sábado, marzo 07, 2009

664. Les presento a mi padre

Estando más tarde en la cocina de la casita, frente a la fuente de los buñuelos que acompañaban al mate, fue que se pusieron, un poco, al tanto de las últimas informaciones. La guerra continuaba sobre Tierra I cuando Mandinga pasara unos días antes. Satanás había ya traicionado todos los pactos y corrompido a todos los gobernantes que se ofrecieron por favor. La gente comenzaba a mostrar ganas de rebelión...

-Para mi eso ocurre en el futuro. Cuando estaba allá era el presente...
-Claro , sí -reconoció Mandinga recordando que ya había estado buscando a Manuel en este mundo, para él, "Tierra 7", sin encontrar a otro Manuel que el autóctono, a quien atribuían una historia increíble que le había tocado vivir "cuando tenía veinte años fui raptado y llevado a otro mundo.
Sólo al cabo de otra vez confiar en su olfato era que lo había terminado por encontrar dos años antes. En Tierra 7. Donde ahora le tenía que advertir o acaso reconocer que llegando a este mundo las cosas no parecen funcionar como en otros.

-Casi me estrello otra vez, como aquella. La vibración de las cuerdas parece que en este mundo se va apagando, no tienen fuerza. Y además... No sé, pero sospecho que Satanás haya establecido alguna vigilancia o barrera alrededor de este lugar...

Manuel recordó aquella otra tierra donde su abuelo estaba vivo y que junto a sus amigos le habían facilitado las cosas para construir una bola para volverse a su mundo pero... Tampoco allí las cuerdas parecían querer vibrar, menos que aquí, que al menos algo habían aguantado a Mandinga para que no se estrellase.

-En otra tierra en que estuve antes, las cuerdas ni siquiera vibraban... No creo que sea obra de Satanás?

Mandinga sacudió su cabezota.

-Uno nunca sabe.

En eso sonaron los pistones de la moto de Rulo que venía pisando el pasto de la entrada. Asomaron las dos cabezas por la ventana de la cocina, abierta a las estrellas, con las dichas dos cabezas, sonrientes sí, pero extrañadas de ver con sus amigos al negro "Yaka Zulu", aquel que dicen que tuvo algo que ver con la Margarita, la madre de Manuel, pero que anda de misterioso y se desaparece por largo tiempo...

La flaca se empezaba a refregar gatunamente sobre las costillas de nuestro héroe.

-¿Me vas a llevar...?

Entraron por la puerta del fondo los recién llegados justo para escuchar lo último.

-Ah, están por salir?

-No, no.... pasen. Pará que voy a traer unos taburetes

Sin querer las miradas de Rulo y Julieta recorrieron la figura de Mandinga como baldes de agua viscosa que chorreara poco a poco, consiguiendo incomodarle la postura. Manuel lo sintió así y quiso atacar por la vía directa.

-Les presento a Mandinga, mi padre.

2 comentarios:

El peregrino dijo...

Encantado, señor Mandinga...
Hola. Es la primera vez que me paso por aquí. Veo que es un blog muy bien trabajado. Me gusta su prosa diáfana y entretenida.
Felicitaciones.
Seguiré por aquí.
Saludos desde Bogotá.

Bosco Urruty dijo...

Gracias Peregrino. Pasaré también por tus textos.