Ernesto había traído un aparato que pareciendo una heladera de costado, era de frente un televisor cinemascope con sonido arraun, de los que vienen ahora. Junto con los primeros adelantos de noticias empezaron a sonar los teléfonos. Porque en cuanto Vittorio le dijo a Pepponne que todavía no habían resuelto y cortó, empezó a sonar el de Ernesto que había subido al baño y después el de la Magda. Estaba desesperado! Pepponne. No solo bajo presión de que contara algo más sobre el grupo rebelde sino también y sinceramente preocupado de que no les fuese a pasar nada a ellos, los Maquis –los comparaba con el movimiento del subcomandante Marcos- a los que les tenía mucha estima…Magda grito mirando la pantalla. Lo que se veía era una toma casera hecha con una cámara de un teléfono donde se veía claramente cómo una bola blanca se precipitaba sobre el observador y luego remontaba.
-Era la de Dengue que tenía aquella foto pornográfica en el papel que no quisimos lambetear con el engrudo!
Era sí. Y Dengue no quiso decir que no se habían dado cuenta de que la puerta de la bola venía media abierta y por ella, aunque no se viera bien en las fotos, asomaba una mano suya que venía saludado. Vuelto Ernesto tomó su teléfono que estaba dale sonar.
-Pero Pepponne, ya le dijimos que ese tema lo estábamos estudiando… En cuanto tengamos u…
La toma de la barra de gurises de Guichón que habían visto el Ovni, estaba muy buena.
-Daban vueltas y vueltas por ahí y yoquesé yyy…después se fueron- decía el gurí llevando la mano horizontal como sosteniendo el vuelo del supuesto plato. Después una maestra de escuela que estaba en el patio de recreo con sus alumnos y otras…Se ponía la mano en el pecho la señora y daba testimonio de todas las acrobacias vistas por esos ojos que todavía revoleaba por las altas esferas a cada par de palabras. Faltaba alguna autoridad oficial y siguió faltando porque al parecer el notero era partidario de la voz de la gente.
Ahora sonaba de nuevo el de Giorgionne para advertirle que habían gestiones para empezar a triangular la zona con los camiones del ejército equipados con alta tecnología de rastreo. Eran una especie de unimog afrancesados que habían quedado desde la última maniobr…Material de descarte. Vittorio lo cortó.
-Sí y daños colaterales! Peppo, no me jodas. En cuanto pueda te llamo…o mejor…No te podés dar una escapada por acá…? …Sí…Personalmente se pueden decir muchas más cosas que por teléfono… ¡Tené cuidado de que no te sigan!
Y una vez cortado, a los otros:
-Es mejor que lo entretengamos aquí. Es capaz de hablar alguna cosa de más frente a los otros.
-¿No es de confianza?
-Sí, le tengo bastante confianza pero, no sé cual es su límite ni su talón de Aquiles.
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251: DAÑOS COLATERALES
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