Y no le gusto! Fue tan evidente su cambio de tono que hasta él mismo se lo tuvo que reconocer. Primera vez que se daba cuenta después de años considerándose libre de todo celo. Y eso que se la había pasado protestando conque esa flaca no era su flaca!
ja ja ja
No sabía si acercarse como chamboneando pero.... No, qué ridiculez! Él creía en la libertad! En que nadie puede ser dueño o cárcel de otra persona... Claro que cómo también está Ulyces con ellos... bah, habría que hacer un esfuerzo para sacudir al enano fascista ... lo agarro de la mano a Ulyces y simplemente lo traigo... para que estén más cómodos... ironías...lo que quiero es separarlos boludo...Nooooo...¡No pasa nada!
Decidió no acercarse, simplemente caminar un poco para reconocer esas extrañas plantas de maná, pero en algún momento se desvió o perdió el rumbo, yendo a dar a espaldas del músico trovadoresco. Magda le vio, por encima del hombro, y abrió la boca sorprendida, pero sin ponerse colorada. Ulyces gritó ¡papá! Y todos rieron. Los músicos eran visitantes de la Nebulosa de Andrómeda y estaban usufructuando de una beca Intergaláctica para especializarse en música trovadoresca del planeta Tierra, característica de una edad llamada Media dentro de un continente llamado Uropa. Fueron más o menos las palabras que largo de un golpe el muchacho. Después, más sereno pasó a contestar preguntas sobre su mundo. Que efectivamente era el suyo un pequeño planeta de una estrella muy común dentro de la nebulosa. Pero que ellos eran de vocación curiosos por las culturas extrañas.
--Nosotros tres somos estudiantes de esos temas y la beca nos ayudará a conocer de cerca esa cultura tan extraña...Mañana partimos para la Tierra.
--Nosotros somos de la Tierra...
--Ak!
Narrativa uruguaya, mundos paralelos, Multiverso, ficción
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