jueves, abril 03, 2008

506. Luciérnagas

Manuel se había quedado esperando alguna señal, alguna respuesta, aunque fuera el definitivo rechazo. Esperó ese tiempo interminable que el aire se mantuvo inflado en los alvéolos, los supuestos latidos retumbando en las sienes de aquel pobre hombre, el sudor frio que estaba brotando por los dilatados poros de la nariz y la frente, el mareo conque giraban las cosas del galpón y la ventana, cuya luz se venía encima encandilando las pupilas y haciendo ver todo blanco, con la blancura del infinito... o de la nada...
Cuando por fin aquel tórax comenzó a desinflarse, lo hizo bajo la forma de un largo suspiro que pareció a su vez no querer terminar mientras quedase algo de lo que había sido el anciano. Un montón de trapos arrugados sobre una silla de mimbre. Una piltrafa que sin embargo tuvo coraje restante para sollosar sus razones.

-Siempre temí que algo así me pudiera suceder... He vivido con miedo.
-¿Lo presentías...?

La respuesta fue una oscilación del cráneo en equilibrio precario sobre el devilitado cuello. Manuel quiso animarle.

-No son cosas terroríficas... Sólo que tus ideas no eran tan descabelladas.

El viejo sonrió amargamente con un sólo lado de la boca. Recuperó algo de compostura y de color, el pulso y la respiración.

-Ps. Mis ideas. Mis viejas y locas ideas que quise ocultar en el zótano tapadas por una gruesa capa de buenos deseos.... urbanidad... responsabilidad por mi hija y mi nieto que no creciera a la intemperie de un mundo... que se me ocurría peligroso...Todo al pedo. Mi hija, una vez muerta su madre, desarrolló un fuerte rechazo por mi persona, quiso conocer el mundo, se hizo hippy, fue madre soltera y... a vos te tuvimos que criar entre todos. Claro. Nunca fui un buen padre aunque me lo propusiera. Mi cabeza estaba llena de luciérnagas...
-Cada uno es como es...
-Ni un buen abuelo... Te hubiese traído a vivir conmigo, ayudarte a estudiar...
-En mi mundo fue bastante parecido pero, de todos modos, abuelo, te he querido mucho y creo que lograste enseñarme cosas importantes.
El viejo lebantó sus cansados ojos con la esperanza de que le realizaran una ilución.
-¿Qué...? ¿Qué te pude haber enseñado de importancia...?
-A no conformarme con las apariencias. Claro que yo era un niño y no tenía capacidad para esos razonamientos pero, tus palabras me siguieron acompañando por dónde anduviera y... cuando comenzó todo esto...
-...hace dos años?
-Sí, de la manera más cómica. Yo estaba cagando en el baño y leyendo una historieta de Ernie Pike, cuando en el suelo se empezaron a abrir agujeros redondos cada vez más grandes. Caí en uno de ellos que se me cerró por encima y me sacó de allí para llevarme, así como estaba , en calzoncillos, hasta un bodegón de puerto en Filipinas y el tiempo de la guerra de corea. Allí hubo un tiroteo y... bueno la cosa ya no paró.
-Te viste involucrado en la guerra?
-No, en esa no. Sería muy largo de contar... Está en Internet, si querés lo podés ver ahí.
-¿Inter...?
-Internet.
-¿Qué es eso?
-¿No lo conocés...? Eso que se transmite con las computadoras.
-¿Computadoras... ? Sí, Se habla de que tendrían un gran futuro si se simplificara el manejo de los sistemas operativos... No sabía que se estaban utilizando para archivar historias personales... y transmitirlas.
-Sí... No has sentido hablar de los ciber-café, de los ciber...?
-Ciber...nética.... La ciencia de los cerébros electrónicos...
-Uh! Bueno, abuelo, es que los mundos paralelos... no son del todo paralelos..
-Entieno. Eso es algo que en tu mundo ya es cosa normal. Bueno, contame entonces de qué se trata. Después de todo ya estoy metido en este baile.

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