A las 4 A.M. terminó la reunión. Salieron juntos la flaca con Manuel y el Cholo que estaba medio atolondrado. Incapaz de digerir tantas cosas en tan poco tiempo, pateaba piedritas de la calle, de pronto silbaba alguna tonado o, si quería decir algo, comenzaba siempre con un “que lo parió”, como un niño asombrado por lo que le contaran. Que se contara él mismo, en este caso, repasando en la memoria todo lo ocurrido y oído.
Cuando los caminos más cortos se separaban ellos también. Los dos siguieron por dónde siempre, calles arenosas atravesadas por algún que otro hilo de agua, aunque ya ni tanto, con el verano que había llegado de pronto, sin que lo esperaran. Tan entretenidos habían estado… Arriba, venía con ellos la franja estrellada de cielo y quiso la casualidad que justo al mirarla cayera por ella una estrella fugaz que se apagó silenciosa apenas habiéndose encendido…Era lo normal. Ya los montes no esconderían seres peligrosos en su oscuridad ni vendrían bolas de fuego a…volvíamos a lo de antes, cuando los buenos eran los buenos y los malos también, como en una película americana en la que ya se sabe quién va a ganar…¡y gana! Nunca un desgraciadito. Un Manuel Aquelarre o un Johnathan Pérez, porque esos negritos son todos una mierda que nunca van a salir de jardineros de la gente bien como el señor Ferrari que ha hecho fortuna con su inteligencia de servir al que mejor pague.
-¡Y pensar que nosotros sabemos cosas que nadie sabe!
-Nosotros solos no, flaca.
-Si no pasa nada más no vamos a poder hablar de lo que sabemos. Dirían que estamos locos…
-Total, ya todos dicen que somos locos… tarados, haraganes, chorros y todo lo que se te ocurra. ¡Por mí que digan lo que quieran!... Mirá, yo se que soy un pelotudo pero he estado pensando y se me ocurrió que… como la gente ha visto muchas cosas en el cielo, no van a poder ocultarlo, no lo van a negar… lo van a meter en el tema de los Ovnis. Como que todos son avistamientos de ovnis y… si los ovnis existen o no existen de verdad… bueno, ¡ese es otro tema! Para que los que no creen en ovnis piensen que no ha pasado nada. Y los que crean…esos loquitos que sigan contando las historias que solo creen entre ellos y que por extrañas sólo sirven para… ¡Hay flaca! ¡Eso sí que es meter la mano por la espalda, guachita hijadeputa!
-Estás aprendiendo a hablar como un licenciado!
-No, es que a veces también pienso.
-Ellos te admiran.
-¿Quiénes…?
El quienes de Manuel sonó bastante hueco y la flaca sonriente le hizo un revoleo de ojos queriendo decirle dejate de joder al tiempo que le pellizcaba el cuero del lomo.
-Está bien, me entrego… A veces he pensado eso que decís, pero…¿Por qué?
-No se, pero te necesitan…
-Me admiran o me necesitan?
-Las dos cosas…
-En realidad no me importa…Sí. Me pone nervioso, incómodo…
-¿Y un poquito orgulloso?
-¡Qué bruja que sos, guacha! Ja. Bueno, sí un poquito. Pero no voy a permitir que me admiren. Ellos son mayores y saben mucho. Yo apenas un loquito suelto!
-Y sin embargo…
(Esta es una historia continuada. Sería aconsejable leerla desde el post n. 1)
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