viernes, febrero 29, 2008

483 La Ve de Vino

En cambio desde una cuadra de distancia pudo ver las manos en alto del Dengue que le saludaban mientras el cuerpo seguía sinuosa trayectoria, tal vez con intenciones de acercarse. Estaba otra vez borracho, aunque alegre, haciendo brillar los blancos dientes en vez de gritar el saludo que no lograba articular. Manuel apuró el paso, tal vez Dengue había estado por la caverna y había logrado salir por sus medios, tal vez todo había vuelto a la normalidad y Ernesto le había facilitado algún dinero para que se comprara vino. Tal vez no. No.... Era raro. Llevaban mucho tiempo compartiendo la mayor parte de los días y no había vuelto a verle borracho desde que se había transformado en el mejor fabricante de cuerdas para bolas y después en el mejor instructor de vuelo. Ahora se había caído al costado de la calle. Manuel corrió a levantarle...

-Vení, pasá el brazo por arriba de mi hombro, vamos a...
Recién entonces comprendió que Dengue, a no ser la caverna o la misma casa de Ernesto, cuando existía, no tenía sobre la tierra otro lugar donde acostarse sobre una cama.
...casa. Estás pasado.
Dengue sólo reía y señalaba ahora el cielo de entre los pinos, con un dedo o dos semiextendidos que no lograban mantenerse en ninguna dirección, pero que hicieron a Manuel pensar en que quería advertirle de la trayectoria de alguna nave. No vio nada y tuvo que hacer todo el esfuerzo de levantar el peso de aquel cuerpo que aunque liviano, se escurría hacia abajo sin capacidad de sostenerse sobre los piés.
Marcharon, es decir Manuel marchó dejando atrás los pies de Dengue que se iban arrastrando lastimosamente por el balastro. Se cruzaron con unos vecinos que sacudieron la cabeza y continuaron. Apareció de algún lado la Yiya que ofreció ayuda para lo que fuera, como cuidar a Dengue hasta que Manuel consiguiera un vehículo y de paso acompañarles hasta la casa y volver a entrar como alguna vez había hecho. Enseguida se dio cuenta Manuel de toda esa serie de posibles pensamientos que se completaron con la vuelta, ahora sonriente, de la flaca que se encontraba con la Yiya y cambiaba otra vez de humor...
-Bueno quedate un momento con él que voy a buscar la bici con el carro.
Salio corriendo por la bajada arenosa, hasta pasar la cañadita y adentrarse en el monte, para salir en la otra calle detenido de pronto al considerar que era raro que los otros vecinos no se hubiesen comedido a dar una mano. Los volvió a ver ahora, detenidamente, con esas caras medio torcidas que siempre habían puesto para contemplar las desgracias de Dengue, en la otra época, cuando Dengue gozaba de la fama de ser un irrecuperable y no un héroe como ahora, a pesar de que siempre trataron de no fomentar esas cosas de la fama y la vanidad. Pero había que reconocerlo. Dengue, ese negrito flaco que cayó derretido en vino sobre la cuneta de la calle, había desarrollado las técnicas más perfectas de vuelo en bolas que se enseñaban por toda sudamérica, después de haber encontrado la forma de fabricar las cuerdas bordonas para hacer resonar el espacio... Pero tenía que llevar el carrito para traerlo.



jueves, febrero 28, 2008

482 LA TROMPA DE LA FLACA

A lo que él respondió con similares maniobras de enrollamiento -con la sábana de abajo- taloneando después hasta la cocina, como ella, a encontrarla montada sobre el taburete, frente a la ventanita, mirando para afuera, como si hubiese algo nuevo de ese lado, que no hubiera visto antes. Estaba toda enfurruñada, en serio, cosa que a Manuel le sorprendió cuando no le doblegaba ni bailándole la danza de los velos que tanto siempre le divertía.

-Qué te está pasando flaquita... Estuvo muy feo el encierro en el punto?

Ella torció asquerosamente la boca para decirle que sintonizara otra estación.

-Sabés muy bien que me molestan tus dedos en las costillas... y más cuando me estoy despertando.
-¡Pero flaquita...! Si siempre nos cagamos de risa porque no podés contener ese gritito tan cómico y abrazarme como si te tuviera que salvar de algo.

Magda dió vuelta la cara después de no poder comprender a qué se refería él.

-Te pregunté si estuvo muy feo el asunto de meterse y no poder salir del punto...

Ahora hizo un revoleo de pelos y se tiró del taburete con la evidente intensión de buscar su ropa e irse a la casa de sus padres. Eran movimientos decisivos en ese sentido porque los hacía impelida por impulsos incontrolables y hasta rectilíneos, enfundando las piernas, cada una de un golpe, dentro de los tubos del vaquero, sin haberse puesto calzón. Ya traspasaba el umbral de la puerta, hacia afuera, cuando se despidió rumoreando:

-Cuando tenga ganas de escuchar tus payasadas vuelvo.

Manuel -todavía en bolas- no pudo hacer otra cosa que rascarse la cabeza. ¿Sería esto aquello que decían de que nunca se sabe cómo puede reaccionar una mujer? ¿O un mal humor extremo, que nunca le había visto a la flaca y que hasta le había quitado las ganas de hacer bromas? Bien... ya se vería. Ahora...
Se fue a la ventana del frente y observó, callado, a lo lejos, allá pasando frente a la hilera de pinos, los pasos largos que se llevaban a la Magda como impelida por un viento de popa, sin recordar que su verdadera casa era esta.
Pero volvió sobre sus pasos después de un momento, para ocuparse de poner en claro las ideas. No necesariamente la flaca, habría de haber pasado por las mismas dificultades que él. Tal vez esa falla provocada que había afectado el mecanismo de salida de su punto... Se hubiese manifestado en otra forma para cada uno de los que intentaban huir de Satanás. Hasta podría ser que algunos no hubieran podido salir de allí a tiempo... Que estuviera prisionero...

Se vistió sin darse cuenta y fue a agarrar su bicicleta roja que alguien en su aucencia había pintado de azul. Salió rumbo a lo de Luque llevado por la costumbre , mientras cavilaba en la forma de entrar a la caverna de alguna manera que no fuese advertida por el Diablo si es que todavía andaba por allí... Vió venir a las Bronté, del brazo caminando como marionetas a cuerda que portaban de lados simétricos canastas tapadas con servilletas blancas que hacían juego con los delantales holandeses y las mejillas rosadas que portaban...
A penas si lo saludaron, con una cosa parecida a una sonrisa y dos hamaconcitos de las cabezas, ambas hacia un lado al unísono.
Miró las canastas. Olió el aroma de empanadas de pescado recién hechas y las vió alejarse a lo largo de la calle como si nunca hubiesen compartido una discusión con el demonio


miércoles, febrero 27, 2008

481 Haceme cosquillas.

Lo cierto fue que en algún momento supo que volvía a tener párpados, aunque estuvieran cerrados, que tenía espalda, apoyada sobre una cama y piernas, tapadas a medias por una sábana. Estaba acostado y a su lado descansaba otro cuerpo, más pequeño y más tibio, cuya respiración parecía llevar un ritmo entrecortado, casi propenso al sollozo.. Era Magda. Lo sabía sin necesidad de abrir los ojos, aunque los abrió de todos modos para reencontrarse con la luz y los objetos de este mundo. Parecía dormir, extrañamente derecha, con la cara mirando al techo y con desacostumbrados sutienes que amordazaban sus lindos senos redondos. Azules, como un azul más producto del humo que a lo lejos se levanta de antiguas chimeneas, que de otra cosa, los sutienes. Qué cosa extraña. ¿Por qué se los habría puesto recién llegada de estarse varias horas (o días) encerrada dentro de un punto? ¿Lo primero que habría hecho sería buscar entre las ropas que había dejado en la casa, un sutién color azul humeado , con aspecto de ser medio viejito? No recordaba haberla visto, a las manos antes, con semejantes arreos que sólo sirven para castrar el placer de la vista, o a las manos... Pero estaba toda tensa. Se le notaba en la postura de las piernas semi flexionadas. y en las manos que parecían atrapar algo sin dejarlo ser libre.

Se apiadó de aquella criatura dejada sobre su cama, indefensa y a la vez preparada para sobrellevar cualquier acecho. Su flaca compañera que ahora comenzaba a las maniobras previas a despertarse.

-MMMmmmanuel....

Él no contestó más que con su dos pulgares que tomaron posición sobre el lugar que a cada lado del torax de la Magda, era sabido que se ubicaban los botones que producían un grito desde la boca suya. El grito que siempre gritó cada vez que, hasta por equivocación rosaba sus costillas con el borde de la mano. Pero esta vez no. Aunque volvía a ejercer aquella pequeña presión sobre la parte izquierda de su torax, ella no saltaba ni gritaba!. Ella apenas entreabrió sus ojos para aspetar:

-Sabés que no me gusta!

¡La muy guacha! Se estaba queriendo hacer la estrecha para que él la despertara con otra clase de arrumacos como los de la última vez. Habían estado buenos, los arrumacos que después se habían vuelto mutuos...
Volvió a presionar los pulgares sobre la piel y entonces la flaca se levantó de un gope, se enrolló con la sábana para ocultar su desnudes de pubis y se retiró de la habitación puteando protestas porque no la dejaban dormir.

lunes, febrero 25, 2008

480 El Teclado de las Sensaciones

No, no... No lograba terminar de creerse tanta boludez! Estaba atrapado en una extraña maraña de cosas incomprensibles y le venían ahora con esa telefonista sintética! ¿Quién era el que le estaba tomando del pelo ? ¿Dios, el Diablo, o ese par de viejos mal entretenidos de su abuelo y el Germán? Le creerían tan boludo como para tragarse esa historia del señor usuario...? ¿Usuario de qué, si me lo podés explicar rubiesita platinada? Sí, vos misma, la que me acabás de leer el comunicado de la compañía administradora de los puntos. ¿Dónde te has metido...de modo que no estoy sólo... ¿estaré soñando?
-Esoy aquí... y no soy rubia ni platinada. Soy mulata.
-¿Mulata... y como puedo saber si me estás mintiendo...?
-Bueno... bastaría conque nos miráramos a los ojos.
-¿Me estás cargando?
-¿Perdón se cortó también el video?
-Qué video, yo necesito que me devuelvan el cuerpo! Lo exijo.
-También podríamos hacer el amor así en la oscuridad, yo cierro los ojos y quedamos en las mismas condiciones.
-¿Qué decís? No te das cuenta de que no tengo cuerpo, no tengo nada... ni piel para sentir tu contacto?
-Yo me encargo de hacerte sentir, dejame que te muestre...
Enseguida Manuel supo que la supuesta mulata sabía lo que decía porque... aunque resultara inexplicable empezó a sentir. Así como sentía las palabras pensadas por la vocesita, también comenzó a sentir las caricias suaves que algo como una mano espiritual empezaban a hacer sobre el alma del lugar en que antes solía llevar las costillas. Era agradable. Claro que ni comparación con una verdadera caricia, aunque.., aaah, qué hija de puta! Me está tocando todas las teclas donde se junta el placer. Lo sabe de memoria... ahora...sí, lo adivinó otra vez! Esto es increíble! Que lo hiciera con la Magda vaya y pase, porque nos queremos. Pero esta... aaah! ¡Otre vez y ahora viene derecho a... Jajá. Mi primera erección espiritual! Y si yo intentara extender el alma de mi brazo? Aaasssí. ¡Sí! Lo sentí extenderse en algún lugar que no será este pero.. hasta aquí llegó la sensación y ahora... Los dos brazos hacia adelante con los dedos buscando las sensaciones que anuncian un contacto. Eso!
Acababa de sentir que el conjunto de sensaciones que correspondían a las yemas de los dedos de la mano derecha estaban adquiriendo una distribución semejande a la superficie de una esfera blanda pero consistente y tibia... forrada tal vez por una membrana semejante a una tensa piel de mujer mulata. Enseguida las sensaciones correspondientes a las yemas de la mano izquierda imitaron las mismas informaciones aunque refiriéndose a otra esfera forrada de piel que simétricamente y a la misma altura se encontraba a la izquierda de la primera.
¡Qué bella simetría!
Pero lo principal fue comprobar que no le había mentido. Era mulata. .. Tenía una simbreante cintura... buenas caderas y unas piernas de mi flor!

Manuel se entretuvo atendiendo esas cuestiones referentes a la anatomía y fisiología de los espíritus y olvidó por completo la situación en que se encontraba, tal vez confirmando lo que alguien había supuesto. Digamos alguna persona que tuviese interés en lograr que dejara de pensar en el posible modo de salir del actual encierro. Nada es imposible aunque pueda ser muy poco probable.



domingo, febrero 24, 2008

479 ¿Donde está mi cuerpo?

Sin embargo también habríamos de considerar que la situación no parecía ser muy divertida, especialmente desde que no se le ocultaba a Manuel, (o lo que quedara de él), que su cuerpo, el que siempre había tenido puesto, no se encontraba presente de ninguna manera posible. Que lo que no está presente está ausente. Es decir que no tenía forma de reecontrarse con su cuerpo.
Si huebiese tenidos manos y mentón seguro que estaría friccionando la una contra el otro. Porque esa era la predisposición de su ánimo y no teniendo otra cosa que hacer...
¿Dónde podría haber quedado su cuerpo?
¿Y por qué esta vez la entrada al punto había funcionado mal? Es decir... Por lo menos no estaba funcionando el sistema de salida... y se nos ha privado del servicio de telepatía a bordo... No tenemos por eso conocimiento de si nuestro cuerpo ha quedado allá en la cueva a merced del loco de Satanás o si ya ha sido codificado y guardado en esos lugares que no se entienden y que siempre nos han devuelto el cuerpo a la salida.
¿No te parece...?

La señora del brazo de su marido por la avenida Rivadabia a la altura de Liniers torció el gesto tironeando del brazo para indicar "sagamos de la presencia molesta de ese ciego que sacude su sombrero pedigüeño" y sumergirse por la boca de una galería comercial llena de vitrinas con luces y pimpollos de rosas. Es que era un ciego en particular que rezaba profecías incómodas sobre nuestras propias vidas, sin detenerse a considerar que habían muchos presentes escuchando lo que podría ser una confesión

Una onda sonora con sabor a menta sintética trajo la voz diminuta de una rubia demasiado simpática que en forma sintética dijo:
Señor usuario, debemos informarle que su cuerpo ha quedado atrapado en un remolino secundario de espacio tiempo caracterizado por la generatriz zeta equis cu.
Que nuestro dispositivo técnico estudia las posibilidades de operaciones de rescate.
Que hemos soportado una serie de ataques o atentados pero que nuestro sistema funciona si no al 100 por 100, al menos digamos un 90 o un poco menos.
Que también se estudia nuestra eventual responsabilidad ante daños o perjuicios.
Que le mantendremos informado...

Bueno, al menos era un acto de presencia. Quería decir que no estaba solo en el universo. Y que demás confirmaban la situación de emergencia en que me encontraba.

sábado, febrero 23, 2008

478 Diálogo entre uno.

En poco rato fue descartando posibles soluciones que partieran de algo que pudiera hacer por sí mismo. Al menos no tenía antecedentes válidos y en cuanto a descubrir pensando... No. Se conocía suficientemente como para descartar que en una serie de pensamientos encadenados tuviese alguna posibilidad de llegar a otra conclusión que no fueran las mismas ideas del principio. Eso podría ser posible para Cholo o para Ernesto. A él cuando algo le salía bien era más por olfato que por razonamiento...
-Sí. Y ahora ...
Le causó gracia pensar que estaba encerrado con su única compañía. Que se debía agradecer por no dejarse solo. Y aprovechar tal vez la ocasión, para decirse todo aquello que nunca tenía tiempo de decirse. Contarse el largo tiempo que llevaba consigo mismo, observándose , comprendiéndose, y nunca sabiendo de donde mierda había aparecido para ponerse allí enfrente, a posibilitar este entretenido diálogo. Aun peor que eso.
(Me puedo decir que no siempre he sido el mismo.)
(Ni yo tampoco.)
(Primero era un niño sin mayores pretenciones.)
(Me mirabas sin intentar comprenderme.)
(Poco a poco fue despertando en mi ese que ahora eres.)
(Tardé en darme cuenta de que podría ser yo mismo.)
(Mucho más tardé en darme cuenta de que me estaba mirando.)
(¿Yo a tí? o ¿Tu a Mí?)
(Los dos somos el mismo.)
(Ya lo se... Pero no voy a romper el juego!)
(Ni yo.)
(Tu...)
(Bien, de acuerdo. Yo seré tu tu.)
(¿Y yo?)
(Ja, tu serás mi mí.)
(¡No, seré tu tu!
(Otra vez iguales?)
(No, porque tu serás mi tu, y yo seré tu tu.)
(Ja ja, mi tutú...)



jueves, febrero 21, 2008

477 SIN SUDOR NI LÁGRIMAS

Definitivamente no aparecían. El tiempo, esa única existencia, allí, aparte del pensamiento, pasaba. Sin el compás de los latidos, sin el flujo de los líquidos interiores, sin transpiración... Pasaba silencioso y solitario como única manera de que su angustia se pudiera extender a lo largo de la existencia...
Tenía que volver a la caverna, donde seguro habrían encontrado alguna dificultad para escabullir el bulto. Volver ahora, antes de que fuera tarde...
Se disponía a ello. Establecía la misma imagen mental incomprensible pero justa. Un punto. El punto de pequeñez inaudita y ubicación imposible en que estaba, que se expandía a los cuatro vientos desenrollando sus faldas y extendiendo sus alas para llegar a acoger todo el universo con sus múltiples sistemas y galaxias. ¡Asi! De este modo! ¡Habriéndose...!

No funcionaba.

Probó otra vez y otra. Se concentró con mayor convencimiento...

¡Estaba atrapado! Alguna fuerza muy poderosa estaba impidiendo que su voluntad ejercitada pudiera realizar su propósito. Tal vez el mismo Satán. O tal vez...

Decidió calmarse y descansar Era posible que a todos le estuviera ocurriendo lo mismo. Cada uno encerrado en su punto e incomunicado como si fuera otro criminal de extrema peligrosidad...
Pensar, pensar serenamente y... pensar. ¿Qué otra cosa se podría hacer allí? Tal vez no sólo lo único posible, sino lo único también imposible de no hacer...
¿Sería posible allí dormir? ¿Y soñar? Y si soñara... ¿Habría acaso alguna manera de distinguir el sueño de la vigilia? ¿La vida de la muerte...? Las iluciones de las realidades...

martes, febrero 19, 2008

476 NI CHICHA NI LIMONADA

No llegó a abrir los ojos en este mundo. No era ya necesario, lo supo al darse cuenta de que habían cesado todas las sensaciones corporales. Ni temperatura, ni pulso en las venas de la sien, como hasta el instante previo, cuando vislumbrara el abismo que se abría entre la imponente pretensión del animal y los ingenuos planes que anidaban en las mentes de sus amigos. Ya estaban a salvo. Disponían de tiempo para encontrar la vía de escape a la sorpresiva encrucijada... Primero, encontrarse. Como anteriores veces, con el pensamiento... y el sentimiento... en ese ámbito, o mundo sin dimensiones ni materia...
-(Magda...)
Después, encontrar la mejor estrategia para evadir los peligros que la locura de este poderoso sujeto les venía a significar...
-(Cholo...?)
Daba por descontado que nadie , ni siquiera la mayor de las Bronté, iba a querer continuar el diálogo anterior, con este sujeto tan loco...
-(Ernesto...¿estás ahí...?)
...que pretendía dividir el universo en dos bandos, más parecidos que distintos y tan asquerosos uno como otro...
-(¿Vittorio...?)
Se comenzaba a preocupar. ¿Por alguna razón sus amigos no habrían podido refugiarse dentro del punto? ¿Estarían aún frente a frente con la impresionante figura de Satanás y su trasfondo de berreantes majadas colorinches...?
-(Vieja...)
Debía mantener la calma. De un momento a otro se iba a restablecer el contacto. Quién sabía... No él, por cierto, cuales eran las leyes y las limitaciones de ese extraño mundo donde sólo podían habitar los pensamientos... las emociones...los sueños... pero no los cuerpos, ni las cosas, ni siquiera los colores...
-(¿Hay alguien ahí...?)
...por decir lo menos, ya que ni siquiera -ahora se daba cuenta- podría decirse que aquello era un reino oscuro... ni por supuesto claro, o intermedio. No lograba determinar si allí había claridad u oscuridad. Podía, sí, recordar lo que era un ambiente luminoso u otro oscuro, pero... Aquello, lo que le rodeaba, no era ninguna de esas cosas, ni otra distinta tampoco... Ni chicha ni limonada, ni lindo ni feo, era... simplemente un lugar solitario.




sábado, febrero 16, 2008

475 Luciérnagas amigas

Nada más se dijo. Manuel cerró los ojos para ver con más claridad la situación... Sí, iba a ser necesario tomar medidas para proteger a su gente. Ahora tenía la exacta sensación de estar enfrentado a algo espantoso, un abismo de insolente prepotencia que no otra cosa pretendía que tragarlos a todos para sumarlos a su masa proteiforme. Aquello no era un Chivo ni un ejercito de ellos. Era el soberbio poder que otra vez estaba queriendo ejercer su insaciable bulimia... Tanteó en la oscuridad en busca de la luz del pensamiento profundo. Se encontró en ella y desde allí aguzó la sensibilidad hasta que por un lado y otro pudo sentir las débiles lucesitas de sus compañeros... Llamó a Cholo y a Ernesto. Llamó a Magdalena y a su madre... Vio como las luciérnagas titilaban y se acercaban. Sintió el temblor de aquellos seres temerosos... encendió su propia luz y les hizo entender que debían escurrirse de todas las dimensiones. Juntos. Y esperar...

viernes, febrero 15, 2008

474 CON DIOS O CON EL DIABLO

Sin embargo Mandinga tampoco las tenía todas consigo. Sus ojos, grandes y movedizos recorrían amplias orbitas sin detenerse ni en el piso, las paredes o el techo. Parecía querer descubrir en los cambios de tonalidades de la luz, las intenciones ocultas de quienes la estaban manipulando. De pronto frunció el ceño.

-Me voy muchachos. Trataré de averiguar cuales son los planes de mi primo.

Apenas lo dijo, ya su imagen se fue yendo hacia adentro y desapareció en la nada. Eran las cinco de la tarde y por extraño que pareciera el aire de la caverna se estaba calentando. Pronto, aquella vibración multicolor se transformó en millones de puntos luminosos que parecían dispuestos a desintegrar todas las cosas, el aire, pero también los cuerpos de las personas, volviéndolos traslúcidos y de contornos difusos. Todo emitía luz y calor…

De pronto sonó otra vez aquella grotesca carcajada. En medio de evanescentes lenguas de fuego, allí enfrente a ellos había aparecido el majestuoso chivo de las largas crenchas. Hacia atrás se le veía acompañado por miríadas de demonios, mitad humanos y mitad caprinos, que berreaban y se apretujaban como el ganado cuando es forzado a pasar por un brete estrecho. Eran verdes algunos y rojos encarnados otros, con gruesos manchones azabache que les pintaban diversas zonas del cuerpo al azar. Pero demasiados. Millones tal vez, que en majadas posiblemente infinitas se extendían por aquel sector del incendio que a lo lejos terminaba en la negra cordillera del fin del mundo. ¡Pura ilusión!

Manuel esperó de frente a que el bicho se acercara. No estaba dispuesto a dejarse engañar por la tramoya. Sabía que, con malas artes o sin ellas, todos los espíritus son iguales, y que puestos a lidiar encuentran en sí mismos la fortaleza originaria que nace de su simple existencia.

La voz aguardentosa reprochó:

-Lo dejaste huir…

-Nosotros no somos tus carceleros.

-Teníamos un pacto…

-No es cierto.

Otra vez sonó la carcajada que retumbó entre las verdaderas paredes de arenisca justo en el momento en que las llamas se generalizaban sin quemar más que la apariencia ni consumir siquiera el oxígeno. Satán evitaba enojarse. Su boca doblada sonreía por lados alternos mientras aquellos ojos de pupilas ovales, pestañaban sin dejar de observar todo el tiempo al contrincante.

-Eres inteligente… y atrevido. Te diré… Existen para ti dos posibilidades. Estar conmigo o con el viejo Dios.

-Con Dios o con el Diablo… No creemos en eso.

-¿Acaso conoces otra posibilidad? Conmigo tienes todo para ganar…

Había acompañado las últimas palabras con un ligero gesto de pezuñas que en el aire pintaron un paraíso caribeño de palmeras y mulatas en la playa.

-¿Acaso prefieres otra cosa…? Sólo tienes que pensarlo o dejar que yo adivine… Vamos, aflójate! Acaso no estoy peleando por la causa de los humanos…-con el rabillo del ojo vio allí el grupo de los asustados jóvenes Tucus-…la causa del planeta Tierra…

Manuel por cierto se aflojó, pero no en el sentido que pretendía Satán. Era evidente que nada nuevo se había inventado en el arte de seducir. Aquello que tenía enfrente, sin negarle poderío ni peligro, no era más que un clásico embaucador de incautos.

-Dicen que las mismas pavadas le dijiste a Cristo hace dos mil años… ¿Por qué no nos dejas en paz…?

jueves, febrero 14, 2008

473 ATRAPADOS SIN SALIDA

Todos comprendían que Satanás les había puesto entre la espada y la pared. No creían en su amistosa generosidad, más bien les había asqueado bastante la doble apariencia de sus palabras y el retorcimiento del modo de presentarlas. No era un aliado de la humanidad que les estuviera defendiendo de los poderes celestiales. Satán estaba peleando su guerra. Su vieja guerra, cada vez con nuevos aliados, a los que, por lo que se veía, no acostumbraba a tratar con demasiado respeto. La falta de una amenaza explícita no daba ninguna garantía, pero... por supuesto, ninguno de los presentas, se sentía dispuesto a entregar a Mandinga y sólo la mayor de las Bronté era propensa a las negociaciones.

Por si quedaba alguna duda, Mandinga expuso la cruda realidad.

-Es perfectamente capaz de atacarles si no cumplen con su pedido. Hemos de fingir que no han logrado apresarme.

Manuel se rió. Le resultaba evidente que apresar a Mandinga no hubiese sido poca cosa, ya que era capaz de meterse dentro del punto aun sin la ayuda de una bola. El lo había visto hacer eso, derribarse para adentro y desaparecer con el saludo de que se iba para Honduras o El Salvador. Lo recordaba y ahora sentía por primera vez la sensación de que era un tipo digno de confianza.

-Pero igual... A mí no me gustaría pedirle disculpas a ese arrogante....

La conversación se vio perturbada por aquel tono verde turquesa que de pronto iba corriendo por la atmósfera de la cueva. Se estaba derramando como una tinta de luz que llegaba ya hasta buena parte de las paredes tiñéndolas de indefinibles matices iridiscentes, y al mismo tiempo resaltando la aspereza de las paredes de arenisca. ¡Una luz que avanzaba por el aire en cámara lenta y acababa de pintar una mejilla del Dengue, del pobre Dengue que, no tuvo otra reacción que la de cuando le picaba un mosquito. Un cachetazo sobre su propia cara.

Se tiraron todos al suelo menos Mandinga quien serenamente les habló diciendo lo que ya estaban sospechando. Que no debían dejarse dominar por el temor. Que recordaran aquello de que naides es más que naides, que donde las dan las toman y que el temor es el primer aliado del enemigo.

-Están haciendo un reconocimiento del terreno. Crean un holograma de todo lo que aquí se encuentra. Por el momento no harán otra cosa que determinar los puntos donde sus armas producirían mayores daños...

-Qué clase de luz es esa...? -Preguntó Ernesto.

-La luz es emitida por los átomos del aire cuando se ven obligados a vibrar en esta combinación de frecuencias.

-¿Obligados...?

-Sí, Satanás sabe alterar algunos parámetros...Es decir... algunas leyes físicas, aunque por breves períodos y pequeñas localizaciones...

lunes, febrero 11, 2008

472 Galería de espejos

Al término de las declaraciones sobrevino un pesado silencio. En cada una de las cabezas las ideas en pro y en contra de la posible realidad de aquellas cosas se balanceaban y anulaban mutuamente. No era que nadie hubiese alguna vez pensado cosas similares por tener una concepción lineal e inocente. No, todos ellos, hasta la anti-intelectual Margarita, aunque a través de distintas experiencias o por distintas razones, habían desechado hacía rato todas las explicaciones simplistas del universo. Las religiosas, pero también las cientificistas. Tenían en cambio (Y ahí radicaba primordialmente la duda) una tendencia a imaginar un mundo más dirigido directamente por algún espíritu primordial. Sin llegar a la historia del viejo barbudo, por supuesto. Ya hacia rato que galgueaban tras las noticias que día a día les llegaban sobre la progresiva complicación de los múltiples planos, dimensiones, y tiempos, como para recibir de buen grado esta andanada de yoes parecidos.

Por último Cholo le preguntó:

-¿Querés decir que todos venimos en versiones buenas y malas, y que lo que nos parece mal aquí en otra versión paralela, nos parece bien?

-No necesariamente, aunque... si fuera cierto que las versiones son infinitas, tal vez...Yo no se.

-Matemáticamente... -musitó Ernesto mirando el suelo. A lo que la flaca sonrió aliviadoramente:

-No creo, porque la persona tiene una tendencia natural que se va a manifestar en cualquier circunstancia que le toque vivir... - (Su mano se fue colando por debajo de la remera de Manuel hasta hacerle cosquillas).

Ahora fueron Dengue y Trum Urum los que venían bajando la rampa mientras charlaban animadamente. Nada de depresiones, el tema de los muchachos estaba en camino de resolverse a través de una agrupación de adolescentes antipatos. Trum había sido invitado a una agrupación de la que formaba parte su hijo y había salido pletórico de orgullo.

-Es lo que yo decía- festejó Giorgionne. -Hay que darles la oportunidad.

Pero el tema era considerar que si ese mundo de las infinitas copias fuera falso, falso resultaba ser que Mandinga no fuera un traidor. Aunque le estuvieran dando tantas vueltas que ya ni ellos podían seguir el hilo que... ahora era tirado nuevamente por el otro extremo y volvíamos a vernos repetidos como las fichas de dominó, en hileras...

Cholo volvió a las preguntas aunque ahora como hablándose a sí mismo:

-¿Estás diciendo que lo que acordaste lo acordaste vos, pero siendo otro vos con el cual nunca estarías de acuerdo?

-Más o menos...

Manuel retorció su espalda a medida que la mano de la Magda subía por el espinazo galopando con cuatro dedos. La flaca estaba contenta. Se le notaba distinta desde que Manuel le había abrazado la espalda y de cuando en cuando le sonreía otra vez con candor a pesar de haber puesto cara de pensar en lo que se hablaba. La hizo corta. Propuso que teniendo tiempo para pensar ese tema tan difícil se pusieran a pensar en qué contestarle a Satán.

viernes, febrero 08, 2008

471 Mandinga explica

El corolario de tantos devaneos fue que una incontenible risa le dominó por completo. No encontraba, Mandinga,  ninguna forma coloquial de explicar los ramificados conceptos que eran necesarios para describir cómo, y en cuales circunstancias, había sido víctima de una trampa. La risa le venía de imaginarse en medio de la enrevesada explicación siendo observado por estos amigos que seguramente iban a hacerlo desde una expresión  de sorprendida incredulidad, la misma  conque se observa a los redomados mentirosos cuando complican la historia con agregados cada vez más traídos de los pelos. Qué le iba a hacer... Reirse, reírse o llorar para que por fin le creyeran... O decirlo a secas y reír después, de las caras y de... Aunque Abelardo se enojara por seguir levantando el velo de los misterios del universo... Por fin se decidió.

-Queridos amigos, siento tener que decirles que todos nosotros no somos más que una de las infinitas versiones de nosotros mismos que deambulan por este juego incomprensible que es la existencia. Ja, ja. ¡Hasta suena bonito!

Giorgionne le salió al cruce:

-Deberías haber comprendido, Mandinga, que con chistes inoportunos no vas a poder borrar las dudas que Satanás acaba de dejar sobre la mesa.

Cholo fue más a fondo:

-Sí, hasta parece que te burlaras de nosotros...A ver, decilo en criollo ¿Que clase de trampa fue esa?

Ahora sí. Mandinga se puso serio achicando la sonrisa y el brillo de los ojos. Se preparó, de frente a todos que formaban el anfiteatro de oídos y ojos atentos, acomodó el cuerpo en el sillón que se sentaba y moviendo un imaginario vaso de whisky se dispuso a hablar:

-Habrán sentido hablar de los infinitos mundos paralelos al nuestro, supongo. No digamos en aquella versión que los crea a partir de cualquier opción entre varias que adopte cualquier ser consciente. No, esa teoría que entre ustedes ha tenido mucha prensa, sin embargo no pasa de ser un espejismo matemático. En los mundos paralelos existimos nosotros en paralelo, o ya hemos muerto o quizá nunca hemos nacido. Pero en muchos estamos ahí. Probando en simultáneo infinito, todas las infinitas maneras de explicar la existencia. Comprender sus leyes, si las tiene, escribirlas a capricho si no, o adaptarse a la fuerza de la corriente y no preocuparse por tales cosas. Entre todos esos personajes que somos, se podría armar una cosa enorme que llamaríamos el yo-entero. Este súper-señor que somos, encierra todas las formas posibles en que se pueden combinar nuestros caracteres primarios, y además todos los infinitos escenarios en que deberán actuar y a los cuales se deberá, en alguna medida, adaptar nuestro engendro a menos que prefiera la autodestrucción...

Cholo no se aguantó.

-¿Y eso qué tiene que ver con lo que hablábamos?!

Mandinga mostró de frente su enorme palma clara.

-A eso ya llegaremos. Tené paciencia, hermano... Hasta aquí la primera parte. La segunda es explicarles con quién estaban hablando por medio de las ondas. Nada menos que con Satanás, el verdadero Diablo. Que si bien goza de una fama demasiado tendenciosa, es... en alguna mediada, una fama merecida. ¡Esta gente hace verdaderos milagros! Su poderío no está tanto en los armamentos que pudiera juntar sino en las maravillas inexplicables que realiza de tanto en tanto. Por momentos, porque parece ser así, de vez en cuando los tipos se ponen a tañir las cuerdas de la realidad con tal solvencia que la realidad se amolda a sus deseos. Aquella vez así lo hicieron...

-¿Qué cosa?

-Me engañaron, o mejor... engañaron a los comensales de aquella cena, todo los más poderosos sátrapas del universo allí reunidos para repartirse los despojos futuros, que iban quedar una vez derrocada la tiranía de Dios. Se había exigido y condicionado el tratado a que fuera rubricado por unanimidad.

-¿Cómo que los engañaron?

-Con respecto a mí. Les hicieron ver... es decir, vieron...porque lo que vieron seguramente estaba allí y era igual a lo que veían, aunque lo que veían en realidad... pertenecía a un trozo, bastante similar a la situación actual, pero de un mundo paralelo... Yo lo sé porque de pronto me vi puesto en una extraña situación en un mundo extraño. Tenía algo extraño en todo y yo resultaba ser un líder belicoso que arrastraba a su gente al degolladero, sin importarle otra cosa que el prestigio de su prosapia valerosa. Pues, estaba claro que el líder belicoso había sido, por algún medio enrocado conmigo y trasladado a mi anterior situación de explicar frente a esos capitostes que el pueblo Mandinga consideraba que había que hacer una pausa entre las guerras para tener tiempo de gozar de la vida y renovar aí las ganas de luchar. Pero me cagaron! Ese loco, que también vengo a ser yo, en cambio aplaudió la Alianza Satánica y adhirió a todos sus términos.

jueves, febrero 07, 2008

470 TRAIDOR Y MALEDUCADO

Manuel se adelantó hacia la imagen del chivo cómo queriéndola interpelar con la mirada clavada en sus ojos.

-¿Qué ganarías aliándote con unos traidores?

Después de algunos chasquidos y el traductor recuperó el control.

-No quieras ser más sabio de lo que eres, muchacho. Hay dos cosas que te han de quedar claras. Yo soy el aliado natural de la humanidad que lucha contra la dictadura celestial desde los albores de los tiempos. Y traidor, ente nosotros, no hay más que uno... Es decir toda una estirpe: La de los Mandingas.

-Él nos ha ayudado mucho. Es nuestro amigo.

-¡Pamplinas! Acaso alguna vez a corrido serios riesgos por ustedes? Ah dejado por un momento de correr tras las piernas femeninas? De dormir y comer como un cerdo. De eructar y de meterse los dedos en la boca...?

-Nunca le hemos pedido algo de eso.

-Nosotros sí...

-¿Que no se metiera los dedos en la boca?

-¿Que te parecería si invitas a alguien a cenar y a tratar serios asuntos de una guerra en ciernes y...?

-...se mete los dedos en la boca.

-¡Claro, y eructa en tu cara y la de tus invitados venidos de todos los confines del universo y de todas las múltiples dimensiones...?

-Gente importante...

... y poderosa...

-Te parece una traición?

-Ja, se lo perdonaría si después hubiese cumplido con sus compromisos.

-¿Cuales compromisos?

La quieta imagen en la pantalla tomó movimiento y ubicación en un ámbito palaciego que parecía estar incendiándose. Era muy impresionante ver como las puntas de los bigotes del chivo se achicharraban rizándose en caracolitos. Su voz continuaba.

-El compromiso de poner todo el poder de los Mandingas a disposición de la Alianza Satánica.

Desde la rampa resonó el vozarrón de Mandinga que venía entrando.

-¡Eso es mentira!

Satán apenas parpadeó.

-¿Mentira? Tenemos las grabaciones holográficas verificada por todos los presentes..

La voz de Mandinga se estrechó levemente.

-¡Me engañaron!

Con una risotada teatral, la imagen se fue difuminando entre las llamas y por último desapareció. También las llamas.

Todos los ojos se posaron sobre el negro Mandinga quien de alguna manera temblaba en la búsqueda del modo de explicar aquel embrollo a un grupete de terráqueos ignorantes. No se iba a poner a dar lecciones sobre la conformación de asociaciones de dimensiones... Para decirles que no sólo hay muchos mundos simultáneos y colindantes, sino que muchos de ellos van camino a un inminente colapso, mientras otros perviven y se acrecientan sobre los despojos... Y que... En todos ellos, o en unos cuantos estamos nosotros, algunos de nosotros, o todos, contribuyendo con nuestros errores a la sumatoria de errores que va arrastrando el conjunto hacia el apunamiento y la muerte. Callejones sin salida en los que desempeñamos papeles, a veces, bastante diferentes que los de acá, pero tan convencidos como ahora de que esa es la única realidad. La real.

miércoles, febrero 06, 2008

469 Emplazados

Trataron todos de interceder por la paz entre las hermanas, pero éstas rodaban por el piso enroscadas en una furia tal que les hacía no sentir como muchos cabellos se despegaban de sus cráneos. Chillaban palabras tan mordidas y apretadas que... no se sabía de qué hablaban, ni qué se reprochaban cara a cara, rodando sobre la arenisca rosa del piso.

En eso empezaron a aparecer unos cuantos Tucu Tucus adolescentes por la rampa y bajando en derecho a ver la pelea en primer plano. Parecía divertirles tanto que por un momento dejaban de observarse entre ellos los pelajes afeitados en intrincados diseños abstractos por todo el cuerpo. Esto era algo distinto. Un par de hembras humanas enfrascadas con pasión en impedir la pasión de la otra, se podría suponer y se adivinaba por la ceguera instintiva conque se usaban los recursos agresivos, y las posturas de los miembros sobre el suelo, como si se tratara de gatas defendiendo aquello que más le importaba... ¿Y por qué todos los humanos estarían observando sin intervenir? ¿Tal vez se tratara de algún otro deporte de esos que les apasionan? ¿O de un duelo singular que aparejara con su resultado el beneficio de la mitad de los que allí estaban, contra la otra, la del bando de la vencida...?

De a poco la vista de los muchachos Tucus se había ido deslizando desde la pelea de las Bronté a la platea de los que observaban el espectáculo. Gentes extrañas estos humanos, parecían pensar.

¡Para la foto! Divididos en dos grupos por la línea imaginaria del medio con su pareja de luchadoras, los dos grupos que ya eran se observaban muy de cerca. Los humanos adultos a un lado, agachando levemente la espalda para encontrar la misma línea de visión. Al otro lado ese montoncito de adolescentes peludos y decorados que, miraba comprendiendo muchas cosas e ignorando otras, como siempre ocurre y seguirá ocurriendo. Claro que ellos se sabían buenos comprendedores de la idiosincrasia humana y de su manera tan perdonavidas de valorizar cualquier pavada que uno pueda decir, más allá de su verdadera importancia. Cosa que a los humanos no les importa hasta el preciso momento en que lo importante se le vuelve importante. O sea... Lo importante es aquello que los otros creen así.

Uno de los tucus, Pucum, hijo -aunque nadie lo supiera- de Trum, el conductor involuntario de la apertura hacia los humanos, levantó pícaramente la mirada llena de ocurrencia repentina.

-¿Se reciben apuestas?

Nadie le contestó porque todos giraron hacia la consola que estaba resonando una especie de alarma de guerra. ¡El chivo otra vez! A toda pantalla estaba moviendo las mandíbulas en un lenguaje cortante que aparecía traducido al corriente español rioplatense.

-Tienen 24 horas, ta?

lunes, febrero 04, 2008

468 El Poder de la Negociación

Todos a coro, sin ninguna, excepción dijeron que no. Ni siquiera se habían puesto a pensar en cual pudiera ser el método adecuado para poner al semidiós Mandinga, atado de pies y manos, a merced de este mal pariente.. Ni analizado la larga o corta listas de los Principios que hay que honrar. Ni puestos a repasar el historial de Mandinga entre los humanos... Sencillamente no se podían imaginar a sí mismos negociando una traición. Aquello les había ofendido.

Sobre la pantalla del monitor volvió la imagen sonriente del chivo rodeado de una serie de símbolos cabalísticos que se transformaban unos en otros. Y música... o algo así.

-Ahora ya no nos pueden oír- explicó Ernesto- he desconectado el audio.

La mayor de las Bronté pidió y obtuvo permiso para dar una opinión. Le había parecido magnífica la preferencia del ideal sobre la conveniencia pero... Estábamos en guerra. Su hermana le interrumpió. No puedes- le dijo- estar insinuando que tal vez debieron aceptar... No? (La otra negó tal idea.)

-Deberían haber negociado.

-¿Negociar la entrega de un amigo?

-Las cosas siempre se negocian. Hasta el mismo fin de la negociación, se negocia. Se podría negociar que pasáramos a llamar "mal menor" a la traición. O que dejáramos de negociar las cosas. O que...

-...qué tomaste?

-...mientras se negocia se van adquiriendo pequeñas ventajas que el otro bando nos permite para mantenernos enganchados y obtener por fin las ventajas que el se quiere asegurar.

Magnolia Bronté se sonrojó hasta las orejas. Miraba a su hermana y no podía creer que estuviese diciendo aquellas cosas tan cínicas, mucho más que otras que en los últimos tiempos habían dado lugar a sanguinarias peleas verbales entre ellas. Ahora le hervía la sangre. La iba a hacer callar. A como fuera!

-¿Te podés callar?

Violeta Bronté apenas le concedió una displicente caída de pestañas a su hermana. Caminó dos pasos y fue a apoyar su zapato derecho en la silla que centraba el abanico, el codo sobre esa rodilla y la mano en el mentón.

-Por último, la negociación se prolonga en el tiempo y se transforma mientras los contendientes van consiguiendo todo aquello que el el otro se ve obligado a conceder a cuenta de exiguos beneficios o a veces ninguno...

No pudo continuar. Su hermana Magnolia le había saltado desde la espalda, volando sobre el chillido de furia que emitía, derecho con ambas manos adelante, en dirección al cuello que había agarrado y apretado entre los dedos.

domingo, febrero 03, 2008

467 BUSINES

Supo Manuel que la paz era superior a la guerra y que la dignidad a la humillación, pero supo... o más bien sintió no ser nadie como para oponerse a los avatares de la existencia... Tal vez era necesario pasar por este camino de una buena vez... No dejar que se repitieran las reiteradas situaciones de acoso. Transitar por este error, y tal vez todos los otros que fuéramos capaces de cometer... hasta que se agoten los errores...

Ernesto sugirió que habría que aunar la información y tal vez el comando.

-Podemos hacer un enlace en conferencia con cientos de bases subterráneas.

Manuel parpadeó afirmativamente pero en ese preciso momento ocurrió el flasheo de pantallas que entraban en paralelo con unos símbolos extraños y carraspeos de voces antes de la entrada del traductor automático.

-HOLA TIERRA. LES HABLAMOS EN NOMBRE DE NUESTRO DIOS SATÁN. ESTAMOS LUCHANDO POR UNA TIERRA LIBRE TANTO COMO USTEDES. DEBERÍAMOS AUNAR LOS COMANDOS DE ACCIÓN...

Recién después de comprender el mensaje fue que comprendieron la imagen que se estaba mostrando en las pantallas. ¡El propio Satán, Rey de las tinieblas portando su luenga barba de chivo,  ojos de chivo y cola.... les hablaba desde bajo sus cuernos! La primera impresión fue de rechazo como era natural para todo ser inteligente sometido por años a bombardeo de valoraciones negativas sobre ciertas combinaciones de rasgos en un rostro "inferior". Aquello era un adefesio! No hay cosa más fea que un chivo visto de frente con aires de estar diciendo cosas interesantes. Levantando esos mechones de crines que tenía por... digamos, cejas. Y sin embargo... Aquel que tenían enfrente, aunque inmóvil, era nada menos que el mitológico Satán, rey de las siete oscuridades. El mayor competidor de Dios. El rebelde.

Manuel hablo enseguida mirando a donde suponía el micrófono:

-¿Cual sería el precio de esta alianza?

La imagen fija de la pantalla fue cambiada por otro donde el chivo se veía de tres cuarto  y parecía sonreír!

-¿Precio...? ¿Quién habló de precio? Todo está pagado cuando se trata de amigos!

El "Uhh" emitido al mismo tiempo por todos demostró que nadie estaba dispuesto a seguirle la corriente a este nuevo seductor. Con Mandinga les bastaba. El Cholo interpeló a la imagen:

-¿Cuanto?!

Se apagó bruscamente la imagen, sustituida por otro chivo gordo que mostraba galones a los costados del cuello.

-A cambio queremos que nos entreguen a Mandinga.