martes, agosto 29, 2006

56 - COSMOS INC

Si Manuel no sabía qué mierda estaba haciendo adentro de la bola, mucho menos eso de tomar realidad con números y letras. Quedó quieto en su asiento aunque con cierta sensación de tal vez estar metiendo la pata. ¿Era él un pasajero? ¿Estaría allí de colado? No, esta vez, como las anteriores, había sido raptado! Eran ellos, en todo caso quienes debieran pedirle disculpas… Pero…ellos… ¿Quiénes eran? A juzgar por las caras, todos las personas que veía o eran pasajeros o eran raptados como él. La mujer que hablaba por los parlantes, esa sí, seguro que era de La Compañía, pero no estaba a la vista y no había ningún otro que…
-Señor, usted está sentado en mi asiento.
-Perdón. No sabía que los asientos estuvieran reservados.
-Reservados no. ¡Nu-me-ra-dos, que no es lo mismo!
-Claro. Pero este número lo tiene reservado usted?
-Le estoy diciendo que reservado no! Yo tengo este número de asiento. ¡Y usted no tiene este número de asiento!
-Es que yo no tengo ningún número de asiento…
-¿Cómo que no tiene…? ¡Tiene que tener! No existen personas sin número de asiento.
-¿De nacimiento?
-¿Cómo de nacimiento?
-Porque yo nací sin número de asiento…
-Eso no tiene importancia… ¿Pero me va dar mi asiento, o no?!
-Ah, usted quería que se lo diera…!
-Nooo, si voy a estar protestando por deporte…
-Tome, siéntese… ¿Pero le puedo hacer una pregunta?
-Y… ahora que estoy sentado, haga todas las que quiera.
-¿Quiénes son los de la compañía?
-¿Acaso se refiere a LA COMPAÑÍA?
-¿Y qué le estoy diciendo?
-Se ve que es nuevo aquí… LA COMPAÑÍA o Cosmos Inc., según el registro de marcas y señales, es una corporación de corporaciones de grupos planetarios y mentes concientes que abarca… se podría decir que a todas las mentes concientes del Universo. Claro que esta definición apunta más a lo administrativo o legal. En los hechos viene a ser una súper cooperativa universal de mentes concientes que, mediante un cierto protocolo de funcionamiento y evaluación de resultados, define el curso de la historia futura!
Manuel quedó callado y parado sobre las cuatro patas de su cabeza. Toda la primera parte del discurso la había olvidado enseguida de no entenderla pero, en su conciencia quedaba resonando eso de “historia futura”, combinación de palabras que ya había oído en algún lado pero que ahora recién caía en la cuenta de su extrañeza.
-¡El caramelero!- Gritó de pronto al tiempo que golpeaba un puño contra la otra palma y salía corriendo por entre las filas hexagonales, pisando bolsas de papas fritas, volcando cocas y resbalando en los charcos. Había vislumbrado un perfil lejano tipo caramelero que a la postre no lo era pero que, corriendo tras él, le había permitido ver que sobre el perímetro lateral se habrían puertas y pasillos y también un par de ventanucos con carteles en español, “quejas” en uno e “informes” en el de al lado.

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