Cuando volvió con las bostas ya la Flaca estaba colocando piedras que formaban un hogar donde encender el fuego. Quería calzarlas bien unas con otras para poder achicar el espacio hacia arriba de modo que fuera eso como una hornalla por donde saliera el calor. Lástima no tener algunos hierros como para apoyar en ellos las presas, cuando tuvieran, algún recipiente que hiciera de olla… Aunque…
-¿Cuanto tiempo tendremos que mantenernos escondidos?
Manuel tampoco lo sabía e iba a ser difícil saberlo ahora que ella le informaba de la muerte del celular. Se le había terminado la tarjeta, no había dinero ni lugar donde comprar….
-Tengo algunos conocidos en el pueblo.
-Tendríamos que ir a pié. Si ven la bola se van a dar cuenta de quienes somos.
-De noche…
Siguieron buen rato con las tareas. Armaron un especie de plumero, o escoba sin cabo para barrer el piso, una pequeña pila de bostas para encender en la boca de la cueva y repeler los mosquitos. Terminaron de armar el hogar, no se atrevieron a comer unos tomatitos silvestres que habían recogido, pensaron en qué hacer para esconder la bola, no se les ocurrió nada, Manuel enderezó un poco la herradura enganchándola en un hueco de la pared y tirando hasta gritar.
-¿Qué hacés…?
-Un búmeran.
-¿Un boomerang?
-Si, para cazar. Ahora le tengo que dar filo.
-Arriba de la hornalla podría sernos útil..
-Pero primero hay que tener algo para cocinar.
Salió afuera para poner a prueba su teoría seguido de todo el mundo que pudo observar atónico cómo aquel proyectil salía despedido como una pedrada que se iba a estrellar diez metros más allá contra las otras piedras. Pero no giraba y en eso la teoría rengueaba del lado de que aunque tuviese la herradura sus extremos afilados.. al no avanzar girando…no se iba a introducir a través del cuero de algún bicho para después asarlo. Porque según Abelardo los objetos avanzan con la parte más pesada para adelante porque… y todo eso.
Me parece que los boomerangs son más abiertos. Si querés yo te ayudo tirando del otro lado. No, lo metemos en el mismo hueco de hoy y tiramos los dos juntos.
-Vamos.
Después venía la cuestión aerodinámica que determinaba el sentido de giro del proyectil y los lugares más adecuados para conllevar el filo cortante que hiriese y penetrase las carnes de los pobres animalitos. Quedando por supuesto, libre de filo, algún lugar para afirmar los dedos e imprimirle el impulso y el simultáneo giro que haría de aquella un arma de precisión milimétrica. Rasparla contra las piedras más duras primero hasta darle la forma y después contra las más blancas y lisas para mejorar el filo. Que debería ser preservado durante las pruebas de cualquier choque contra las piedras. .. porque Iban a ser necesarias muchas pruebas…para llegar a hacer de un chambón como yo- pensó Manuel –alguien que pueda darle con esto en el cuerpo de un animalito tan chico como un tero! A no ser que…
-Y vos…¿tenés puntería?
-Si, pero no me animo a tirarle eso a…
(Esta es una historia continuada. Sería aconsejable leerla desde el post n. 1)
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