lunes, octubre 06, 2008

606. CAUSA Y EFECTO

Pero el tema de Mandinga se interrumpió al ponerse a sonar la vieja alarma de la caverna. Nunca había sido desactivada y aunque cualquiera hubiese supuesto que tras tanto tiempo estaría por lo menos descompuesta, ahora se puso a sonar conectando las pantallas de los monitores en una imagen airosa del exterior. La figura de un vejete de cabelleras blancas enredadas por el viento, que, parado frente al portal de Los Dogones, estiraba el índice en dirección al timbre y lo presionaba con indisimulada impaciencia. Era Bosco. Varios de los presentes lo reconocieron aunque pocos le habían visto antes en persona. No le habían visto en persona pero sí en el completo informe que tenía redactado y archivado Ernesto dentro del Dossier "Las Bolas de Manuel-Posibles autores".

-¿Qué querrá este ahora? -rezongó Manuel levantándose para ir a hacerle pasar.

Bosco venía tan excitado que al principio nadie le entendía la urgencia en volver a plantear aquel viejo tema que ya todos traían olvidado, porque en vez de explicar cuales eran las razones que le volvían a dar actualidad, repetía como un descabellado el sonsonete de no ser el verdadero autor, aunque los desconocidos verdaderos autores siguiesen utilizando su nombre.

-¿Por qué no empezás por decir a qué has venido...?

Con la palidez completa pintada en el rostro Bosco miró en todo el rededor, incrédulo, al proferir su pregunta:

-¿Pero acaso ustedes no están enterados de lo que están haciendo?

Varias voces respondieron con la pregunta obvia de qué sería lo que estaban ellos haciendo.

-Trastocando todo el sentido del tiempo y de la existencia- respondió como si hablara consigo mismo sin creerse palabra de lo que decía. Y continuó con una serie de galimatías acerca del debido orden entre las acciones históricas, las referencias historiográficas, o crónicas, que deberían ser trasladadas a los medios comunicativos por un, o unos sujetos que a la sazón merecerían el apelativo de autores, pero nunca el de actores.
-Hoy por hoy todo esto parece haberse enredado hasta el extremo de que ya nada se logra entender, -concluyó.

Por cierto fue difícil hacerle entender que por cierto nada se entendía, hasta que entre tantos argumentos llegó a mencionar la injusta prisión que venía a padecer el pobre de Michael Moore. Entonces sí, Manuel le enrostró la realidad de que nadie había entendido una jota de todo lo dicho por él, ni aun siquiera cual era la puta razón que le había traído hasta allí.
Pareció de pronto calmarse.

-Así que no han leído los últimos capítulos...
-¿Qué capítulos?
-De Las Bolas...
-No, pero qué tiene que ver...?
-Que están causando un desastre en el mundo.
-¿Los capítulos... qué dicen...?

Bosco pareció comenzar a desesperarse otra vez. Se refregaba las manos.

-Anuncian el futuro...
-¿Cómo?
-Lo que aparece allí enseguida sucede ...y... -le temblaba la voz- ahora han predicho que yo les reclamaría por la libertad de Michael Moore... ¿No entienden? Por favor, tienen que parar esto!

Manuel buscó con la mirada a Giorgionne.

-Me parece que es un caso para vos...

Bosco entendió y replicó que no le importaba con quién tuviese que hablar, pero que todos deberían entender que el extraño experimento en que se habían embarcado, tal vez por culpa de su viejo amigo Abelardo y también un poco por la propia...

-Yo nunca había sido supersticioso ni creía en nada, más allá del misterio, pero ahora... reconozco que aquellos malditos guijarros fueron la llave que abrió una puerta que jamás debió abrirse. Nuestra mente no está capacitada para enfrentarse a tantas cosas incomprensibles... Por lo menos al tiempo. No podemos vivir sin tiempo... Marcha atrás... Marcha adelante... Los efectos sucediendo antes que sucedan las causas...! Sí, claro, ¿no lo ven? ¡Vean el último capítulo! Desde anoche está publicado que yo les iba a decir todas estas cosas, que Michael Moore iba a ser detenido por el gobierno títere que obedece a la CFR, bajo cargos de terrorismo, que con ello se iba a iniciar una revolución popular, una guerra de resistencia civil en los Estados Unidos que retrasaría aun el inminente ataque a la América Anarquista, pero al alto precio que debería comenzar a pagar el pueblo norteamericano... Esto todavía no estaba sucediendo cuando salí de mi casa pero... temo que ya comience...

Vittorio se acomodó el pecho y con la más serena de las voces:

-Con todo no veo que se haya alterado la flecha del tiempo. Hay muchas cosas que se anuncian, sólo algunas se llegan a cumplir, y nunca de una manera exacta.

Bosco ya desfallecía.

-Siguen sin comprender. Yo supe anoche que a esta hora ustedes se iban a reunir en este lugar...


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