lunes, junio 25, 2012

904. Fe de erratas


 Lamentamos tener que hacerlo. pero un mínimo de honestidad, que creemos tener, nos obliga a reconocer que acabamos de comprobar una grave incoherencia en el relato. En este relato.
Hemos cuidado hasta el mínimo detalle todos los aportes que nos llegan vía infinidad de canales diversos. Pueden creernos que controlamos y verificamos  continuamente la verdadera identidad de nuestras fuentes, su consistencia y su densidad., aunque no sea del caso señalarlo.
Que no podamos todavía darlas a conocer no ha de ser entendido como el ocultamiento culposo de algo indebido. Más bien que el guardar todavía este secreto nos asegura que ustedes puedan valorar todo lo que les contamos, con un mínimo de ideas preconcebidas, o posturas esquemáticas.

En concreto es perfectamente posible que a partir del capítulo 891, El Apagón, hayamos estado conectados con otra historia de Manuel. Una que ocurre en algún otro mundo del Multiverso. Uno de los tantos mundos paralelos que están aquí mismo entre nosotros, como ya habrán entendido nuestros lectores, es decir vosotros. O al menos, sospechado. Vean si no como en el capítulo...835. Ominoso Futuro, Manuel conoce a Ernesto Federico de Oliveira e Zousa, es llevado hasta la finca "Los Dogones", etc, etc. Y ahora, en estos últimos capítulos se encuentra con el mismo Ernesto y se tratan como personas que nunca se han visto.
A Ernesto le sorprende  que digan que viene gente que de otras dimensiones poco tiempo después de haberle contado a Manuel que están logrando recibir señales de esas otras dimensiones. Y varias cosas más.

Ahora bien. Cómo, dirán ustedes, se regula la sintonía del canal adecuado para dejarlo fijo en ese mundo durante todo el largo del relato.- Buena pregunta.
Que no sabríamos contestar.
Con estas cosas pasa lo que con tantas otras. Uno aprende con gran esfuerzo a andar en bicicleta, controla al segundo cada músculo para lograr con precisión todos los movimientos correctos, pero un día aprende a andar y ya más nunca vuelve a pensar en tales cosas.

No nos acordamos. Es más, no sabemos siquiera, si hubo alguna vez algún procedimiento determinado para lograr eso. O tal vez nunca nos ocupamos del problema. No nos pusimos a pensar en la posibilidad de que se enredaran los cables y por lo tanto, de buena fe, supusimos que la conexión era infalible.

Pero, -dirán ustedes- ha de haber algún registro que determine, las coordenadas multidimensionales que determinan de qué mundo estamos hablando. El mundo 1,34,5677777,0,42, por ejemplo, o el mundo 1,34,0,0,0. Se trata de cosas reales! Tiene que haber una manera de distinguir uno del otro, sin necesidad de esperar tres meses para ver qué diferencias aparecen en el relato.
Y es cierto.  La ha de haber, pero nosotros... no la conocemos.

Es posible que no lo sepamos por haberlo olvidado, pero también porque  nunca lo hayamos sabido...

Así que tendremos que hacer la vista gorda a alguna incoherencia y tratar de disfrutar de la historia.

Gracias.
                                                                                                                                                     
                     

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