocida y me dijeron el nombre del inventor-fabricante: Abelardo Goiticoechea, mi vecino, Fue demasiado...

En algún momento Manuel salió como para el baño sabiendo que desde allí se podía pasar por una puertita hacia el fondo y desde el fondo a la calle de atrás.

La noche estaba estrellada y esquemática como un cuadro de Van Gogh. Las calles de balastro blancuzco se metían con lentitud entre las oscuras masas de los árboles acurrucando cariñosos recuerdos de algún pasado. Allá en el fondo de la bajada ya se veía prendida la ventanita de su casa.

Le contaría a la flaca.


jueves, septiembre 15, 2011

823. Círculo Literario y Metafísico de Lagomar

Todo el resto de la tarde anduvo oscilando entre ir a la reunión de los literatos o a la del comité de base. Magda le decía que fuera a la que más le gustara pero el no iba a saber cual le gustaba más hasta que no fuera. Recordaba, más o menos, lo que era un comité de base en los tiempos del retorno a la democracia. Pero según el Cholo ahora quedaba poco de aquel entusiasmo. Los más realistas se habían impuesto y poco a poco El Frente se había alejado de sus comités de base.
 Por otra parte lo del Círculo Literario y Metafísico -le gustaba el título- Amenazaba terminar en un club de personas originales. Por lo pronto uno de sus miembros le había estado mandando Spam como medio de conquistarle para la cofradía. ¿Pero por qué a él...? Se supone que nadie por aquí está enterado de sus epopeyas extra-dimensionales. Que nadie sabe quién es él en otros mundos. Y que no han invitado a todos los jardineros de Lagomar.
Ya estaba! Iba a ir al lugar más loco de los dos. Después de todo se merecía un rato de relax después de tantos nervios pasados.

Lo recibieron con notable cordialidad nueve hombres sonriendo sobre sus oscuras aunque diversas vestimentas. Como si quisieran simbolizar las varios tipos de seres humanos según su ocupación.
*Un carpintero, con su oscuro mameluco azul y el lápìz chato sobre la oreja. Esteban se dijo llamar. Unos cincuenta años.
*Un músico, violinista,  con su instrumento debajo del brazo. Saco negro y corbata negra. Setenta años y de nombre Octubre.
*Un lava-vidrios, Roberto, todo vestido de negro menos los dientes de su sonrisa, Veintipocos.
*Un maestro jubilado y nervioso con tizas en los bolsillos de su traje gris oscuro. 60 años no más.
*Don Miguel, químico farmacéutico con olor a remedios y dentro de un sobretodo demasiado grueso y oscuro.
*Un flaco orejudo que terminó siendo el mismísimo Jefe del correo local. Don Amilcar Dellavalle quien desde lejos ya le había estado sonriendo y haciendo como un pingüino gestos rápidos e incomprensibles.
Y tres más que quedaron olvidados entre la verborragia de Dellavalle.

Enseguida, y continuando con la reunión se daría lectura a un escrito de un compañero. En este caso se trataba de aquella pagina que el violinista acabara de sacar de dentro del estuche del violín.
Arturo, el violinista se acomodó la garganta y comenzó a leer:
"Tong."
"Tenso sonido que acabas de marcar el comienzo de este verso,
"dime,
"es tan espantable el futuro que auguras por cuanto lo quieres marcar con música "tal?
"No te escucho ahora...
"Dime qué has querido insinuar, oh cuerda templada, marcando un instante como si "fuera distinto, no igual.
"Por sus consecuencias...
"No entiendo.
"El silencio no esconde tu sonido anterior,
"sino que lo alimenta.
"Te escuché con mis oídos entendiendo que me querías llamar la atención.
"No lo niegues ahora.
"Te estoy esperando...
"...a no ser que el futuro augurado fuera este que acaba de comenzar."

Cuando los otros aplaudieron Manuel lo hizo sin mucha convicción.
Dijeron que ahora se habría un pequeño rebate sobre las virtudes y defectos del texto leído.
El carpintero opinó que el texto no era suficientemente claro en cuanto a con quien hablaba el autor. Si con la nota que había salido de su guitarra o si con alguien más.
El lavavídrios replicó que eso no era un defecto sino una virtud. La nota estaba en lugar de otra persona, una a la que el autor ama y espera. Dijo, hamacando la cabeza a los lados. Arturo se sonrojó pero sonrió. Don Miguel se refirió al último verso ¿No habla acaso de dos perspectivas temporales, la una donde se espera y la otra, simultánea, en la que el encuentro está a punto, ineludiblemente, de producirse?
 El futuro que comienza en un momento preciso me hace pensar, continuó don Miguel, en un futuro nuevo, no determinado del todo por el pasado resiente. Una bifurcada de caminos temporales que continúan cada una por su futuro propio. En uno de los ramales el sujeto seguirá esperando quien sabe por cuanto tiempo, sin encontrart nada. En el otro no existe la espera, y el personaje se encontrará con su amada enseguida.
Cuando se creía más distraído fue que Manuel escuchó claramente su propia voz diciendo que más bien lo que habría ocurrido sería que uno de los ramales permanecía en el mundo en que estaba y el otro nació con su mundo propio, uno paralelo a este en que estamos. Así, de esa manera, vivimos muchos futuros distintos al mismo tiempo. Pero somos conscientes sólo de uno por vez.

Era demasiado. Por estúpido se estaba poniendo como adalid de la causa del Multiverso, en vez de cultivar el perfil bajo.

Don Miguel levantó los brazos al cielo y vino enseguida a abrazarle.

-¡Es como escuchar a tu abuelo Abelardo! ¿Cómo pudiste expresarlo con tan pocas palabras?

Hubieron varios chistidos. Otro compañero leía su trabajo. Era Dellavalle, quién casi no podía leer con aquellos lentecitos apoyados largo sobre su larga nariz al mismo tiempo que por encima continuamente elevaba miradas hacia Manuel y don Miguel. Como buscando aprobación.
En ese momento Dellavalle terminaba de redondear su lectura:
- ...porque ya hubiese inventado el minuto, sino porque estaba en eso de inventarlo. Y de largarlo a correr dentro mismo de su propia existencia.

Pero le habrá parecido insuficiente, seguro. El tiempo que corre sólo, sin ningún contenido ni perspectiva, suele resultar demasiado tedioso y hasta desesperante.
Así que inventó el espacio. Así, no más, sin fórmulas ni aceleradores de partículas.
El espacio con todas sus características como podemos ver ahora mismo. El espacio. Una especie de cosa que permite que se pongan otras adentro. Como por ejemplo eso que pudo llamar objetos,  pequeños trozos del mismo espacio que se llenarían con otra cosa que era preciso inventar ahora.¡La materia!.¡Ahí va! La materia, cosa que para que fuera útil, era necesario dotarla de variadas características, que hicieran posible que con ella se pudieran hacer diversos objetos,  útiles para diversas tareas. Tarea, iba a ser la palabra que designara cualquier conjunto de acciones coherentes. Palabra a cada unidad de pensamiento lineal. Y pensamiento, a él mismo.

Graciosa pudo ser la definición de acción. Pensando que el tipo venía de existir un tiempo infinito sin haber conocido el espacio. Seguro que acción habrá sido definida como aquella mínima cantidad que se pierde para lograr que el pensamiento aparezca corporizado dentro del espacio-tiempo, como un cambio mínimo del estado anterior en el tiempo.

Bueno, la cuestión de las temperaturas y todo lo referente a la relación entre las partes pasémoslo medio por alto. El mundo ya estaría funcionando con toda la cuerda dada...

Hasta aquí no hay demasiados problemas, total... Es como pensar que el vacío inestable estalla desparramando tiempo y espacio al pasar. Que se llame Big Bang. Yavhé, o Júpiter, es lo de menos.

El peligro es que después de inventado el mundo el tipo se quede otra vez sin saber que hacer y empiece a divagar metiendo la cuchara, o los dedos dentro del prodigioso mecanismo de relojería que acaba de poner en funcionamiento.
Que se le haya dado por mandar a una parte de sí mismo transformada en hombre dentro del vientre de una mujer Virgen, por ejemplo...
...Llamada María de Nazareth...

Y todavía peor. Que se le haya ocurrido desear que las criaturas del Universo le rindan una clase de sentimiento que se llamaría adoración,  que consistiera  en comportarse como viles aduladores en su presencia o ante sus símbolos.

¿Por qué no?

Tratándose de un ser omnipotente no ha de extrañar que pueda pensar estupideces. Lo puede todo.
Ahora  eso sí. Si este universo que nos tocó fue creado por un Dios de esos... entonces estamos cagados!





822. Da lo mismo.

votarNo , no era el jefe de correos. Era otro chiflado que tal vez por chiflado se le antojaba mirar hacia adentro de cada casa que pasaba. La señora no sabía si era muy curioso para ella todo se podría deber a a que el viejo estaba chiflado, nada más. Y a la Zulma no había que molestarla porque estaba ya en fecha de parto. Muy buena vecina, sin desmerecer a nadie.

Ya podía volver a tranquilizar a la flaca y por cierto juntar las herramientas para salir con la bicicleta y el carrito hacia el jardín de los Gonzalez, antes de que el pasto crecido los tape.
La flaca le retuvo cuatro mates cada uno y dos besos. Ulyces vino corriendo hacia él sabiendo que le iba a dar una vuelta completa volando alrededor sin soltarle de las manos. Y un beso final.

Después ya iba por el repecho de la calle, casi parado sobre los pedales para arrastrar el carro que al pedo había cargado de muchas herramientas. Demasiadas casi todas a no ser la bordeadora de pasto y el rastrillo.

No sabemos lo que pensaba, en realidad. Ustedes perdonarán pero van a tener que permitirnos presumir sentimientos basados en nuestro conocimiento del personaje.

Manuel estaba experimentando, tal vez, una naciente añoranza por los tiempos de aventuras. Bien que siempre hubiese protestado el carácter involuntario de sus viajes. Llamándoles raptos. Sabemos que disfrutaba como un loco de las increíbles posibilidades que le ofrecía el Multiverso. Tales como la de reducirse a un punto o la de arrojar proyectiles de pensamientos.

Ahora, por ejemplo, que su espalda se ve iluminada por el sol más adelante, ha de ir rumiando trozos de pensamientos anteriores a medio digerir. Porque habían elegido este mundo, su mundo natal, como refugio pacífico donde criar a Ulyces. Pero tal vez se habían equivocado. No es tan fácil planificar la personalidad de un niño.

No, pero no era para planificarle la personalidad, sino para evitarle los peligros de las guerras.
Da lo mismo. Él ya se encargará de conseguirse otro peligro, si lo dejan...
Dejarle correr peligro?
¿Ves? Así se empieza.

Pero en el cruce de la otra calle se ha detenido bajando un pie a tierra junto a otro morocho que viene con unos papeles en la mano. Entremos esos datos a ver que nos dice.
Respuesta: De cinco posibles personajes relacionados con Manuel, "morochos", bicicleta, papeles. Destacamos el más probable: Cholo. Ver todos los otros. Salir.

Micrófono de distancia. Búsqueda del foco sonoro. Amplificación.
Bajá el volumen, por favor. Están charlando sobre el proyecto de baja de la edad de imputabilidad. Cholo le ha invitado para reunirse en el comité de base para discutir el tema. Se despiden.

martes, septiembre 13, 2011

821. Las dos pesquisas.

Y entonces no era razonable suponer que el estuviera agradecido. Usted debería haber sabido, don Miguel, que cualquier intromisión en la vida ajena es una falta. Por leve que sea. Je je. Algo así le dijo llenando al anciano de vergüenza.

-Dellavalle es así de atolondrado. Hace cosas de niños por no repetir ninguna receta. Pero no te preocupes muchacho, yo me encargo de que no te lleguen más cartas.

Ahora fue Manuel quien se avergonzó. Se avergonzó de haber avergonzado al pobre viejo por algo tan poco importante, porque nadie se iba a imaginar la verdadera razón por la que ellos  se ponían nerviosos

-Perdone, yo sólo vine a hacerle una pregunta, no se moleste. Ya se aburrirá de mandarme cartas.
-No, es mi responsabilidad como miembro del Círculo cuidar de su reputación. Y más en este caso en que te están molestando a vos, Manuel. Sos el nieto de el mejor amigo que tuve en la vida.

Después le siguió diciendo que olvidara el percance y que viniese a las reuniones del Círculo en el Parador de Luque. Esta noche. Que no se iba a arrepentir porque allí se iba a encontrar en el único verdadero lugar libre para decir realmente lo que pensás.

-Los jardineros también pueden hablar? Porque yo soy un cuidador de jardines, un jardinero.
-Te estoy hablando del único lugar donde podés hablar con absoluta libertad. El círculo no tiene poder de veto sobre ningún tema ni condición de quien hable. Lo que vale es la idea que se expresa. y poderla explicar: No para ser necesariamente compartida, pero sí comprendida.

Había hablado marcando las palabras con su dedo índice que subía y bajaba. La voz cascada y esa mirada altiva sobre los párpados caídos. Todo un personaje que le hacía imaginar por un momento llevado al pasado, junto a Abelardo, su abuelo, discutiendo cosas incomprensibles para un niño como él. Qué tiempos.
Sin embargo en este juego de dimensiones, el viejito se había mantenido al margen de los experimentos. Los había abandonado al parecer, por cuestiones  literarias y filosóficas.
 Bién.
Solo restaba descubrir quien era el veterano vestido de gris. Por qué pasaba tantas veces por su casa y, especialmente. Por qué miraba tanto hacia adentro.

Alargó los pasos. Enseguida de volver a cruzar el puente se metió a la izquierda por esas calles que se conocía tanto. Lagomar Norte. Dobló en el montón de leñas y empezó a atravesar los terrenos hasta que apareció en el callejón y después en la calle que iba para su casa. Pero siguió caminando después de pasar frente a su casa y dobló por donde había doblado ayer la sombra del veterano vestido de gris.. En la primera casa que vió enfrente, golpeó las manos, y recién empezó a pensar qué iba a decir cuando viniera alguien a atenderle.
Apareció una señora regordeta que entrecerraba los ojos para protegerse de los rayos del sol que ya estaban fuertes.

-¿Qué desea...?
-Mire yo... Ando buscando a una persona que... no se como se llama, pero se que anda seguido por acá... desde hace unos días.

La mujer terminó de salir de la puerta y con una mano doblada sobre la cintura, se acercó a lo que parecía de mucho interés.

-Pero qué le puedo decir yo sobre alguien que no se sabe quien es?
-Es veterano y suele vestirse de color gris. Hace unos días que viene varias veces por la otra calle y dobla acá en la esquina.
-¿Lleva un portafolios de cuero?
-Bue... eso no se. Pero además entra en alguna de estas casas. A lo más alguna de esas de más allá. Aunque no creo. Ël caminaba rápido por yo vine corriendo.
-Ah y no será el padre de la Zulma? que está embarazada y que él está viniendo seguido a verla?
-Puede ser... Qué tipo de persona es?
-Ah, medio chiflado.Parece bueno pero se ve que es chiflado


820. AVERIGUARÉ

El cartero se había puesto pálido y casi tembloroso al escuchar la palabra muertos. Como si estuviese viendo entonces los cadáveres del hipotético porvenir.

-Me las entregó el mismo jefe de la sucursal de correos, como un favor, y que las entregara así no más con naturalidad. Pero el jefe no creo que...
-¿como se llama?
-Se llama... Della Valle. Julio, creo... o Ricardo...

Le dejó solo y camino rumbo a donde Magda había estado escuchando.

-Julio Dellavalle, te suena?
-¿Dellavalle? No. Creo que no he conocido ninguno.

Manuel giró hacia donde había quedado el cartero, pero el cartero se había ido

_Julio Dellavalle, qué es lo que querés conmigo?- dijo Manuel entre bromas y serio, porque para sus adentros comenzaba a sospechar que se avecindaban tiempos difíciles.
Iría a averiguar quién era ese sujeto y con quienes se relacionaba.

Algunas veces nos toca interpretar papeles que nunca nos hubiéramos imaginado. Y lo hacemos. No lo hacemos mejor que los otros pero tampoco tan mal. Si te toca por ejemplo ser milico. Vos ves que los que te rodean te ven como un milico. Que esperan que te comportes como un milico. Que vos te comportes como un milico!?
Y bueno, mucha gente entiende que eso es madurar. Cuanto más facho más maduro-dicen, o podrían decir sin fueran un poco más sinceros.

Pero iba a ser en defensa propia. Sólo para averiguar si el sujeto estaba medio loco, o si en cambio estaba consideraDO alguien insocial. Las personas con muchas relaciones no logran guardar los secretos de sus vidas.-Pensó Manuel ensayando mentalmente el tono de Sherlock Holmes.
Porque además, estaba claro que si de fuerzas extraterrestres se trataba, deberían mantenerse en absoluta clandestinidad para responder a lo que todos parecían acatar, en cuanto a que esta pequeña encrucijada de dimensiones y tiempo, debe estar reservada de toda injerencia externa para que duerma la siesta de la inmovilidad y la inercia. Nacimos en una isla urania, que a fuerza de tozudez logra mantenerse al margen, de los peligros pero también de la experiencia de abrir el horizonte.

Fue al parador de Luque y se arrimó al mostrador como quien no sabe si atracar o no atracar. Estaba el viejo Luque atendiendo y con algún vinito tomado. Manuel le saludó. Y el viejito también.

-Cómo andás, Manuelito?

Manuel viendo la oportunidad decidió pasar por arriba de sus reparos y empezar a averiguar qué sabía el viejo de Dellavalle.

-¿Y desde cuando es que el jefe del correo es ese Dellavalle? don Berto
El viejo percibió el tono cómplice de la pregunta y aceptó el convite.
-Ah, el fantasma ese de las palabras cruzadas. Está loco, el hombre ese. Se cree poeta y recita sus poemas. Todos se cagan de risa...
-¿Y desde cuándo...?
-Y... desde más o menos el tiempo que lleva el Pepe de presidente...
-¿Y qué hace?
-¿Como qué hace...? Hace boludeces así como palabras cruzadas, y si hay gente que le escuche recita poemas. Que más? Lo que hace en el correo no se, pero acá hace eso.
-Y quienes le escuchan los poemas, son siempre los mismos?
-No se, qué se yo... Hay algunos que hablan con él como si no fuese loco. Don Miguel, fijate. Parece que tuviera alguna amistad con ese boludo.
-¿Don Miguel el de la farmacia del puente?
-Don Miguel.
-¿A él también le recita poemas...?
-No me acuerdo...Puede ser.

Salió de allí derecho para Giannastacio, pensando en seguir por ahí hasta cruzar el puentecito de San José de carrasco. La farmacia de don Miguel. Cuando entró sintió los nervios de golpe. Estaba allí don Miguel en persona mirándole sonriente desde el fondo. Pero cuál don Miguel de entre tantos que eran posibles con similares apariencias. Manuel estaba convencido que todo lo raro que había habido en su vida, había estado fuera de estas dimensiones. Pero debía recordar que en tiempos pasados solo intercambiaba alguna palabra con él cuando iba a visitar a su abuelo. Se habían tratado mucho más en distintos mundos paralelos.
Le extendió la mano y el hombre apenas se la tomó bajando la mirada fugazmente.
-Como te va Manuel, ya sos un hombre!¿Qué te trae por aquí?
-Quería mostrarle una carta que recibí, para pedirle una opinión.
-¿Una carta, muchacho? ¿Por que razón tendría que leer una carta tuya?
-Porque no se quien me la mandó pero si se que es un amigo suyo.

El viejo se había concentrado en las palabras de Manuel.

-¡Qué extraño, un amigo mío...! ¿Y qué dice la carta!

Manuel sacó la carta del bolsillos de atrás del vaquero y se la alcanzó.

Ni bien la desplegó el viejo dio un respingo.

-¡Esto es conocido! Ah, ya se...!

-¿Qué...?

-No, nada. Me imagino apenas.

-¿Para qué me habrá mandado esta y otra carta parecida?

-Para invitarte supongo, para interesarte.

-¿Interesarme en qué?

-En el círculo literario y metafísico de Lagomar. No lo has sentido nombrar? Nos reunimos algunas veces en el parador de Luque.

-¿Y quién les dijo que yo era poeta?

-No se. Pero no es sólo para escritores. Es para cualquiera que haya empezado a pensar con su propia cabeza. Vos sos muy inteligente. Me acuerdo cómo te metías en nuestra conversación siendo un niño.

-Dellavalle me las mandó de forma anónima.






domingo, septiembre 11, 2011

819. Hablando con el cartero.

Al otro día, a la misma hora, apareció otra vez el cartero. Carta para el señor Manuel Espartaco etc. , sin remitente ni matasellos con fecha. El cartero no supo explicar si era posible que una carta así fuera autorizada a llegar a destino, o si no. Caso en el que sería él quien diera explicaciones sobre asuntos tales como la identidad de quien le había encarado entregar  la misteriosa carta.
Algo así le dijo Manuel, pero el cartero apeló a la discreción y reserva connatural a un funcionario del Correo Nacional.
-Yo soy un cartero -dijo- con apenas exagerada dignidad -No una alcahueta de barrio.
-Si, pero igual me podés decir si esa carta vino de algún lado traída por el correo, o salió de la oficina de correo local, o te la dio alguien afuera del correo.
Que tampoco eso podía, recalcó el cartero, un poco ofuscado por tanto requerimiento.
-Se trata de información clasificada.
A esta altura Manuel decidió cambiar de estrategia. Hablar sin tapujos con el muchacho. Lo que le significaba hacerle entender que probablemente Manuel y su familia habían sido elegidos para el ejercicio de extraños placeres por una mente perversa.
No, no. Que no! Que no es que le hubieran invadido la casa y les hubiesen violado a todos. El ataque o juego perverso, estaba siendo ejecutado a través de cartas muy extrañas, como seguramente esta que haz entregado.

Manuel abrió entonces el sobre y se dispuso a leer a viva voz lo que allí decía que no era otra cosa que lo que a continuación se dice:

Manuel,
no haz llamado para darme tu opinión sobre el texto que te envié ayer. Espero que después de leer el de hoy tengas más cosas para comentar de ellos.

Javhé decidió incluir la dimensión número 7 como un canal rápido de flujo de informaciones entre las cuatro primeras y las de número mayor que cuarenta. Así lograría que el universo en el que movería a Leandro fuera capaz de cambios vertiginosos de escenario sin pérdida ninguna de coherencia. Quería que Leandro fuera un bípedo como él, muy movedizo y con órganos sensoriales eficientes dentro de la gama programada. Se lo imaginaba bastante gracioso de movimientos y capaz de procesar una cantidad considerable de hipótesis al mismo tiempo. En cuanto a los principios lógicos con los que proveería a su mente, todavía dudaba sobre cual sería la combinación más eficaz. No quería que Leandro descubriera demasiado temprano el placer del pensamiento puro, ni que se muriera sin conocerlo. También le proveía de un cuerpo bien diseñado, capaz de sus propias apetencias y placeres. Quería que Leandro explorara todas las pasibilidades llegando a conocer incluso los límites que la escasez de tiempo de trabajo había impuesto a todo el proyecto. Ese era el punto. Que Leandro llegara a conocer los límites del universo primero y los de su propia inteligencia después. Ahí, cuando comprendiera que todo su universo no era más que una oscura jaula, se redondearía la historia.
Por lo pronto sólo estaba tanteando algunas ideas.Quería encontrar el equilibrio ideal entre las dos herramientas principales conque equiparía la mente de Leandro: La razón y la intuición. Si demasiado razonable podría perecer en la primer encrucijada, paralizado por la necesidad de analizar todas las alternativas. Si demasiado intuitivo su pensamiento no pasaría de ser un recetario de lugares comunes. En cambio en armonioso equilibrio dinámico...
La intuición conque había equipado a Leandro era una modelo xr2 modificada por Arthur, su compañero de proyecto, y era capáz de vislumbrar, cuando ciertas señales se hicieran demasiado evidentes, las influencias marginales que los sucesos de las dimensiones mayores a 4 provocan en las menores. O sea sugerir de pronto al resto de la mente que los suceso visibles puedan estar determinado por lo invisible. Leandro podría construirse, tal vez, alguna suerte de religión que explicara esos indicios como la evidencia de la existencia de Dios. La necesidad o conveniencia de obedecerle. De adorarle incondicionalmente quizá.
Pero la vigorosa razón conque también había dotado a su personaje le defendería poniendo en cuestión todo aquello que se tuviera por verdadero. Por supuesto que la inteligencia no era mucha. Apenas más que aquellas conque jugábamos en clase. Con operaciones posibles solo para cuatro dimensiones de espacio-tiempo, al menos si de operaciones completas, hechas con toda la visualización de las imágenes en tiempo real, se tratara. Pero- se dijo Javhé- la obra será de interés no por el tamaño de la inteligencia sino por su interés dramático propio.
En eso creo que llevaba razón. Su personaje central, Leandro, como ya habíamos consignado, aparecía en las primeras escenas rodadas, como un simpático aborigen en cuya mirada se veía una chispa de luz.
La clásica operación consistente en hacer que el público se encariñe con el personaje que más se parece a lo que se cree ser.
Un pobre tipo que de pronto puede que llegue a demostrar su verdadera valía. Su extraordinaria valía! Su naturaleza divina...
Quedaba por delante todo el trabajo de compilación y puesta en marcha de los distinto períodos de la historia.
Pero especialmente seguía pendiente la pregunta de si Javhé lograría por fin armar un relato redondo y con todo el dramatismo necesario como para merecer la aprobación del jurado examinador.


Después de terminada la lectura Manuel interrogó la reacción del cartero. Era neutra. Según confesó se había quedado prendido de ese nombre Javhé, que le sonaba de algún lado. De todas maneras le había parecido una carta un tanto extraña pero... No necesariamente peligrosa.

-...una cosa así como... Un divague.
-¿Un divague no más?
-Sí, no le veo nada peligroso.

Manuel se revolvió.

-Puede que tengas razón. pero pueda que estés equivocado. Mirá si estás equivocado y no nos ayudas y aparecemos dentro de unos días todos muertos.
-Eh!
-¿Quién te dio la carta...?


viernes, septiembre 09, 2011

818. Tal vez no sea nada.

Por último decidieron no hacerle más caso a la carta para seguir con los planes del cumpleaños Un asado parecía lo más indicado y mucha música. Magda quería blues, entreverado con Candombe y música africana. Cesária Évora y Fernando Cabrera.
Manuel quiso que el asado lo hiciera el Cholo.

-El mejor asado que he comido... ¿Y la ensalada la hacés vos?
-Sí. Ja ja.

Ya estaba: Asado y ensalada. ¿Para qué más? Bueno... y un poco de vino o de algo parecido para relajar las personalidades y poder pasar unos ratos de diversión. El 21, no? Sí fue el día de la primavera del año 2010...(A ver los numerólogos). Unos meses después de nuestra llegada. Ah, te acordás... ¡qué horrible!

-Bueno horribles algunas cosas, porque otras...
-Las guerras constantes.
-Acá, ves? ese no es el problema. Las guerras aquí son todas escondidas, solapadas.

De pronto la conversación se interrumpió porque Magda giró la cabeza de golpe para  seguir la imagen de un hombre que pasaba por la vereda.

-Es el mismo otra vez. A ese tipo ya lo he visto pasar varias veces y no le conozco del barrio.
-Uh, qué mal que me sonó eso!

Magda revoleó la pelambre.
-Pero es que mira siempre para adentro. ¡Ese hombre nos está espiando!
-Cuál hombre. ¿Quién es?
-No sé. Nunca lo había visto hasta hace unos días.
-¿Pero para qué lado iba? Lo voy a seguir.

Manuel salió apurado y apenas pudo entrever el momento en que la imagen del tipo terminaba de doblar detrás del garaje del Toba. Cuando llegó corriendo hasta allí, Por la otra calle no se veía a nadie caminar ni volar. Porque volando se tendría que haber ido para desaparecer en tan poco tiempo. A no ser que enseguida de doblar hubiese entrado en alguna de las pocas casas que por allí habían. Eureka!

Volvió.

No se recordaba quienes eran los que vivían en aquellas casas nuevas. Porque eran todas nuevas, incluso tan nuevas, que tal vez algunas no estaban allí en la época en que empezó a ser raptado y luego nunca más estuvo seguro del piso que pisaba.

Le preguntaría a la flaca.

Pero le iba a pedir que la próxima vez que pasara el tipo le avisara con tiempo como para alcanzarle. De alguna manera le iba a sonsacar el porque de sus pasadas, sin que pareciese impertinente, al menos al principio.
Ahora qué papelón si el tipo vive no más desde hace poco en una de esas casitas y tiene que pasar por nuestra vereda a cada rato, cada vez que viene o va de su casa.
¿Y si se molesta, con toda razón, de que un atrevido le venga a preguntar cosas sobre las que no tiene por qué dar explicaciones, ni a él, ni a nadie.
Eran posibilidades también.

La flaca había dado vuelta el mate y le esperaba a las risas.

-Pobre! Yo te doy manija y después me quedo esperando. ¿Lo pudiste ver?

Recién entonces le explicó que se trataba de un hombre mayor, vestido casi todo de gris.

-Parece que vive en una de esas casas nuevas a la vuelta de lo del Toba.
-¿Qué casas nuevas, si ahí se terminaba la calle a la media cuadra y no había nada.

Ah. Eran muy nuevas. Y ahora le empezaba a parecer que todo aquello era una alarma innecesaria. Seguro que el tipo miraba no más de curioso, tratando de informarse sobre el barrio al que se había mudado.

-Tal vez no sea nada...

A Magda un tic le levantó levemente la mejilla derecha mientras escuchaba lo anterior. Un tic que le dió por un instant, a su rostro, una curiosa expresión de desafío.

-¿Y si es algo?
-¿Qué...?

Manuel enseguida comprendió lo que vendría. Ella ya estaba adquiriendo el temple y la vibración justa. De pronto vio el brillo de sus ojos y esa profundidad que es desafío de lo insondable. Sus labios tremolando igual que su corazón. Su piel...








817. Un vagido lastimero

Lo primero fue rascarse la cabeza. Y estirarse los rulos  hacia la periferia. Hasta que musitó un vagido lastimero que de a poco fue formando la palabra "flaca".  Flaca, la llamaba. La llamaba a la flaca. La llamaba porque aquella carta venía a llenarle  de dudas sobre la posibilidad de escapar de los otros mundos. Porque aquella carta debía estar escrita por uno de ellos, o por un loco. Alguien enterado de quiénes eran ellos y donde estaban...

O por un loco que se le ha dado por filosofar y necesita seguidores.

Pero si son de los otros mundos quiere decir que seguimos bajo la mira de los de allá. Nos siguen vigilando  esperando el momento de actuar. Cuando reciban las órdenes, por supuesto.

¿Y nuestros planes? -preguntó enseguida Magda- ¿No nos irán a dejar tranquilos...?

A Manuel la misma pregunta le estaba sacando de las casillas. No podía ser que él no tuviera derecho a tomarse algunos años para la vida. Para vivirla, antes  de que pasase sin haberse sentido. Algunas cosas de la vida. Como la de ser padre y formar una familia. Disfrutar de la naturaleza y del sexo. Las noches estrelladas, los dibujos, y pocas cosas más...

-Fijate que conoce bien tus dos apellidos...!

-Y mi segundo nombre, que casi nadie lo sabe!

-Habla de los dioses como alguien que los conoce personalmente.

-Además de alguna manera confiesa que sus intensiones son las de modificar el Universo a su propio gusto.

-¿Quienes serán?

-...No se, tal vez alguna nueva rebelión contra los ángeles reinantes...

-Dice ser un hombre...

Manuel se dejó ir con la mirada  por lo que se veía del paisaje. No podía creer que a alguien se le antojara arrancarle de este lugar que era el suyo, y además... Se rió de pronto y le agarró las manos a la Magda:

-Además parece medio loco...

-Pero quien la manda no tiene por qué ser el autor del texto, Pide que le hables por teléfono para comentarle qué te pareció.

-Te das cuenta qué ridículo. El me manda un cuento que no le pedí y ahora tengo que llamarle por teléfono? ¿Para decirle qué me pareció...? ...Y... Me pareció que usted se está metiendo en mi vida. Hágame el favor de dejarme en paz!

-Sí, medio impertinente.

-Por eso creo que es de los de allá... aunque sea humano,  todos jugando a la  constante ajedrez del poder.

-Y los de acá no?

-Sí... pero más modesto. Nadie cree posible modificar el Universo. Allá llegaban a controlar la gravedad y el tiempo, pero no en un laboratorio, en una región enorme de la galaxia.

-Es cierto...

-Y viven para eso. Lo que acá la gente se esfuerza para ganar plata, allá es para dominar las energías. Energía es poder.

-Siempre el poder!





miércoles, septiembre 07, 2011

816. -La Carta.

votarMás tarde, cuando ya el sol se metía entre los pinos del oeste, golpes de manos hicieron que Manuel dejara los placeres del amor para acudir a ver quién era la visita.
El cartero.
Sí, el cartero del Correo Nacional que por lo visto sigue existiendo. Muy sonriente y educado alargaba el brazo para entregar una típica carta con estampillas.
 Una carta dirigida al señor Manuel Espartaco Aquelarre Goiticoechea, quien Manuel reconocía ser. Un sobre muy gordo con papeles mal doblados y una letra ente imprenta y cursiva, bastante fea.
¿De quien sería? Manuel nunca en su vida había recibido una carta. Pobre. Porque... sencillamente nunca había recibido una carta hasta hoy.

Revisó el sobre en busca del remitente. Pero no habían puesto. Entonces volvió hacia la cocina mientras trataba de abrir el sobre sin romper la carta. Al llegar se sentó en el taburete rojo y se puso a leer aquellos papeles arrugados...

Por favor Manuel leé estos papeles y después me contarás qué te parecieron.
      ---------------------------
 De no ser así y sin embargo, resultara confirmada la hipótesis de que el mundo fue hecho por un tipo de esos otros, pongamos Júpiter que me gusta. No porque pudiese ser un buen Dios, ni cosa por el estilo. Sino por el sonido de su nombre que parece muy potente, con ese acento en el principio que nos impone como la tos de un burro. Y además que es griego. Y nos lo podemos imaginar dando vueltas por dentro del Partenón a eso de las cuatro de la madrugada con luna. Y que tampoco era tan déspota como dicen, o al menos no lo fue lo suficiente como para gobernar sólo.
Aceptar a Júpiter supongo que supondría la aceptación de todos los otros, eso es lo malo. Que si a uno le dieran a elegir los dioses quién sabe con cual se queda...
En fin, una multitud de dioses de toda categoría y linaje, que en conjunto puede tirar la cosa para cualquier lado gracias a la continuas guerras y recontraalianzas traicinadas que los tipos tejen continuamente. Eso es lo bueno. Que no tengan rumbo definido para que así nosotros podamos jugar nuestras fichas y tal  vez a veces hacer lo que se nos cante. Dejame con los dioses monoteístas!

Ahora, claro que podría habernos tocado algo peor. A este por lo menos le salió un hijo medio hippie que quiso revelarse. ¡La religión del amor, ja ja! No pasó de ser un show prontamente adquirido por el mercado. Aunque el intento fue válido, no se puede negar. Ojalá que todos los días apareciese uno. Amén.

Pero le ha faltado imaginación. Al viejo. Terminó haciendo un mundo demasiado predecible. Con apenas cinco colores distintos pudiendo haberlo hecho con unos cuantos miles, y todo así. Me cago! Hasta los temas posibles de historias están numerados y catalogados. Te quedó chico el infinito muchacho. Encogió y se puso del tamaño de un juego de mesa. Nos está tirando de zisa.
Por eso está en decadencia. La inteligencia del hombre quiere ponerse a competir con su creador!
Será una justa muy noble y está hace tiempo comenzando entre persecuciones y quemas de brujas en la horca.
Por otra parte inevitable. ¿Quién puede poner en duda el clásico combate entre las generaciones? Nada permanece. Lo nuevo sustituye a lo viejo para bien pronto ser destituido por los más nuevo.

En fin.

Un mundo binario. Bueno-malo, lindo-feo, blanco-negro. No hay lugar más que para cuatro dimensiones! Y todo así.

En cambio nosotros, los hombres que nos atrevemos a poner en duda  los dioses pretendemos llegar a tener un Universo mucho más interesante a partir de que el actual Señor de las Alturas nos permita poner en práctica nuestras ideas. Las que como ya se lo hemos explicado no conllevan más que algunos pequeños ajustes en algunas de las variables fundamentales. Mínimos, casi imperceptibles y que seguramente a vuesa señoría pasarán sin diferencia en el reino de su gloria.

Por si querés comentarme algo al respecto te dejo mi celular:

       099 ......
(disculpen la discreción)

815. -VOLVERÉ

Ahora, en este preciso momento Magda y Manuel se están tomando unos mates en la cocina mientras conversan sobre el próximo primer cumpleaños de Ulyces.
Oigamos:
-... no, qué tanto joder con el pelotero si él no anda todavía muy seguro.
-...ni amiguitos tiene.
-Si... reunión de nosotros nomás con algún amigo. Julieta y el Rulo... El Cholo... Ves? Con el Cholo tengo ganas de charlar. No me queda en claro cuánto sabe este Cholo de acá, sobre las cosas que nos pasaron allá.
-Y para qué lo querés saber...? No será que tenés ganas de contarle todo...?
-Y si ya lo sabe, bueno...
-Y supongo que algunos más. ¿Cuanta plata tenemos guardada?
Bastante intrascendente pero auténtica la conversación. Bien, es que ellos habían decido hacer esa fiestita por el primer año de Ulyces, y de paso volver a conectarse con la gente de antes de los hechos.Lo que en un momento habían evitado a rajatablas, procurando no verse comprometidos a explicar las muchas incoherencias de la conversación, ahora, con más confianza, habrían de procurar,
Es que al principio se sentían como alienígenas caminando por entre los indios. No por sentirse superiores pero sí por saber un montón de cosas sobre la poca realidad de la realidad. No les salían palabras para hablar de las cosas que los demás hablaban. Sin molestarse a considerar que los cielos se pueden abrir en un instante y caer sobre nosotros todos los ángeles malignos del Universo. Sin vigilar a los cuatro vientos y de contínuo, la aparición de señales que denoten ligeras variantes anormales en la apariencia de la realidad. Por experiencia ellos sabían que de una pantalla no se pasa a la otra así de un golpe en toda la superficie. Siempre hay un punto de comienzo y otro de final. Por muy próximos que se encuentren, pues son cosas que ocurren muy rápidamente.
Iban mejorando.
Ahora querían volver a los amigos. ¿Qué puede valer una existencia sin amigos? Se dijeron ambos en algun momento. Nada. La cosa más aburrida del mundo. Se contestaron con razón. Es un hecho. Conociéndoles como les conocemos...

Pero la conversación, además, había terminado.
Manuel entregaba en ese momento el mate a la pequeña manita de Magda, pero en vez de entregárselo, dejaba caer el mate y se la tomaba para cincharle hacia sí. La manita, se entiende. Para comenzar otra vez con los besos sin preocuparse por el mate derramado en el piso.
Espacio para publicidad.
Hasta que se sintió el grito inconfundible de Ulyces de cuando se cae entre los pastos duros que pretende arrancar. Allá corrieron e explicarle que unas chuzas clavadas en las mejillas y la frente eran cosas de poca monta, que además ya habían pasado.
No se conformó demasiado aunque dejó de llorar jurando para sus adentros volver, y vengarse de los malditos pastos.

lunes, septiembre 05, 2011

814. - Tierna y cándida.

Ulyces estaba por cumplir el primer año. Era un muchachito de rasgos delicados, apenas regordete, de piel suave y rulos en la cabeza. Caminaba ya, y gritaba dando a entender que venía corriendo. A veces se caía y entonces lloraba.  Todo dentro de lo normal. Porque es normal que a esa edad rompan las bolas todo el tiempo, o casi.
 También comía y dormía y hacía sus necesidades.
Abría la heladera y decía cosas en su propio idioma a esos gnomos que se esconden de los mayores. Parecía verlos cuando hacía ese gesto que apenas le levantaba una sejita antes del grito estentóreo, mezcla de alegría y de temor. Entonces salía corriendo de veras jugando a huir del peligro... y volvía a realizar toda la escena desde el principio. Desde la aproximación cautelosa, tocando con sus manitas la puerta de la heladera como si tanteara la realidad ... o tal vez repitiendo un llamado que hubiera visto antes. No se sabe. Ni los padres lo pudieron descifrar, tan embobados estaban. y tan aburridos también de la repetición diaria, aunque no se podían dejar reconocer pequeños cambios en el desarrollo de la actuación.

 Era Ulyses su hijo. Y había valido la pena dejar aquella vida azarosa que llevaban antes, para dedicarse ahora a contemplarlo. A verle crecer y adquirir momento a momento nuevas habilidades y picardías. A mirarle a los ojos profundamente en esa tranquilidad que da la certeza del amor, y poder sospechar un alma tierna y cándida recostada en la penumbra interior. Tierna y cándida pero a la vez muy pícara.

Extraña situación en la que se ven los padres que sienten que su hijo viene de antes con alguna cierta personalidad. Un ser extraño que pronto se hace entrañable y les obliga a enseñar todas las tretas que han aprendido, al mismo tiempo que decirles que no se deben hacer trampas. Una extraordinaria confluencia de influencias recíprocas que moldean la superficie externa del ser que ya existe.

En cambio algunos piensan que el niño no es mas que un pedazo de ellos que se separó del cuerpo. Ni más ni más.

Otros ni siquiera piensan.

domingo, septiembre 04, 2011

813 -Y además se amaban.

Comencemos entonces con un informe sucinto, es decir panorámico y sintético, sobre el par de años que aparentemente hemos perdido de la historia:
Han de saber que tenemos testimonios bastante confiables, aunque nunca seguros, como para redondear el primer período, luego de que se hiciese evidente el embarazo de Magdalena.

 Ellos permanecieron donde estaban por unos días, para luego desparecer, sin despedirse de nadie, a deambular por mundos alternativos, o esconderse en cualquiera  a dejar pasar el tiempo entre arrumacos amorosos y suspiros. No se sabe.
Se sabe con bastante certeza, en cambio, que fueron vistos, al menos en un par de juegos dimensionales, uno junto al otro, todo el tiempo deparándose besos y caricias.

Pero Ulyses nació en el Uruguay de las papeleras y el cuarto puesto en el mundial de futbol. En la misma casa, propiamente hablando, que Magda y Manuel se conocieran sexualmente. En la casa de sus padres. Lagomar Norte.
Frente al montecito de pinos.
Hace como cuatro años o más...
porque allí le conocimos cuando tenía 20 años...
¡Ahora tiene 25 !

Una barbaridá! (Como diría Juceca)

Aunque Manuel pueda tener todo el tiempo que quiera si se pone a contar las marchas y contramarchas en el tiempo que hizo mientras sus desventuras. ¿Cuál fuera la aritmética capaz de valorar como negativo el tiempo de un viaje retrogrado?

Porque toda experiencia es una experiencia sea marcha adelante o marcha atrás.
¡Y qué experiencia aquella de sentir que el corazón late antes de latir!.

Por eso...

 A Manuel se pudo atribuir una edad mental de hombre maduro. De alguien que sentó cabeza y ha perdido las fantasías adolescentes. Un hombre correcto.

Porque la conducta que mostraron en esos días, correspondió exactamente a lo que la mayoría de los vecinos esperaban de ellos: Unos muchachos felices que están esperando su primer hijo mientras trabajan para mejorar la casita y además trabajan para ganarse la vida.
Y todo por aquello que entrambos habían acordado, de tratar que el niño creciera en un ambiente normal y terráqueo, sin verse expuesto al terror de los monstruos interplanetarios o interdimensionales. Un acuerdo que podría ser discutible por supuesto, como es discutible toda maniobra para ocultar información, pero que a ellos les permitió dedicarse a generar las condiciones apropiadas para que el hijo comenzase a crecer entre padres descansados.... Porque claro! En los últimos cinco años no habían tenido demasiado tiempo, ni a veces tranquilidad, como para  dejarse relajar demasiado en el amor.
Ahora sí.
Entonces canturreaban al subir o bajar de la escalera cuando pintaban la casa de blanco otra vez y  las verjas de verde, o cortaban el pasto...
Aunque nunca pusieran esos enanitos de portland, tan lindos, pintados con pintura de puerta.
Igual.
Una estampa de la campiña alemana, aunque fuesen un par de mulatos, porque eran ¡muy trabajadores! Y limpios y prolijos... pero además...

¡Cómo se amaban!


Más de un vecino pasó por el frente con el sólo propósito de convencerse de que lo que le habían contado era cierto. Una pareja de muchachos que viven cantando y dándose besos mientras trabajan y decoran la casita en que viven. Como si fueran un par de pajaritos arreglando el nido entre gorjeos. Como si no se hubiesen enterado de que en el mundo está todo mal, y que las conductas evasivas sólo contribuyen a que el mal avance a mayor velocidad.



sábado, septiembre 03, 2011

812 - EL RETORNO

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ATENCIÓN!

Le debemos una explicación a los lectores:

Nuestras líneas de comunicación con el entorno inmediato de Manuel han estado interrumpidas por largo tiempo. Múltiples causas, algunas apenas si sospechadas, han determinado que el flujo de información nos llegara de una manera harto confusa. entrecortada y que por momentos no pasara de ser un conjunto de interferencias y descargas de origen azaroso.
Mientras estas cosas ocurrían la vida de Manuel, así como las de ustedes y todos los habitantes del Universo, ha continuado fluyendo en un cambio incesante, como lo determina la naturaleza del tiempo que nos conduce irremisiblemente hacia su famoso punto omega.

Hoy nos reencontramos con nuestra historia desarrollándose en ámbitos bastante diferentes al de casi la totalidad de las aventuras y acechanzas que habíamos consignado.
Manuel ahora vive con Magdalena en la tierra. (En esta tierra, en la que usted y usted pisan y cuyo aire respiran)
             
No quisieron que el hijo de ambos creciera en un ámbito distinto que el propio. Quisieron que jugara sobre el pasto verde del frente con amigos que nunca le hablaran de bolas voladoras ni de diablos chivudos ni nada. Que fuera a una escuela pública donde se relacionara con semejantes de distintas layas y clases sociales, para que aprendiera sobre las características de esta humanidad, sus luces y sus sombras. Porque ya tendría tiempo para darse cuenta de que este  mundo no es el único ni el más perfecto, aunque probablemente tampoco el peor. Darse cuenta de que los sentidos son siempre engañados por los supuestos mentales de la realidad. Por lo que creemos que es real...

Una niñez normal.

Acordaron no hablar del pasado reciente de sus vidas al reencontrarse con sus anteriores ocupaciones y amistades... Averiguar cuanto tiempo había pasado... E inventar unas cuantas explicaciones creíbles para cuando alguien les preguntara dónde habían andado todo ese tiempo.
Si ellos hablaban de los infinitos mundos paralelos pasarían a la categoría desagradable de vecinos inconvenientes de los que trasmiten pensamientos a su descendencia en torno a temas que pueden enloquecer a cualquiera. Pobres. No lo harían. Ni tampoco demostrar conocimientos que no fueran normales en este mundo. Nada que llamara la atención, por más que algunas tretas pudieran ser usadas para hacer más rápìdos algunos trabajos.
Ese vendría a ser el precio de darle a Ulyses un mundo que se comportara de  manera comprensible y hasta predecible. Una buena cuna.

Si lo lograron, es decir si llegarán a lograrlo en algún momento, será el tema de la siguiente serie de capítulos, escritos siempre sobre la marcha de los acontecimientos, por uno u otro cronista escondido con su cámara detrás de los troncos de  los arboles, cuando no de panza sobre el terreno. Porque... como podrán apreciar en delante, a cada mundo corresponde una manera de comportarse y de portar tecnología. Acá no se puede andar levitando ni cosas por estilo.
Este es un mundo serio, sin mucha imaginación ni ganas de complicarse pensando. Así que... Los cronistas deben hacer su trabajo en pésimas condiciones laborales... ¿o qué te creías?