martes, noviembre 20, 2007

435 FRENAR EL DESARROLLO ECONÓMICO

En fin que sin querer se habían reunido como quince comunas, entre argentinas y uruguayas, sin contar las que estaban incompletas. Se fueron reagrupando a los gritos y con agitación de manos. Se intercambiaron miradas de acordar un diálogo entre los de cada comuna con los otros de las otras. Lo acordaron y tras un sostenido silencio un “cabecita negra” fue el primero en hablar para pedir a los hermanos uruguayos que por favor explicaran qué pensaban hacer con esa chimenea que había provocado tanta desunión.

Después un fraybentino se puso a contar parte de los debates en los que había participado. La cuestión empezaba en:

1-para qué las pasteras.

Seguía en:

2-para quién tanto papel.

Y terminaba en:

3-una pregunta: ¿Estamos dispuestos a vivir con mucha menos comodidades y novedades tecnológicas para lograr un nuevo equilibrio con la naturaleza, aun a costa de tener que desechar integralmente nuestro moderno modo de vida?

Un cordobés –que andaba de paso- pidió explicaciones sobre que cosa era esa de desechar integralmente nuestro moderno modo de vida.

Abelardo, aun con no ser habitante, se lanzó al ruedo ofreciendo explicarlo él.

Le aceptaron y dijo que el desarrollo económico acelerado que es esencial al capitalismo está completamente reñido con las ya exiguas posibilidades autocurativas del planeta. La cuestión podría ser resuelta si la gran patria anarquista se seguía extendiendo a todo el planeta y si además todos admitían que a mediano plazo el desarrollo económico debía ser frenado y sustituido por el desarrollo humano. Pronosticó además que las transformaciones se iban a producir en cadena a partir del primer cambio que se hiciera, porque un cambio iba a implicar varios más para reacomodar toda la actividad y como la atención iba a estar puesta en no cambiar una cosa mala por otra peor, la sucesión de cambios podría multiplicarse hasta que llegáramos otra vez a la sociedad del neolítico pero con una enorme población.

Un profesor de Gualeguaychú contó que eso le habían querido explicar a unos políticos del pasado, sin ningún éxito, aunque les mostraron en funcionamiento el sistema de ecuaciones de Río Lobos que marca un punto de ruptura del equilibrio –ya ampliamente superado- después del cual el planeta no puede recuperarlo por sí mismo.

-El capitalismo ha gastado todas sus “vidas” en este juego aún antes de lograr que todos los humanos tengan comida. El socialismo se ha debatido entre ser el competidor o el socio del capitalismo. Pero nadie más que nosotros ha postulado la marcha hacia una sociedad sin economía en el sentido del aumento de la producción y de las ganancias. No queremos más que el progreso humano.

Mientras tanto Manuel se había vuelto a distraer de los discursos por besar los labios de Magda que extrañamente le parecían cada vez más atractivos con el paso del tiempo. Porque estaban allí, le parecía, como un puerto hacia el que ansiaba navegar para sentirse pleno. Como una naranja jugosa en un día muy soleado o un baño de agua fresca.

(Esta es una historia continuada. Sería aconsejable leerla desde el post n. 1)

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