sábado, agosto 15, 2015

984. Cuadros de Van Gogh

 --...quería ver los originales de Van Gogh... pero no pensé en un lugar, en un museo... pensé en los paisajes...
...En cuál paisaje...?
--Pensé en muchos y... tal vez se entreveraron...
--Cuál te imaginaste por más tiempo...?
--Uno que me gusta mucho...una casa toda torcida... tal vez de piedra, junto a una quinta de hortalizas y unos árboles, todo como en cuesta arriba...

Manuel se rió y Ana le miró interrogativa, hasta que se dio cuenta de a dónde apuntaba su mirada...



¡ Era la casa que se veía al otro lado del camino! Sí igual al cuadro que ella se había imaginado... y.. Oh, que increíble...más allá...

--¡Miren ahí, hay otro cuadro... y allá otro... los conozco de memoria...!

Salieron todos hacia el camino y se llenaron los ojos de cuadros de Van Gogh. Pero ahí estaban vivos, como recién pintados pero al mismo tiempo... ¡Eran reales...!
Quedaban atónitos y nada decían. Siguieron caminando y tragando cuadros con los ojos. Después se acercaron a unos árboles floridos. Llegaron hasta ellos, Manuel tomo una flor entre los dedos sin arrancarla... Los pétalos eran pinceladas! Miles de locas pinceladas blancas y rosado claro, que bailaban en el aire una danza indescriptible. ¿Cómo podía ser...? Y las nubes de más allá, en un cielo pintado por un dios loco y apasionado... ¿Qué belleza!


 

viernes, agosto 14, 2015

983. La imagen del destino

 Por las caras de las muchachas comprendió que no habían comprendido. Cierto, no lo había explicada bien... Recordó las palabras anteriores y... claro!, entre palabra y palabra de esas él había pensado quinientos pensamientos y visto mil fotografías que ilustraban los pensamientos en una larga película  sobre las cosas que le habían llevado a las conclusiones que había llegado, ja ja! Más claro, que el agua. Aunque estuviese mal dicho!
Ana, con ironía le contestó que por supuesto le había comprendido "perfectamente". Pensó que era ironía, porque no se podía pretender que en tan poco tiempo hubiese comprendido racionalmente algo que pertenece más bien al reino de la magia, esta muchacha! Por eso le sonrió comprensivo sabiendo que debería elaborar un discurso nuevo que explicase de manera convincente el mecanismo de vuelo y maniobra de las bolas. Les dijo:

--Las bolas son un resonador y amplificador. Resuenan con nuestros pensamientos y los amplifican por continuas resonancias. No todos nuestros pensamientos, no. Solo aquellos que se refieren a la misma bola con intensiones de dirigir el vuelo. Son órdenes potentes, capaces de producir pequeños efectos sobre la materia, pero demasiado pequeños por lo general, inmedibles... Las cuerdas de las bolas son sensibles a esos pequeños impulsos, esas vibraciones, entonces entran en resonancia, pero el pensamiento sigue, sigue impulsando a la cuerda un poco y un poco más... la cuerda acumula esa energía y la amplifica... eeeh..... je, tal vez no es exactamente así... tal vez también la bola sea capás de tomar energía de otro lado, del cosmos, no se.... Pero yo creo que es así que funciona la parte del manejo... Después está la imagen del destino.... Esto es lo más raro. Después de que nuestro pensamiento le ha dado la orden de despegar, la bola espera que pensemos, que veamos con nuestra imaginación el lugar de destino del viaje... y sospecho que ahí está el problema.

--Cual problema-- dijeron las dos muchachas a la vez.

El problema este de que muchas veces te lleva a otro lugar distinto al que vos querías. A vos Ana te trajo hasta acá...Vos a dónde querías ir?




jueves, agosto 13, 2015

982. ¿Me entienden?

 Manuel hizo que la bola oscilase lentamente a dos metros sobre la cabeza de Ulyces, allá adelante, para después descender en mute sobre el terreno
 Ulyces pareció sorprendido, al principio, pero cuando vio a Manuel, que aparecía de entre los colgajes de papeles, se levantó del suelo y corrió a abrazarle...
--Qué lindo auto... es tuyo?-- le preguntó.

Manuel se lo cargó en hombros y a zancadas, como canguro contento, fue unos metros más hasta donde las dos muchachas esperaban al piloto. Sonrió antes de hablar y bajarlo a Ulyces de los hombros. No era capás de disimular el contento y por eso reía sin quererlo, ya que tratándose de la seguridad del niño había que ser un poco serio. Dijo...
--La bola está destrozada por fuera... pero por dentro...como por dentro no tiene casi nada-- largó la risa --no se puede romper, como es lógico. Vuela que es un águila, aunque con mucha más agilidad-- y se tocó con un dedo la cabeza-- es que la bola vuela con la mente... es como una mente, que se comunica con la del piloto... aunque tal vez las cuerdas,,, si claro! Han de ser como un aparato de comunicación.... de resonancia!
--¿Me entienden?


miércoles, agosto 05, 2015

981. Mientras...


Mientras tanto Manuel agotaba las fantasías de su niño interior haciendo piruetas con la pobre y desvencijada bola, abajo también ocurrían cosas...
Algo así:
... a la espera de la prueba... la linda tarde (o mañana?) pedía unos mates al sol, Ulyses jugaba por allí cerca y los rodeaba una cierta paz...como el silencio perfecto que se recuerda al escuchar un fuerte sonido. Llegó un viento un poco raro, como conocido. Magda sobresaltada preguntó a Ana:
--¿Escuchaste eso...?
Ana dijo...:
--Ah si, son las voces de los antiguos...
--Los antiguos qué?
--No se, pero que son más antiguos que nosotros es seguro.
--Y qué dicen los Antiguos...?
--Dicen que está todo ok...que es bueno que vayamos todos en la bola...
–¡Pah! cómo entendés tan clarito el mensaje?
--Pasa que vivo en las sierras, y vivir en las sierras te deja la intuición como una parabólica...sobre todo a las mujeres y sobretodo en luna llena...

En eso vieron la panza blancuzca de la bola sobre sus cabezas, descendiendo en cámara lenta y con toda educación.




 

martes, agosto 04, 2015

980. Replay

 Todo en orden, empecemos pues. Simplemente arriba, directo arriba... a ver... ¡Exacto!
Giro brusco a la derecha y acelerando casi a la del sonido...enseguida abajo hasta que yo piense "alto!"
(Alto!)
 La bola se ha detenido a unos diez metros encima de la costa de un hermoso lago de aguas turquesas, en las que nadan  y juegan varias sirenas de desnudos senos. Manuel se distrae un momento. Le da por sentir que anda en el país de Alicia, que van a aparecer los personajes de Disney al galope del caballo de Troya, y todas las cosas mezcladas. Piensa que prefiere su mundo, el de las cosas simples... es decir, a las que él está acostumbrado, aunque a veces... pueda resultar un poco monótono.
Continúa con la prueba...
Haciendo giros vertiginosos hacia mi derecha... allá vamos! EEEEEEEEEpa ...otro otro otro, cada vez más rápido, jajajaja. ¡Esta bola parece que está "preparada" por el Dengue!

 Tenía que ser el Dengue, sí. Siempre había sido el mejor oído para afinar bolas...

 Porque las bolas se afinan, querido lector. Como todo instrumento de cuerdas (Y cada bola tiene por lo menos 10 cuerdas). Pero no se afinan con una clavija, no señor. Se afinan con el pensamiento, con la frecuencia de vibración de nuestro pensamiento... Ellas mismas buscan la resonancia como la manera de desperdigar menos energía y conectarse de manera óptima. El problema está en que tu pensamiento sí debe estar bien afinado. No se puede enseñar lo que no se sabe.

Manuel pasó varias veces rasante sobre las cabezas de los suyos, al grito de UUUUUyyyy!!!. como un niño subido a la montaña rusa.

replay-

Manuel pasó varias veces rasante sobre las cabezas de los suyos, al grito de UUUUUyyyy!!!. como un niño subido a la montaña rusa.

replay-

Manuel pasó varias veces rasante sobre las cabezas de los suyos, al grito de UUUUUyyyy!!!. como un niño subido a la montaña rusa.

Porque fueron tres veces las que pasó




 

979. ((holaaa...))

Pero antes tendría que probar la bola en vuelo, no fuera cosa que... porque pensaba llevar a Magda y Ulyces y la nave parecía tan deshecha que... aunque no fuera la apariencia lo más importante, pero igual... existía el riesgo de que al estrellarse en la quinta de Ana la estructura misma hubiese... que  en estado normal nunca le había parecido muy fuerte... en realidad... nada fuerte! ... que si podía cargar cosas arriba era por la mera magia de las dimensiones... que si no...!?

Se lo explicó más o menos a la muchacha y fue a avisarle a su familia lo que pensaba hacer antes de llevarlos a todos al encuentro con el otro Manuel, el que había sufrido el accidente aéreo.
Magda le miró como pato al arreador. Le parecía mala idea esa de levantar por los aires al niño, en ese armatoste descangallado. Así lo dijo. Y Manuel, que por eso él iba a probar la bola antes, si le descubría cualquier falla...--je je, si descubro alguna falla tal vez no vuelva, je je-- Con la risa disimulaba que se había dado cuenta de que la flaca otra vez tenía razón. Al peligro de alguna falla en la bola (muy pequeño por cierto) había que agregarle el peligro de que los ángeles o algún otro enemigo le estuviese rastreando. Eso habían dicho Abelardo y Germán.

--Ahora cuando vuelva lo hablamos, flaca.

Salió hacia su bola como un piloto de película, salvo que sin casco ni traje presurizado. Abrió la portezuela, con cuidado de  no perforar la cartapesta con los dedos y entro apoyándose en los refuerzos que conocía de memoria hasta el centro resonante, ese en el que todo lo que se piensa resuena. Pensó;"hola".

--((holaaa))--