martes, junio 23, 2009

707. USÁ TU BOLA

Que no era poco. Tantos años llevaban aquellos tipos escuchando el Universo con antenas gigantescas para encontrar señales inteligentes que nunca pasaban de ser cricrí de grillos y que... Pero claro, Rulo no era ni iba a llegar a ser nunca alguien interesado en tales cosas. Para él, los resultados del futbol los fines de semana, la Copa Libertadores y las peleas entre los mafiosos del deporte.

-¿...entenderás, por lo menos, que ha sido un accidente...?

No quedó claro qué era lo que había entendido pero a continuación tontamente se puso a juntar pedazos rotos de platos, como si estuviese interesado en repararlos, o al menos reconstruir las imágenes de golondrinas y oscuros nidos que adornaban muchos de ellos.

-Qué desastre -musitó.

Recién entonces Manuel aterrizó la mirada en la pila de trozos, Por cierto que. había sido un destrozo total y hasta pena daba pensar en tanto trabajo humano  transformado en basura. Aunque mirándolos bien, con ojos de dibujante, no parecían aquellas imágenes, perfectamente delicadas e idénticas, haber nacido al correr de ningún pincel o instrumento parecido, sino más bien logrados por algún sistema de impresion o calco, como las revistas de historietas; aunque éstas tuviesen siempre la delicadeza de dejar a la vista, el brusco movimiento de la mano humana, la expresión y hasta la duda. Aquello era relamido. Perfecto, inhumano. Cosas de la industria a gran escala.
Pero volvió al tema de lo que había anotado en el papel. Esas letras y esos puntos suspensivos que sin duda encerraban en su incompletitud, el secreto de un mensaje posiblemente  irrecuperable. No podía recordar los fugaces aunque intensos olores que se habían sucedido sin dar tiempo a su reconocimiento. Ni siquiera estaba seguro de haber reconocido correctamente a todos. Algunos le había parecido sumamente familiares, pero antes de darse cuenta, ya tenía la mente sumergida en otro, tan intenso y real como para impedir el recuerdo del anterior. Ese, por ejemplo del vino, que venía a meter una v en medio de su propio nombre...¡No! ¡No era olor a vino! ¡Era olor a uva! Ahora sí estaba seguro y tal vez pudiera reconstruir el resto. Porque no era la única v que aparecía.

...NT_MANV_LPO_.......T__TAV_ATV_OLA........F_CA_OR
...NT_MANUeL-PO_.....T__TA-U_A-TU-bOLA.....F_CAdOR
...NTe-mANUeL-PO(dés)...........-T__TA-UsA-TU-bOLA......FiCAdOR

urgeNTE-MANUeL-POr-(favor)-conTesTá-UsÁ-TU-bOLA-(como)-ampliFiCAdOR



domingo, junio 21, 2009

706. NT_MANV_L...

Ida que fue la singular pareja, los muchachos entraron a intercambiar ideas sobre cómo encarar la tarea. Habiendo pintado paredes en otras casas, con resultado aceptable, en cambio poco entendían de humedades, ni mucho de cañerías en buen o pésimo estado. Obvio que sabían aquello que todo el mundo sabe. El pincel firme en la mano derecha y darle para arriba y para abajo una vez embebido de pintura en el tacho. Las humedades, por lo general producidas en la estación de las lluvias, solían desaparecer en el verano, pero, de no ser así, siempre fue aconsejable consultar con alguien que estuviese en el tema. No ellos.
Sin embargo Manuel creyó contar con una invalorable experiencia anterior: la vez que en la otra Tierra habían pintado y deshumificado esta misma propiedad
Se subió a una silla color arena que había puesto bastante bien sobre otra similar, con sus champeones rojos un tanto embarrados, y desde esa altura mostraba a Rulo la línea de humedad que supuestamente acompañaba la tubería de agua que, desde el tamque de encima del techo, venía buscando el entronque con el termotanque y seguía rumbo a los baños.
Eran indicaciones hechas a penas con el índice, por el mucho cuidado que estaba teniendo en no apoyarse en ningún momento sobre la bendita alacena de la losa importada, pero.. Hete aquí que un sorpresivo mareo pareció sobrevenirle justo en eso Al grito de "otra vez" tentó bruscamente agarrarse la cabeza también con la mano que usaba para las indicaciones pero, ésta en su impensado regreso. chocó con la parte superior de la alacena sin otra consecuencia que desequilibrar su precario equilibrio, tanto que por no precipitarse al rojo piso de eucalipto, se abrazó al mueble como pudo, como si de viejos amigos reencontrados se tratase, arrancándolo de su vetustos tacos fisher, y como dice Murphy ir a parar juntos al suelo con la manteca del lado de abajo. En este caso la humanidad de Manuel que inmediatamente comenzó a aparecer debajo del estruendo y de los trozos de porcelana, que por extraño que pareciera, ningún tajo habían hecho sobre su rostro. A gritos urgía al compañero a que buscara una birome y un papel para anotar aquello que estaba tratando de memorizar. Por favor, que se iba a olvidar, siendo aquello tan importante que no podía ahora explicárselo ni detenerse a considerar los daños que por accidente se habían producido.
Rulo encontró enseguida una birome sobre la heladera con freezer, pero no papel.
Que escribiera sobre la pared le exigió Manuel. Total, la iban a pintar.
Entoonces fue que Rulo, ni tan convencido, pero si impresionado por la urgencia del otro, se apostó birome en mano frente a la pared.

-Sí, decime...

Lo que dijo a continuación Manuel, aparte de algunos confusos comentario que no fueron transcriptos, fue lo siguiente:

-Después de varios fueron naranja, tabaco, otra cosa, mierda, ajo, naranja, vino, otra cosa, limón, pan, orégano, otra cosa y varias cosas que no puedo recordar. Después siguio con tabaco, otra cosa, otra cosa, tabaco, ajo, vino, otra cosa, ajo, tabaco, vino, otra cosa, orégano, limón, ajo, varias que no me acuerdo y por último: frescia,otra cosa, café, ajo, otra cosa orégano y ruda!!

Rulo dejó de escribir y avanzó sobre la ruinas de Manuel todavía en el suelo.

-¿Y qué me querés decir con esto? ¿Es una reseta o una adivinanza?
-Un mensaje del abuelo.
-¿Después de muerto se le ha dado por jugar? No me jodas, Manuel!.

Inútil fue mostrarle que en una parte casi se formaba la palabra Manuel, con una v en vez de una u y con una letra e, que le agregaba por no haber reconocido ese olor en el momento. Así que se levantó y busco un papel hasta encontrarlo para escribir en él no sólo la lista de los olores, sino también lo que hasta ahí podía interpretar:

NT_MANV_LPO_.......T__TAV_ATV_OLA........F_CA_OR




viernes, junio 19, 2009

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19 DE JUNIO DE 2006
3 AÑOS CON LAS BOLAS DE MANUEL
19 DE JUNIO DE 2009
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martes, junio 16, 2009

705. La blusa bordada

A las siete y cinco llegó Manuel al pasto delantero de la casa de los Ferrari donde ya Rulo tenía las ventanas abiertas por algún motivo y el carrito de herramientas desenganchado de la moto.

-Fijate en el estado del césped -dijo desde adentro la voz de Rulo.
-Sí. Todo pelado, con yuyos salvajes y bolsas vacías de leche por todos lados.
-¿Bolsas de leche...?

La cabeza de Rulo asomó por la primera ventana y estirándose desde el pescuezo barrió con las cámaras visuales todo el paisaje cercano.

-¿De qué bolsas de leche estás hablando? Lo único que hay son cientos de latas de sardinas Coqueiro. Parece que los últimos que vivieron aquí vivían a sardina.

Recién entonces Manuel miró realmente el estado del jardín que había supuesto igual al que conociera allá en Tierra 2. Un desastre,

-Digo, latas de sardina.

Rulo le miró sonriente y le invitó a ver el estado de las paredes interiores.

-Fijate ahí encima de la alacena...
-¡No la toques! -casi grito Manuel
-Tocarla...?
-Se cae junto con todos los platos chinos de Hong Kong.
-No iba a tocar nada. Fijate, te digo, en la mancha de humedad que hay encima,,, Tal vez venga de la bajada de agua desde el tanque.
-Sí, pero tendríamos que picar el hormigón de la planchada.
-O... ver si el caño del tanque no viene perdiendo desde arriba. Tal vez el oxido se lo comió.
-Está todo podrido y el flotador del tanque patea. Tené cuidado. Ya te dije que las tejas...

La charla en eso se interrumpió por la llegada de la Cherokee al frente de la casa, Se bajaba por un lado la señora pechugona que Manuel había pronosticado y por el otro un hombre alto de cabellos y bigotes oscuros muy prolijos, tanto como el maletín de cuero color habano y un enorme anillo cuadrado con letras en relieve, como para dejarlo marcado en alguna cara de prisionero atado con sogas a una silla.

- Hemos vuelto porque olvidamos recomendarle... (recién el hombre demostró darse cuenta de la presencia de Manuel) recomendarles... (remarcando ligeramente el les) que dejen para último los problemas del jardín. Queremos mudarnos definitivamente para dentro de un mes... con la casa totalmente pintada.... En el garaje encontrarán una escalera y la lleve donde ya le mostré.

Antes de desinflar el tono miró de arriba a abajo a ambos operarios sin otro esfuerzo que el movimiento de los ojos. La cara acostumbrada a la inexpresión no logró sin embargo disimular un sesgo despreciaitivo.
Desapareció por el foro dejándoles con la fémina que ya parlotaba detalles inconcretos mientras sostenía esa mano sobre el escote para que no se le cayera.

-Si quieren les acompaño y les muestro... allá en el garaje... dónde es que está, detrás del autito, escondida,,, (se desprendía y volvía a prender un ovalado botoncito de nacar en su bluza de gasa veraniega)(tal vez de puro nerviosa)(o porque más tarde estuviera pensando en sacársela para ponerse encima algo más adecuado a la estación... o nada)(porque bastante incoherentemente siguió con el asunto de quienes eran las personas que los habían recomendado tan bien como para que ellos confiaran y les dejaran en la casa solos para que trabajaran con más comodidad y hasta dejaran las herramientas u otras cosas, así como la posibilidad de que hiceran uso de la cocina para calentarse algo de comer o si fuera posible darse un baño con agua caliente que sienta tan bien después del trabajo para relajarse físicamente aunque se sea tan joven y parezca que nada imperfecto pudiera ajar esa clase de perfección despreocupada)(y se sonreía conturbada al decir esas cosas, entonando el suavísimo rubor de las mejillas con los hilos de color que bordaban el frente de la blusa justo en la parte más avanzada de los senos)

Asomó el sonido de la voz del marido desde alguna otra pieza vacía de muebles.

-¿Vamos Ethel...?






domingo, junio 14, 2009

704. La realidad viaja en moto

.La cruda realidad llegó en motocicleta y con la voz de Rulo reclamando que por fin su socio se presentara a trabajar. Había recibido dinero por adelantado para arreglo de humedades en las paredes presumiblemente producidas por caños en mal estado desde la bajada de un tanque sobre el tejado. Mucho trabajo, si se confirmaba la posterior pintura de tres ambientes, para una sola persona, además de hacer totalmente de nuevo el jardín transformado en basurero desde los años en que la casa, chalet, había quedado abandonada. Veinte mil si era todo, calculaba él, para un trabajo de quince días sin matarse.

-Te lo dije.
-El tipo tiene plata y una agencia privada de seguridad.
-Y una esposa pechugona que te mira con ganas de comerte, no?
-Un garaje para dos autos y pico, Una Cherokee bordeaux metalizada y un Clío celeste pastel.
-El escote de ella deja ver pequeñas pecas o lunares sobre una piel completamente blanca.
-Dejame de joder.

El adelanto no se podía repartir todo por cuestiones de herramientas faltantes, pero igual bastaría con conservar mil en estado virgen. Con el resto.. . amortizar deudas y tratar de terminar el trabajo para cobrar todo.

-De siete a siete parando una hora para comer?
-Podríamos empezar más suave. Estoy fuera de entrenamiento, hace dos años que... No, está bien.
-¿Mañana a las siete?
-Ajá

La moto de rulo al partir dejó atrás el ruido, la polvareda, y la sensación en Manuel de que nunca se iba a poder sacar a aquel muchacho de su molde de simpleza infinita. Que le adivinaran el futuro, que le dijeran hasta el color de los calzones de una mujer que le iba a apretar dentro de un baño el año que viene, nunca iban a ser cosas que le merecieran demasiada atención. En cambio siempre tendría tiempo para enseñar cómo se abre una lata de pintura sin volcar una gota, cómo se revolea la muñeca para que la mezcla del revoque vuele limpiamente desde la cuchara hasta el lugar de la pared y se quede allí mansamente adherida, o cualquier cosa de esas que el suponía saber. Las incontables únicas maneras de hacer incontables cosas.

¿Lo creería en serio? ¿Creería Rulo que hubieren muchas cosas que sólo se puedan hacer bien de una sola manera?

Giorgionne se retiraba. Fueron hasta la orilla del pastito a despedirle. Volcieron entrelazados los brazos con ganas de arrumacos. Tiraron un colchón sobre el piso...







sábado, junio 13, 2009

703. El Camino del Desierto

Y se vio de pronto caminando esos caminos rurales, algún día, tal vez por puro placer de sentir el lejano chillido de los teros, o quién sabe, alguna de sus tantas ocurrencias del tiempo anterior, cuando aun era un muchachito ingenuo que creía en la solidez de los sólidos y en el inevitable paso del tiempo. Qué mierda! Ya el arriba no lo era más, ni el abajo, ni tan siquiera lo lejano lo era de ningún modo. Los espíritus, que ahora sabía reales y existentes, en cambio resultaban ser todos imperfectos, egoístas y propensos a equivocarse a cada rato. Los dioses demonios, y los demonios, monstruos insaciables de poder que no querían dejar libre un sólo rincón del Universo.
Por eso...
Acaso fuera no más conveniente quedarse, en este, su mundo, conservador pero pacífico, dónde todavía gobernaba el viejo de las pirámides doradas sin necesidad de amenazar a los aborígenes con imponentes naves luminosas, ya que le bastaba para obtener obediencia con las antiguas alianzas hechas con los poderosos locales. Quedarse para... Bueno... Por una parte, vivir la vida tal como antes la había imaginado.
Aunque...
Perdida la inocencia... Sabedor de que en otros mundos sus iguales pelean por lograr un mundo mejor... Habiendo conocido una sociedad que se auto gobierna dignamente.
Porque, por ignorante que se sabía, nada ni nadie le iba a convencer de que algo pudiera ser inevitable. Ja. ¡Si ya ni el tiempo resultaba incuestionable! Entonces... No. No podía resignarse a que en el múltiple Universo, simplemente convivieran en caótica mescolanza, las más opuestas concepciones junto a todos los matices intermedios. No. El Multiverso no podía ser otra cosa que un proyecto que busca, a través de infinitas hipótesis, el camino de la perfección. Le pareció.
Y habiéndole parecido, volvió la mirada a sus dos compañeros de ahora. Magdalena y Vittorio.
A ella siempre la había amado. Desde los tiempos de los juegos en la calle, cuando se encontraban mirandose a los ojos para nada ocultarse, alegres o tristes, a veces cargados de sentimientos imposibles de hablar. Descalzos en la tierra. Sin importarse del frío, como aquellos, todos los compañeros, que sólo usaban zapatos para ir a la escuela y empinarse tazones de cocoa caliente sobre los labios que sonreían. Y después el crecimiento. El descubrimiento mutuo de los cuerpos. El fuego que les consumió sin dejar de abarcarles cada vez más completamente...
Y él. Vittorio a secas en la otra Tierra. Simpático ejemplar humano que nunca se había dejado aplastar bajo el diploma de un título universitario. Un hombre que camina por el desierto en busca de la verdad verdadera

martes, junio 09, 2009

702. Una Guitarra


Y mientras el lápiz seguía corriendo por la superficie áspera de la hoja, la voz de Manuel comenzó a manar serenamente a modo de garúa sobre un techo invernal contando sobre las peripecias de los primeros vuelos en bola. Las dudas que habían tenido sobre el poco probable despegue de aquellos mastodontes de engrudo y papel, alambres y tiras de plástico retorcido. La habilidad de Dengue para lograr las trenzas de 32 tiras, y después llegar a ser el más perfecto instructor de vuelo. El Cholo con su temperamento seguro y tan poco propenso a seguir las sugerencias de Mandinga...

-...por lo general íbamos sentados así formando triángulo y acuclillados como indios cubiertos por sus mantas... sintiendo el zumbido que las cuerdas resonaban dentro de nuestras cabezas formando imágenes que de a poco fuimos aceptando como parte de una conversación entre la bola y nosotros...

Ni Magda ni Giorgionne comentaron nada por no interrumpir. Vieron que arrancaba aquella hoja dibujada y comenzaba a garabatear otra con crayolas como si fuera parte de la misma narración.
En cambio él mismo se interrumpió para preguntar como a muchos que estuviesen alrededor si por casualidad tendría alguien una guitarra. Una guitarra común con la que se podría hacer una prueba, ya que tanto dudaban, sobre la capacidad del pensamiento para hacer vibrar una cuerda. No porque un sonido pudiera tener ningún poder sobre el espacio y el tiempo, sino porque así como pueden resonar los sonidos también pueden hacerlo los pensamientos y las dimensiones que nos rodean.

-Dice mi abuelo Avelardo que todo lo que existe tiene su clave en la manera en que vibra, pero que cada cosa vibra a la vez de muchas formas distintas. Ahora... Yo me he preguntado sobre la vibración. ¿Qué será entonces la vibración? No puede ser lo que hacen las cosas, porque las cosas serían un conjunto de vibraciones... ¿Qué será lo que vibra...?

Se había quedado mirando la nada que se interponía entre él y sus dos compañeros, casi sonriente, pero posiblemente triste y sin esperar respuesta.
El sol se había ido deslizando por el cielo de aquella tarde otoñal y ahora iluminaba las últimas hojas de los álamos que asomaban sobre los techos vecinos, más y más allá, alejados de la costa, por donde él se sabía caminos de tierra adentro que exploraban las chacras y se enlentecían en el mugido de las vacas que esperaban ser ordeñadas.




lunes, junio 08, 2009

701. Rompan Filas


Que no era una composición musical ni una manera de afinar ningún instrumento, era... La resonancia, se acuerdan de aquello que nos explicaban sobre el batallón de soldados que rompen filas para cruzar un puente, porque... Ahora tal vez ya no, porque los puentes se hacen de otra manera y los batallones no marcan más el paso, pero... Antes...

-¿Antes qué...?
-Los puentes se caían.
-¿Se caían?
-Dicen que sí, cuando pasaba un batallón marcando el paso si el ritmo coincidía con ... Porque es como una cuerda que empieza a vibrar más y más, hasta que se rompe.
-¿La cuerda se rompe...?
-No, el puente. Porque, justamente no es una cuerda, aunque se parezca.-
-Bueno. Pero eso qué tiene que ver con lo que estábamos hablando.
-La resonancia. Cada vez que una vibración llega hasta una cosa que puede vibrar en esa misma frecuencia, o que ya está vibrando, la energía de la vibración aumenta, es cada vez mayor. El pensamiento también tiene su energía aunque sea muy pequeña...
-¿Una cuerda que se hace vibrar con el pensamiento?
-Dice mi abuelo que las cuerdas siempre están vibrando aunque sea con muy poca energía. Si ponemos nuestra mente en resonancia podemos aumentar y manejar su vibración.

Distraídamente las manos de Manuel habían tomado unos lápices de colores y un bloc de hojas que por casualidad había olvidado Margarita sobre la mesa de la cocina. Tarareando ahora su plagio de la canción del Cuarteto de Nos, Yo no Quiero ser Normal, los lápices bailaban sobre la primera hoja, temblorosos pero divertidos:


domingo, junio 07, 2009

700. Dos Años Antes

Trató la flaca de explicar que sobre ese tema no tenía la menor idea. Cómo pudiera ser que el viejo muerto produjera olores de tal intensidad que se llegaran a oler desde otro mundo, es decir, una persona sola, como destinatario del mensaje, los olfateara. Resultaba más incomprensible que la propia idea de que los muertos estuvieran vivos, en otro lugar o en otro tiempo. Y si lo estuviesen y quisieran comunicarse con alguien, por qué no usar algún otro medio más convencional. La radio, o el messenger de Internet?

-¿Eh?

Tras la risa Manuel se puso seriamente a buscar en sus recuerdos alguna de aquellas sesudas explicaciones que Ernesto Federico algunas veces, y otras el propio Avelardo solían dar sobre la complicada realidad de la realidad. No era cosa de embarullarlo todo tratando de explicar lo que ni él mismo nunca había logrado entender pero...

-Te he dicho que existen muchísimos mundos en paralelo. Parecidos pero a la vez distintos. No se cómo, pero entre ellos se influyen y también se comunican... El abuelo Avelardo está viviendo en un lugar que se llama Segundo Tiempo, que es como otro barrio del mundo en que está la Tierra, pero la Tierra 2, que es a la que me llevaron entre él y un tal Germán Oesterheld. Ellos han probado muchos métodos, son medio inventores, pero ocurre que aquí, en Tierra 1 las cosas se complican... Este es un mundo muy... como chapado a la antigua... Por eso, me explicaron que habían cometido varios errores llevándome y trayéndome hacia lugares que no eran los que ellos querían... Bueno, el tema es que casi ningún método de comunicación funciona bien con este mundo... Ahora están probando con olores, pero no es que hagan olores y los manden volando. Ellos logran que yo sienta los olores mandándome una especie de onda que me encuentra en cualquier lugar en que yo esté. Que ni ellos saben dónde. Eso toca algún lugar de mi sensibilidad y me produce la sensación del olor.

-Pero si una vez pudieron llevarte vivo hasta allá...?
-Bueno, pero después las cosas se complicaron... Hay gente que no quiere que nos comuniquemos.
-¿Gente...?
-Gentes... seres... esas cosas...
-Y vos querés producir esas mismas ondas para que ellos también sientan olores...?
-Quiero contestar el mensaje. Que sepan que lo he recibido. Es posible que así ellos sepan dónde me encuentro. Fijate que estoy dos años antes...
Manuel700-Dos años antes
Giorgionne sufrió un absceso de tos.

-Tenemos que enviar un mensaje de olor hacia el futuro?
-No es el futuro... Parece pero no es...
-¿Y qué es entonces...?
-Ellos tienen dos tiempos... Es decir... El tiempo de ellos es doble, plano... como una superficie... me dijeron. El nuestro es como una línea en la que cada cosa ocurre antes, al mismo tiempo o después que otra cosa. Para ellos no es así. Dos hechos cualquiera ocurren en distinto orden según desde dónde se observan.

Giorgionne saltó:

-Pero nadie muere hasta que la bala no le parte el corazón, verdad?
-Bueno, eso... no lo sé.

A partir de ese momento se borraron las diferencias. Los tres se pusieron a barajar posibles métodos de transmisión que no implicaran grandes desarrollos tecnológicos a no ser los naturales. El pensamiento. La telepatía. La suma de muchas voluntades pensando lo mismo...

-Lástima no saber un carajo sobre esos temas!

Manuel tímidamente explicó que conocía un método de amplificación del pensamiento. Nada seguro, pero... En otro mundos había dado excelentes resultados: Las cuerdas resonantes.