domingo, abril 22, 2012

882. De esto y de lootro

Por eso, a medida que el auto con su silencio interior avanzaba por el callejón polvoriento, Manuel se fue adormilando  de ver pasar casitas y árboles demasiado parecidos. Pronto entró en un estado de ensoñación que le colocó en algún lugar de algún salón de clase donde algún profesor, tal vez de barba negra, trataba de hacer pensar a un grupo de jóvenes alumnos. 
La escena y el diálogo fueron más o menos lo siguiente:

-Arriba de todo la consciencia, que es casi nada más ni nada menos que una conciencia de su propia existencia.
 Una auto conciencia, que no tiene conciencia de otra cosa porque lo ignora.
 Entonces un ente mediador: la inteligencia de pronto le da la posibilidad a la conciencia
 de enterarse que hay otra cosa que no es ella misma.
Un mundo exterior, algo de lo que no se es consciente más que a partir de ese momento y a traves de los medios que la inteligencia vaya proveyendo, Con lo que llegamos a un punto de disyuntiva:

 ¿Esa inteligencia es un producto de la conciencia, o es como algunos autores nos dicen, una cosa aparte, que tampoco forma parte del llamado mundo exterior, con lo que tendríamos la mentada trilogía: Conciencia-Inteligencia-Lootro. Lootro es lo que no es conciencia ni inteligencia.

Que entra a diferenciarse de la primera hipótesis, de caracter binaria, o sea la que define a la Conciencia como un ente primario ,siendo la inteligencia una de sus características escenciales, enfrentado a todo lootro. Teoría que no se diferencia tanto de la otra ya que termina siendo ternaria en el desarrollo temporal: En un primer momento la conciencia existe sóla. En un segundo se diferencia de ella una cosa que se llamará inteligencia y en un tercer momento la inteligencia le hace cometer el pecado capital de enterarse que allá a lo lejos hay algo más.

¿Por qué haría una cosa así la inteligencia? O sea. qué cosa la puede impulsar a diferenciar una parte de sí misma, dándole capacidades específicas de planteo de hipótesis factibles de ser puestas a prueba? Alguna necesidad acaso que se le impusiera desde otro lado? O si no: Deberíamos pensar que existe algo que llamaremos voluntad y que es también parte inherente de la misma conciencia. Ente que ya va estando compuesto de por lo menos dos lóbulos Inteligencia y voluntad.

Sería la conciencia nada más que la suma de inteligencia y de la voluntad, o habrá algo más que siendo conciencia no sea en cambio ni inteligencia ni voluntad?

Por otra parte. De no existir la Voluntad la iniciativa de diferenciarse le hubiese venido de otro lado. De otro ente que por ahora no podemos más que imaginarlo dentro de aquello que se llamaba LOOTRO.

Entonces o la conciencia tiene una estructura interna o acabamos de descubrir que lootro es capás de afectar a la conciencia aun antes de que existiera la inteligencia. El solo hecho de ser consciente que se le está ordenando hacer una división de si misma o cualquier acción que fuera, o de que se está haciendo esa división sin esperar ningún consentimiento, hace a la conciencia consciente de la existencia de lootro. Una conciencia sin voluntad que abarca de algún modo a todo lo existente.

 Y de nuevo: ¿Sería la conciencia nada más que la suma de inteligencia y de la voluntad, o habrá algo más que siendo conciencia no sea en cambio ni inteligencia ni voluntad?

-Es tentadora la idea de decir que sí y que el ente esencial de la conciencia que no es ni inteligencia ni voluntad es El Alma. ¿Pero que carajo es el alma?

-Bueno, justamente esa parte de la conciencia que no es ni inteligencia ni voluntad!. La inteligencia y la voluntad serían las manos del alma.

-Si en cambio la iniciativa de crear la inteligencia hubiera venido de afuera, tal vez deberíamos conciderar la necesidad de atribuirle a LOOTRO características similares a lo que bautizamos Inteligencia y Voluntad. Aun independientemente de que mantengamos a la conciencia provista de sus dos manos.

-O sea que la conciencia no estaría sola, sería ella enfrentada a la conciencia de ella misma que sería  todo lo que podría conocer de lootro o sea de ella misma y así hasta el infinito. Porque el infinito sería la condición de la conciencia. Una infinita repetición de reflejos simultáneos o no, sería la esencia misma de la conciencia y la condición sine cua non de su propia existencia.

-Sí, tal vez tengas razón, Una especie de programa repetitivo, o espejos como los que tras millones de revotes producen el rayo láser.

-¿Acaso quiere decir que todo tiene una pequeña conciencia que al repetirse va adquiriendo algo como más intensidad o energía hasta el punto de que se cubre una barrera mínima donde salta una especie de partícula energética de CONCIENCIA.  El Conscientón

-Ja ja, No se si tan materialista! Pero me gustó esa especie de resonancia multiplicadora. de la pequeña conciencia que tendría cada cosa, cada partícula de la existencia. Me imagino el infinito lleno de puntos conscientes capaces de imaginar y con ello crear a cada instante infinitas copias de sí mismo travestidas de cualquier cosa distinta. Por supùesto de errores y paradojas también.

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881. En el auto del Alcalde

    Sorpresivamente Manuel preguntó si ellos podrían acompañarle en el auto. El Alcalde miró con expresión curiosa a Ernesto, como preguntando de quién se trataba el sujeto este que nunca había visto y que ahora salía del bosque como asaltante de cara descubierta., bien que acompañado de Cholo, un militante conocido de algún comité en alguna oportunidad.

-Soy amigo de Dengue- dijo Manuel como sacando a relucir el único documento que podría importar.

Ernesto les abrió la puerta trasera y les hizo entender que dejaran sentarse a Dengue entre los dos. Dengue no daba muestras de estar entendiendo mucho y por eso, probablemente,  temía que pudiera abrir la puerta en plena marcha.
Partieron dentro de un incómodo silencio. Vaya uno a saber por qué. Cada uno sacado de una historia distinta que se hubiera interrumpido bruscamente para salvar una vida, y que no iba a esperar mucho para continuar a su modo. Especialmente el Alcalde, quien por supuesto odiaba aquella vieja manera de hacer política pisando sobre una escalera de favores personales hechos o prometidos; sin encontrar, en la práctica otra manera de hacerla. Incómodo consigo mismo. Ernesto, porque sólo él sabía lo que había sentido una vez al cruzar su mirada con la de este muchachito que ahora intentaban salvar. Cholo por verse inmerso en los sutiles y engañosos métodos del poder. Manuel, porque le molestaba la incomodidad  de todos.

El auto avanzaba por callejas de balastro entre los pinos, sin levantar demasiado polvo, ni hacer demasiado ruido, ni heder demasiado a nafta. Como si fuera el de un turista que trata de identificar el solar que le han ofrecido en venta, que no encuentra por carecer todo de rasgos distintivos, carteles o nombres de calles. Desembocaron de pronto en el callejón y por ahí el auto buscó el rumbo del aeropuerto ahora a mayor velocidad, llenándose de pensamientos contradictorios, o al menos inconexos. Era una rara mezcla de buenas intenciones humanas con horarios de dentista, dudas existenciales y algunas pícaras ideas. Cada cual en lo suyo, estoicos funebreros incapaces de compartir un sentimiento.
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viernes, abril 20, 2012

880. Vienen los dos

 El comisario insistió en que a pesar de todas las apariencias la justicia es lo que determina la ley y no cualquier cosa que parezca justa.  Que su deber era pasar al detenido al juez y atenerse a lo que la justicia dictamine.

-Quién le acusa?
 -Los hechos le acusan. Los chanchos liberados por él destrozaron varios jardines y se comieron las sábanas colgadas. Los vecinos demandarán justicia.
-¿Demandarán? O sea que no han demandado nada... No han denunciado nada, verdad?
-Eh...
-¿Y entonces por qué está detenido?

Ahí el comisario se refugió tras su escritorio, Estaba visiblemente molesto.

-¿Pero qué pretenden ustedes? ¿Son los abogados del diablo?  Sepan que la policía tiene muchas atribuciones para preservar el orden y la tranquilidad ciudadana, no tengo por qué estar explicando cada una de mis decisiones.

Cholo cambió a un tono un poco más diplomático.

-Pero podemos, por lo menos verle?

El comisario abría ya la boca para contestar cuando el timbre del teléfono le apartó la atención. Descolgó el tubo y apenas lo arrimaba al oído cuando ya la expresión del rostro le iba cambiando.

-Ah es usted concejal? Un gusto...Sí...sí, justamente.... Bueno, como no. Ah vienen los dos?

Colgó de forma lenta, casi como no queriendo que se produjera un choque entre los dos trozos de plástico chino, y por un momento dejó bagar la mirada por un par de cuadros espantosos que colgaban de la pared lateral. Después recobró su estilo.

Se tienen que retirar. Al detenido lo podrán ver cuando vuelva del juzgado.

Una seña de Manuel bastó para que Cholo no insistiera. Salieron, Manuel adelante, y se metieron entre los árboles de enfrente. Se sentaron en el suelo. Esperaron. A los pocos minutos llegó un auto con las inscripciones de la Alcaldía . Bajó Ernesto de Oliveira y el alcalde de Solymar, Gerónimo Retamosa.

No fue necesario esperar mucho. A los diez minutos volvían a salir las visitas, pero ahora acompañadas por el Dengue, quien se restregaba los ojos y caminaba en cualquier dirección.
Entonces Manuel y Cholo salieron de su escondrijo y cruzaron la calle.
Dengue pareció no reconocerles. Ernesto les explicó que lo llevaban a un establecimiento de recuperación                                                                                                                                                       votar

miércoles, abril 18, 2012

879. Moscas en el hocico

  Camino a la boca de pasta se encontró con el Cholo. Más gordo y de apariencia muy seria. Casi sin saludarle le invitó para ir hasta la comisaría a pedir para que soltaran a Dengue. Por último habían cargado sobre él  la culpa de los desmanes que habían hecho los chanchos. Los tíos habían sido los hijos de puta que lo hicieron, para sacarse de encima las acusaciones de los vecinos quienes más les acusaban por odiosos que por las sábanas masticadas por los chanchos.
Pero Dengue era ininputable. Cualquiera lo sabía.

El comisario saludó babosamente a Cholo sabiéndole miembro activo del comité de base y amigo del consejal Ernesto de Oliveira, faltaba más. A Manuel lo ignoró hasta para extenderle su mano húmeda.

-En qué lo puedo servir, este... muchacho?
-Venimos a pedir por Dengue para que lo libere.  Ese muchacho está enfermo... todo el mundo lo sabe.
-Ya lo se, ya lo se... Pero es que la comunidad espera que la policía imponga un poco de orden. Estamos al servicio de la comunidad.
-Nadie quiere que Dengue esté preso. Dengue no es peligroso. Peligroso son esos tipòs que lo mantuvieraon toda la vida como esclavo y que cuando se enfermó lo hecharon para no darle de comer. Esas cosas que pasan delante los ojos de todo el mundo y de la policía sin que nadie denuncie nada.
-En ese caso usted...
-Sí, yo también soy culpable. Por eso mismo vengo.
-Además ese muchacho es drogaticto. no creo que sus parientes le hayan provisto de drogas... eh?
-No, la droga fue su único acto independiente. Su válvula de escape.
-Ah, usted lo justifica...?

Cholo sacudió la cabeza y resopló como un caballo que pretende espantar las moscas que le rondan el hocico.

-¡Qué voy a justificar, comisario! Ese muchacho se está matando

           

                                                                                                                                                                           

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lunes, abril 16, 2012

878. La Liberación de los Chanchos

 Claro que de todos modos  al otro día salió en busca del Dengue. Averiguó de paso con Luque que ya no había etado viviendo con sus parientes, los criadores de chanchos, sino al menos desde unos tres meses a esta parte, se había estado instalando en alguna esquina a hablar solo o con quien quisiera escucharle, de extraños seres de otros mundos que volaban en huevos de papel al son de grandes cuerdas de guitarra. Por eso sus tíos no le habían querido tener más bajo su protección. Les había "liberado" los 25 chanchos luego de muchos intentos de dialogar con ellos y escarbado el terreno en busca de tucu tucus, que no habían, pero que él oía resonar bajo su culo cuando se tiraba a la sombra, cansado de que los chanchos no le entendieran. 

No, nadie le había visto desde hacía días. Pero si se había escapado seguramente habría sido para salir en busca de pasta base .

-Allá doblando en el kiosco hay una boca de pasta. Fijate si no anda por ahí.

Manuel fue sin ninguna convicción, demasiado preocupado ahora con la posibilidad de que fuese el mismo Dengue que le había acompañado a los mundos paralelos. Huevos de papel, Aunque sin desconocer que puedan haber muchos mundos similares en los que distintas versiones de Dengue hubiesen tenido experiencias con objetos voladores ovoides bastante parecidos entre si. ¡Pero, de papel! ¿A quién más que a su abuelo Abelardo y a él, muchacho crédulo y sonámbulo, se le pudo haber ocurrido en cualquier mundo de los posibles, enseñar y aprender a fabricar tamaños mamotretos sin sentido? Porque con un poquito de sentido común hubiese bastado para desechar la idea por absurda! Ninguna otra versión de su abuelo muerto y de sí mismo pudiera haber inventado tan grande patraña que a la postre funcionó... en ese mundo tan especial donde la gente era capáz de organizarse espontaneamente y producir una revolución ácrata. Un mundo donde se puede usar la telepatía y bombardear un país con ideas. Ja ja Qué mundo tan interesante!
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sábado, abril 14, 2012

877. Un Broche de Cobre

votarvotar        Pero al mismo tiempo considerando...todo lo ocurrido y todo... Justamente esta inesperada aparición de Dengue como despedida en nombre de todos los otros Dengues y el pasado. Pudiera ser. el broche de cobre que sella las puertas del pasado aquel que ya no podría volver a existir más que una borrosa memoria, cada vez más difusa. Pero igual sin sentido. No le daba la inteligencia, ni tal vez le fuera a alcanzar jamás para decifrar el sentido que pueda tener el conjunto de todos los sucesos. Si es que lo tenga. Sentido o significado. O acaso en la vida tanto da que ocurra una cosa u otra? En desordenado desorden y carente de todo propósito. O con algún tipo de sentido para el que no estamos aptos ni comprenderemos jamás. Que se pueda por ejemplo, ser libres y esclavos a un mismo tiempo. Manejados por invisibles hilos de telaraña por un titiritero que se parece  tanto a nosotros como nosotros mismos a el. O que la cosa pase absolutamente por otro lado que ni siquiera hemos comenzado a sospechar mientras creemos descubrir regularidades y coincidencias carentes de todo sentido. Porque la cosa a veces parece planeada de ese perfecto modo engañoso que hace aparecer cualquier idea como tan probablemente falsa como verdadera. Carajo!                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                           .

martes, abril 10, 2012

875. Nieblas en su mente

        Después como otras veces, Manuel llevó a Dengue hasta su casa donde permaneció por algunos días durmiendo y comiendo comida de olla, salvo los ratos que dedicaba a jugar con Ulyces o conversar tontamente con cualquiera. Cuando se fisuraba mucho se iba para el galponcito de atrás, pero no intentaba convencer a nadie de que le consiguieran pasta o que le dieran dinero para comprarla. Solo se ovillaba en el único rincón vacío que quedaba y allí permanecía, las manos aprisionando la cabeza, como una rueda de goma negra, amagando a rodar para atrás o para adelante. 
Cinco en total. Al sexto desapareció sin dejar huellas.

Mientras tanto Manuel retomó los trabajos que tenía un poco abandonados. Sus jardines. Se estuvo levantando temprano y partiendo con la bicicleta y las herramientas apenas habiendo charlado un poco con la flaca mientras se tomaba el vaso de leche fría. Luego el cuesta arriba de balastro flojo, la cuadra más boscosa, y después el inicio del verdadero Lagomar.
Al mediodía siguió volviendo siempre muerto de hambre a sentarse alrededor de la mesa. Entonces comprobaba una vez más que el estado mental de Dengue no daba muestras de mejorar, aunque tampoco de empeorar. Parecía haberse detenido en un nivel bastante infantil y poco lúcido. Porque los niños son vivaces, pero Dengue parecía no encontrar las respuestas si no al cabo de deambular un rato por dentro de la niebla de su propia mente.... Y sin embargo a veces... Solo algunas veces de pronto parecía encontrar el hilo de la conversación y con gran entusiasmo dar dos o tres opiniones muy oportunas y atinadas.

Pero se fue.

...
                                                                                                                                   
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lunes, abril 09, 2012

874. Pasta Base

  Pasta base otra vez. Un laberíntico mundo de espejos enfrentados en blanco y negro. Dolor y flash. Muerte y renacimiento. Flash, flash, no hay más. No va más
                                              ¡¡ No va más !! 
Y entonces el gusano negro que horada los músculos y los huesos. Que corroe los intestinos. Que mata todo deseo de vivir, salvo para lograr otro flash. Sí, otro, el último, aunque sea el último. Uno más. Por favor!

Y allá a lo lejos el rostro de un amigo. Aquel que alguna vez... Pero no importa... ya nada importa. Es tanto el dolor que ya no importa. No importa. Todo es dolor. Negro dolor en un mundo negro. Un mundo muerto. No hay otra cosa salvo la nada. Sí, la nada. Oh, agua clara en la cual descansar!!                                                                                                                                      votar