martes, mayo 27, 2008

542. Siempre Fue

Esos también fueron los días de la gran transferencia de tecnología bélica desde los mundos etéreos a sus aliados en la tierra. Las plantas de la firma Boeing fueron desmanteladas y manteladas otra vez para adaptarle al nueva técnica de estampado por efecto Casimir en una pieza, que obtenía toda su súper delgada materia de una bolita de metal no mayor que un acero de rúleman. De la zopapa Casimir, dicen que estaban saliendo diez cáscaras de nave por minuto, que eran equipada con la propulsión, es decir con aquellas mismas turbinas generadoras de oraciones que se venían utilizando desde hacía dos mil añós cuando los ángeles dejaron de rezar con sus propios labios, porque las turbinas eran más eficientes, si es que alguna vez fueron tan ángeles como para repetir cincuento mil millones de veces el mismo estúpido sonsonete. Como propulsorers las oraciones automáticas mantenían un flujo más parejo de energía enervante y era posible por ende hacer maniobras más afinadas. Pero hasta allí habían llegado sin soñar siquiera que un par de terráqueos hospedados en un suburvio del segundo tiempo hubiesen perfeccionado una tecnología mucho más avanzada, que ya iba para dos años que la estaban transfiriendo a las avanzadas comunidades productoras de bolas de toda américa latina. Tan automatizados estaban. Ni siquiera habían atado cabo de por qué en todos los singulares lances salían siempre ellos perdiendo. Con poderosas naves artilladas y potenciadas por los más secretos rezos de anatemas malditos, que enfrentaban a cascaritas de cartón piedra conducidas por aborígenes no tecnológicos. Parecían no haber pensado nada, toda vez que las bolas se les escurrían de frente a los ojos y les hacían estrellarse entre ellos. Algunos serafines simplemente habían sospechado que la longevidad les estaba jugando en contra y que ya no estaban teniendo los mismos reflejos que se tienen a los doscientos años. No iba a ser la primera vez que se mencionaran en los corrillos angélicos, los antíguos preceptos de la renovación, que estaba siendo necesaria para compensar a los que por fin se mueren. Simples rumores innecesarios ya que no iba a dejar el señor Dios de dar la orden en el momento adecuado para que parta el Espíritu Santo a llevar el esperma que deberá inseminar en alguna sierva elegida a tal efecto. El viejo rito que se adelantaba a la por fin libertd sexual del año savatico a celebrarse en todos los confines de la diosecis o reino del señor. Porque esos rumores pecaminos de que el señor estuviese en dificultades para generar suficientes espermatozoides, esta vez, debían ser rápidamente acallados con la espada de la fe, antes de que contagien con su peligrosa enfermedad a más número de servidores de los que ya se anidan en los repliegues de las dimensione para intrigar a gusto en los pasillos del reino, a donde aparecen y desaparecen antes de que conciencia alguna sea capaz de registrarlos, tal es su agilidad por debajo de los umbrales del viejo Plank. En los pasillos, solo allí y nunca en presencia de su divinidad, donde el poder de aquel ser supremo siempre absorve a los obsecuentes y rechaza a los rebeldes, tejiendo así una alianza externa que a la larga terminará por verncerlo, muy probablemente antes del deceso natural. Eso señalaba la tradición oral que se repetía en las letrinas públicas generación tras generación sin que nadie hubiese osado ponerla por escrito. La historia que comienza con un "Siempre fue..." seguida de alguna fábula o historia fantasiosa, donde se alesionaba al escucha sobre las tendencias más recurrentes del sentido común. Y el "Siempre Fue" muchas veces relataba la tendencia de los espíritus a competir por la poseción del poder y el despliegue de todas aquellas potencialidades que la triste vida de un burócrata no permite. Sabiduría más antígua que la misma religión oficial, si no es que diciendo eso se peca, porque el Señor es el creador y por lo tanto anterior a toda tradición y pecado. Dios está por encima del bien. El bien es lo que él ordena. Después...esa identificación del mal con el Diablo...claro que se inició con la reveldía de Satanás, el hasta entonces ahijado predilecto del viejo,...dice el mingitorio, como siempre fue... mientras los contínuos meos van cayendo sobre algún planeta.

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