Así no más el señor rico le estaba diciendo que su hijo era un mentiroso. Nada menos que Manuel un mentiroso! Imaginativo, tal vez. Muy imaginativo y capaz de expresarse de maneras extravagantes. Con ese humor del que hace gala sin importarle que ella no resonara en la misma frecuencia, aun siendo su madre, y compartiendo una manera de ver el mundo fuera de todo prejuicio...¡Pero mentiroso, no!
-¿Conoce usted a un tal Yaka...? Yaka Zulu, le dicen.
¿Pero sería posible que no se pudiera hablar de otra cosa...?
-Manuel lo trajo y le presentó como su padre Mandinga. ¿No lo conoce...?
No le iba a contestar eso.
-Es un tipo medio extraño que vive en una casa metida dentro del monte...
No le gusta y ahora me va a decir la razón.
-Tiene fama de brujo... aunque no es mi intensión desmerecer la ciencia de nuestros antepasados... pero es que ahora...
Ahora está mal vista la brujería.
-... por lo general se dedican a esas cosas los embaucadores que quieren sacarle el dinero a la gente...
A Manuel no hay peligro de que le saque mucho.
-... o dominarles psicológicamente.
Tampoco hay peligro. Lo único extraño es que anden juntos y hablando como padre e hijo! Está claro que él se lo ha dicho... ¿Lo sabría desde siempre? O por alguna razón llegó a darse cuenta. El parecido...
-... no es que quiera meterme en sus cuestiones personales, pero no creo que sea su padre...
Ah, mirá. Hasta tiene opinión formada sobre eso!
-... siendo que usted no lo conoce.
Elegante.
-¿Pero por qué entre los dos habrán inventado esa patraña?
Voy a tener que decir algo.
-Ninguna patraña. Si Manuel dice que es su padre ha de serlo no más.
-¿Y usted... no lo sabe?
-Fue una violación en una noche oscura.
-¡No me diga! ¡Ah, pero que situación impresionante!
-No. No, no me haga caso... Era una broma.
-Una broma...?
-Sí, disculpe. Detesto las conversaciones serias.
-Pero es que Manuel nos ha mentido a todos. Nos ha vuelto locos detrás de una endiablada historia, tejida alrededor de los verdaderos delirios de este muchachito Dengue, que creía tener a otro adentro.
-Embarazado?
No, poseído. Poseído por otra persona igual a él, o casi igual, con el mismo nombre, pero sin cuerpo.
-Pero eso no ha de ser posible.
-Por eso le digo que nos mintió.
(Ajajá, ese es mi hijo. Con sus eternas historias complicadas de cuando era un niño y papá le estimulaba la imaginación para desarrollarle la inteligencia. Qué gracioso. Claro, todos son extraterrestres que han llegado y se han encontrado conque en la tierra ya estaban sus dobles!)
-No será que quiso decirles otra cosa...?
-¿Qué cosa?
-Otra cosa... No sé... Tal vez no le entendieron. Es muy observador, y a veces habla de cosas que los otros no han observado...
-Decía que iba a tratar de sacar uno de los que estaban dentro del otro!
-En un sentido figurado, seguramente.
-Cada uno hablaba con una voz distinta...
-Entiendo. ¿Y después qué pasó?
-Que cuando a Dengue se le terminó el delirio Yaka se fue sin saludar. No podían seguir con el teatro...

-¿Conoce usted a un tal Yaka...? Yaka Zulu, le dicen.
¿Pero sería posible que no se pudiera hablar de otra cosa...?
-Manuel lo trajo y le presentó como su padre Mandinga. ¿No lo conoce...?
No le iba a contestar eso.
-Es un tipo medio extraño que vive en una casa metida dentro del monte...
No le gusta y ahora me va a decir la razón.
-Tiene fama de brujo... aunque no es mi intensión desmerecer la ciencia de nuestros antepasados... pero es que ahora...
Ahora está mal vista la brujería.
-... por lo general se dedican a esas cosas los embaucadores que quieren sacarle el dinero a la gente...
A Manuel no hay peligro de que le saque mucho.
-... o dominarles psicológicamente.
Tampoco hay peligro. Lo único extraño es que anden juntos y hablando como padre e hijo! Está claro que él se lo ha dicho... ¿Lo sabría desde siempre? O por alguna razón llegó a darse cuenta. El parecido...
-... no es que quiera meterme en sus cuestiones personales, pero no creo que sea su padre...
Ah, mirá. Hasta tiene opinión formada sobre eso!
-... siendo que usted no lo conoce.
Elegante.
-¿Pero por qué entre los dos habrán inventado esa patraña?
Voy a tener que decir algo.
-Ninguna patraña. Si Manuel dice que es su padre ha de serlo no más.
-¿Y usted... no lo sabe?
-Fue una violación en una noche oscura.
-¡No me diga! ¡Ah, pero que situación impresionante!
-No. No, no me haga caso... Era una broma.
-Una broma...?
-Sí, disculpe. Detesto las conversaciones serias.
-Pero es que Manuel nos ha mentido a todos. Nos ha vuelto locos detrás de una endiablada historia, tejida alrededor de los verdaderos delirios de este muchachito Dengue, que creía tener a otro adentro.
-Embarazado?
No, poseído. Poseído por otra persona igual a él, o casi igual, con el mismo nombre, pero sin cuerpo.
-Pero eso no ha de ser posible.
-Por eso le digo que nos mintió.
(Ajajá, ese es mi hijo. Con sus eternas historias complicadas de cuando era un niño y papá le estimulaba la imaginación para desarrollarle la inteligencia. Qué gracioso. Claro, todos son extraterrestres que han llegado y se han encontrado conque en la tierra ya estaban sus dobles!)
-No será que quiso decirles otra cosa...?
-¿Qué cosa?
-Otra cosa... No sé... Tal vez no le entendieron. Es muy observador, y a veces habla de cosas que los otros no han observado...
-Decía que iba a tratar de sacar uno de los que estaban dentro del otro!
-En un sentido figurado, seguramente.
-Cada uno hablaba con una voz distinta...
-Entiendo. ¿Y después qué pasó?
-Que cuando a Dengue se le terminó el delirio Yaka se fue sin saludar. No podían seguir con el teatro...
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