miércoles, octubre 28, 2015

988. Hong Kong

 ¡Atención...! Ana se había quedado más blanca que un papel. Todos la miraron y vieron que sus labios temblaban sin decir palabra...

Si no fuera porque todos los cerebros presentes seguían enroscados en frustrados intentos entender, de manera simple e intuitiva, aquellos aspectos de la multirealidad que explicara Mandinga, hubieran sospechado que las últimas palabras anunciaban posibles problemas para el retorno de la muchacha a su lugar de origen. Todavía estaba tibio el anuncio de la imposibilidad (o casi) de volver a un punto del pasado. Que era lo que Ana había estado a punto de emprender... (o casi) Aunque bien podría ser que sí pudiera volver unos minutos después de haber partido y entonces... porque tampoco muy tarde, no fuera cosa que el otro Manuel, el re-flaco, se hubiese decidido a tomar otros caminos a pié, ya que se había quedado sin bola... en ese caso... la bola pasaría a ser de Ana allá en su Tierra y Manuel... y Manuel, éste Manuel de acá... ahora lo veía claro...! El otro Manuel caminando como un linyera en busca de algún camino que le permitiera cruzar el círculo de cerros que le impedía ver si a lo lejos... (qué sería lo buscaba el otro Manuel?)... justo cuando ellos llegaban a Aiguá en la bola, aterrizaban en el patio de su casa, entre el duraznero y el ciruelo y se bajaban contentos y dicharacheros después del exitoso viaje interdimensional. Ja ja  ja. ¡Pero éste Manuel de acá querría volverse! ¡Con la bola, porque de otra manera...? Bueno, entonces menos mal que en esa línea de tiempo el otro Manuel ya se había ido, porque si no...
Claro que todo ese tiempo se había estado proyectando otra película aunque nadie le hubiese dado bola. En ella El viaje de vuelta lo hacía Ana sola y entonces, todo bien. Llegaba casi enseguida de haber partido, sorprendiendo al Otro pero sin haber cumplido la prueba de manejo propuesta... sin embargo las imágenes de la película oscilaban entre dos pantallas muy distintas! En una el retorno perfecto, pero en la otra, Ana se equivocaba otra vez al intentar direccionar la bola rumbo a su casa!
La bola aterrizaba en Hong Kong el 25 de Mayo de 1945!! Qué cagada!
Tranquilidad, También se veía la tercera película. Claro. era lo mejor! Que el Otro se viniera con ellos a vivir o refugiarse en El Segundo Tiempo y que Ana se quedara en su casa a continuar su vida que en ningún momento había pensado en abandonar.
En eso todos estuvieron de acuerdo. Dijeron sí, uno tras otro, hasta Ulyces sin entender ni importarle a qué jugaban. Manuel y Magda dieron el consentimiento  desde esa suerte de hipnosis producida por las películas que acababan de ver... ¡lo habían logrado!


 

martes, octubre 27, 2015

987. Volver al pasado

Igual los ejemplos dejaban confuso a Manuel. Le parecía que lo que le contaban era semejante a cualquier razonamiento sobre los pro y los contra de cualquier posible decisión. Del proceso por el cual cualquiera llega a optar por una línea de acción. Se los dijo.
Mandinga le miró con mirada de padre paciente.

-No es lo mismo, Manuel. Una cosa es pensar en disyuntivas e intentar adivinar los resultados o las consecuencias de cada una, y otra es estar viendo, viviendo todas al mismo tiempo.
-Como un ajedrecista que juega partidas en simultaneo...?
-Sí, pero vivenciando todas en simultáneo... no una y después otra
-Pero estando parado sólo en una...?
-Eso, ja. Con la posibilidad de saltar en cualquier momento... a otra.
-Como si el pensamiento se tradujera en imágenes... estar viendo todas las películas...?
-Bueno... no todas... varias.... muchas se ven muy borrosas, como lejanas, no lográs ver con claridad todos los detalles...
-Y no conviene ir por esa línea porque no te sentís seguro de poder predecir un buen resultado...?
-Claro!
-Contame ahora, entonces... Cuales son las posibilidades que estás viendo para continuar o no esta reunión...?
-Te puedo contar las posibilidades que había hace un ratito... antes de que tomara la última decisión.
-Pero y ahora?
-Contarlo es igual a elegir una de las líneas... entonces las opciones pasan a ser otras, porque ya elegiste y los dados están echados!
-Pero no podés volver a la línea anterior...?
-Hasta cierto punto sí. Pero es muy probable que no sea exactamente la misma, Toda decisión cambia las opciones futuras, No podés volver al mismo punto.... fijate que... sería el mismo momento y no es el mismo. La primera vez no tenías la experiencia de haber saltado y si volvés, volvés con esa experiencia que antes no tenías. Es otro momento


 

miércoles, octubre 21, 2015

986, Un pequeño salto

 Magda, que había estado callada casi todo el tiempo, ahora quiso saber si aquello del tiempo a lo ancho le ocurría de continuo, si sería capaz de darles un ejemplo de como estaba sintiendo ahora eso de las líneas del tiempo paralelas.

-Ja- exclamó Abelardo- puedo intentarlo si quieren, pero...

En eso apareció Mandinga con sus risitas. Se consiguió un taburete y se sirvió té en la tasa de Ana cuando ésta bajó las pestañas afirmativamente.

-Claro que podés, Abelardo, Jaja, y si no yo te ayudo...

Pero Abelardo ya estaba hablando.

-...cercana sería una línea en la que yo en vez de decir lo que dije hubiera dicho simplemente que no me sentía capaz de dar ese ejemplo. Lo pensé y de alguna manera visualicé esta otra posibilidad, incluida la imagen de la puerta que se habría y entraba Mandinga, Me pareció mejor esa línea porque la otra parecía conducir a un agotamiento del tema y, por extraño que les pueda parecer a ustedes, que Mandinga, quién igualmente venía por la vereda, siguiera de largo sin abrir la puerta ni venir a servirse en la taza de esta muchacha en vez de ir a la cocina a buscar otra!

Mandinga otra vez se rió.

-Yo venía tratando de adivinar dónde se encontraban. Me había supuesto que tal vez habrían llegado al pueblito de Van Gogh que hay un poco más adelante. Un pequeño pueblo con calles empedradas donde se encuentra el clon de aquel cuadro del café y los billares alucinantes. Cualquier turista hubiese hecho eso... Pero no estaba seguro hasta que ese pequeño "ja" de Abelardo llegó a mis oídos y comprendí, mejor dicho vi, que en la línea de tiempo más cercana estaban ustedes adentro de esta casa tomando te con Abelardo. Hice ese salto y acá estoy, jaja.


 

martes, octubre 20, 2015

985. Unicornios Azules


 Se abrió  de pronto la puerta de la primera casa cuando ya iban pasando de largo hacia los otros cuadros. Era Abelardo que a las risas sacudía la cabeza.

-Vengan. Pasen y tomemos un te mientras les explico las rarezas de este mundo...

Ana dio vuelta la cabeza para verlo, extrañada de que no fuese otra pintura de Van Gogh.

-Es tu abuelo...?- le preguntó a Manuel
-Mi abuelo, sí. Abelardo Goiticoechea.
-Pensé que se apellidaba Aquelarre... -comentó Ana mientras dejaba que el viejo le besara la mejilla.
-No, eso de Aquelarre fue un invento de la loca de mi hija, jaja- explicó Abelardo- ahora Manuel adoptó el apellido de su verdadero padre: Mandinga... pero pasen, pasen!

El interior de la vivienda era del mismo estilo que el exterior. Como si hubiese sido pintada por el mismo Van Gogh. Como aquel cuadro del dormitorio. Mucha madera, gastada por el uso, pintadas a pinceladas largas y cargadas de óleo (que a esa altura del tiempo ya se había secado). Los pequeños y repetidos vidrios de la ventana verde, empañados de color luminoso  y las cortinas, las humildes cortinas, color lienzo crudo, con algunas pinceladas malva que querían ser flores bordadas... Varias sillas rústicas encordadas de paja... una mesita bajo la ventana con una jarra pintada simulando losa blanca con dibujos azules...
Abelardo volvió de la cocina portando una bandeja con cuatro pocillos  color coral, y un azucarero con viejos motivos chinescos que se repetían, pincelada a pincelada en los lados de la humeante tetera...

Abelardo quería hablar.

-He visto el asombro conque miraban las casas y el paisaje... Este es un mundo muy especial. Pareciera ser el desván donde vienen a parar los sueños incumplidos y aquellos  que hemos pasado la vida soñándolos. Los seres que todavía nunca han existido. Las ideas locas... Los Unicornios Azules...
-El país de las maravillas -acotó Ana.
-Algo así.... Pero con algunas diferencias. Nosotros le llamamos El Sagundo Tiempo porque... bueno... aparecimos acá cuando la vida que recordamos, el Primer Tiempo, ya se había terminado.
-Hay entonces otras vidas...?
-No lo sabemos... Por lo menos ni Germán ni yo lo hemos podido averiguar. Tampoco sabemos por qué estamos acá...ni por cuanto tiempo... nadie nos informó! Pero también le llamamos Segundo Tiempo, porque desde que llegamos hemos adquirido una percepción del tiempo que no conocíamos... Una segunda percepción...
-Nunca me lo explicaste- dijo Manuel.
-Claro que no -continuó Abelardo- es que no es fácil de explicar. Como enseñarle  con palabras a hacer un huevo frito a alguien que nunca ha visto un huevo, ni una sartén, ni conoce el aceite y ni siquiera el fuego. ¿Cómo te explicaría que yo siento pasar el tiempo a lo ancho y a lo largo?
-¿cómo a lo largo y a lo ancho...?
-A lo largo y a lo ancho, sí, es una superficie, no una línea.
-Y eso que... trae como consecuencia?
-Eso es lo que no te puedo explicar... es algo que se siente. Como que las cosas se pueden ver desde otro ángulo. Desde muchos ángulos distintos
-O sea que te podés ubicar en distintos lugares...?
-No... Si, pero del tiempo, no del espacio. Te ubicás en otra línea de tiempo que es simultaneo o no al la línea de tiempo que acabás de dejar...
-Como rieles paralelos de tiempo...?
-Claro... aunque a veces se entremezclan, también, todo depende de lo que quieras hacer, de cada decisión que vas tomando aunque en cualquier caso, siempre podes optar por abandonar ese juego y saltar a otro cualquiera al azar o voluntariamente.
-Pah!- exclamó Manuel- ¡Qué viaje!