martes, noviembre 01, 2011

848. Zapucay Zulú

Manuel, en vez de contestar, se levantó con brusquedad del taburete volteándolo. Desapareció por la puerta del dormitorio, que cerró completamente sin poder evitar con eso que las voces llegaran a la cocina.


Voz una -Despertate flaca y vestite, mientras yo visto a Ulyces.  Viene bajando una bola desconocida. Nos andan buscando!
Voz dos -¡La puta! ¿dónde nos escondemos?
Voz una -Podrían ser amigos...
Voz dos -No le dijimos a nadie a dónde íbamos...
Voz una -Se puede averiguar fácil... Está Cholo en la cocina, habría que lograr sacarlo...

Un corto silencio y enseguida se abrió la puerta del dormitorio como impulsada por una explosión, Apareció adelante Manuel con el niño dormido en brazos, y enseguida la Magda acomodándose todavía las ropas. Manuel, todo colorado, encaró hacia dónde Cholo.

-Tenemos que salir de urgencia. Perdoná...

Cholo no atinó a decir palabra hasta que sus ojos se desviaron de Manuel hacia algo que estaba viendo por la puerta de entrada.

-Viene entrando Shaka Zulu , qué raro!

Manuel se dio vuelta y no alcanzó a decir nada porque un grito tipo zapucay estaba copando todas las orejas.

Ayayayayyyyy!!!!

El negro gigantesco se abalanzaba sobre todos comenzando por Manuel. Les abrazaba golpeándoles las tremendas manos en la espalda y les decía cosas a los gritos demostrando todavía más alegría. Cosas que nadie entendía por la sorpresa y porque tal vez estuviese entreverando otro idioma con un poco de español y otro de portugués. Meu deus.
Pero Manuel, a instancias de la flaca, reaccionó. Hizo un gesto inconfundible de acompañar a Cholo hacia la puerta y una mirada significativa a su padre Mandinga, porque no era otro el recién llegado, para que se abstuviera de seguir diciendo cosas.,
Cholo acató la sugerencia sin molestarse, tal era su grado de confusión, ni poner atención en que los dueños de casa parecían decididos a  no ir a ningún lado, ya que ni bien le vieran pasar el umbral estaban cerrando la puerta a sus espaldas.

Adentro fue otra cosa. Hubo que acostar de nuevo a Ulyces, arreglar el mate, sentarse alrededor de la mesa y comenzar por el principio.

¿Por qué Mandinga andaba tras ellos?

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