miércoles, abril 28, 2010

811. Siempre habrá excepciones

Se dio vuelta ya con los ojos bañados en lágrimas mientras dentro de su cabeza resonaban las palabras pronunciadas recién. No, no eran una broma, no podrían nunca serlo, iguales, exactamente iguales a lo que habían una vez conversado, para el caso... Vio que Magda le sonreía con un candor nuevo que no agregaba sonidos a lo ya dicho. Dejando que lo mismo se siguiera diciendo en continuo dentro de la cabeza de Manuel y en el ámbito infinito que les rodeaba.

Estaba claro.
Magda llevaba dentro de su vientre un hijo...

... y como lo había bromeado una vez, ahora se lo decía, su hijo, el mosntruo de siete cabezas que iban a tener en esa misma casa para que por ella corriera, y en los montes, y en la playa y... y sí, también, por los espacios y las dimensiones, si es que al gurí alguna vez se le ocurriera repetir las locuras de su padre...

-Un hijo...

Que no se llamará Manuel... Ni tendrá por qué serle demasiado parecido. Por ejemplo... Hasta fubolero podría ser que fuera y que no le gustara dibujar, ni leer historias locas de esas que se nos meten en la cabeza y que nos hacen ver todo de nuevo como cosas que nunca habíamos visto, aun sin  tener un abuelo fuera de serie que sin que haga falta, nos empuje todavía más hacia las fronteras del infinito...

No el muchachito iba a ser un gurí normal... o muchachita... ¿para que se fuera a complicar la vida con cosas que nunca se terminan de entender?

De casa a la escuela y de la escue... Bueno...! Con algunas excepciones, ja ja!

Lo de siempre. Zafar de las prisiones que nuestro mismo pensamiento nos fabrica, presentándonos como ideal aquello que nunca conocimos, y que hasta a veces, no sabemos cuanto deseamos. Las flores del jardín de enfrente...

-Un hijo o hija...

Una historia personal que se iba a empezar a escribir y donde nosotros pasaríamos a ser personajes bastante secundarios, como los telones de fondo donde el horizonte y las mantañas sirven para dejar ver la escena principal  del primer plano... Hacia donde los reflectores apuntan con sus manojos de cables colgando y hasta hombres montados sobre articulados brazos de hierro.
Y encima una historia que no conoceremos más que en partes a medida que vaya transcurriendo a la luz del día. Sólo la parte visible, porque la otra...

-Bueno, aquí comienza la otra historia.:


FIN DE LA PRIMERA PARTE DE LAS BOLAS DE MANUEL





jueves, abril 22, 2010

810. Ojos Tapados

Y era que la voz en off de alguna manera venía teniendo razón. O mostrando al menos otra de las maneras en que las cosas podían ser entendidas, interpretadas, traducidas o... Vistas como una gran broma. Una gran obra bromista. Una impresionantemente grande obra, inmensa y grandiosa que día a día leemos no con los ojos sino con ese otro órgano que es la conciencia, y que se escribe no con letras sino con universos  de tiempo y espacio y materia y energía. Así fácilmente. Con la varita mágica del director de orquesta, el gran bromista que logra siempre ocultarnos su identidad.

Sintió llegar a sus ojos las dos alas de las manos de Magda desde su espalda. Encantadora nueva escena. El dulce contacto de aquella piel que amaba y ese perfume que soló huele así sobre esa piel... Y... sin intentar abrir sus ojos se sumergió en el basto mundo del perfume, como se puede sumergir cualquiera en las aguas del gran acéano, para saber que también allí los infinitos son infinitos y que nunca en lugar alguno, por profundo y solitario que fuere, la oscuridad puede nunca más que la luz...

Por eso... mientras todavía las manos le tapaban infantilmente los ojos, comenzó a decir su parte, aquella que en ese mismo momento estaba, se estaba escribiendo:

-Quién es que me tapa los ojos?
-El monstruo de siete cabezas.

domingo, abril 18, 2010

809. Pensamientos tempranos

Se levantó con cuidado de no despertar a Magda y se puso a recorrer lentamente aquella que se suponía su casa, aunque de uno de los tantos mundos, cosa que ya no importaba. Lentamente, apoyando las plantas de sus pies descalzos sobre el engañoso suelo... paralelo, mirando el gastado color de las paredes, paralelas y ortogonales, recordadas y reflejadas hasta el infinito en el imaginario tubo de la memoria. Manchadas de una manera unas, y de otra, otras. Pero similares. Bah, a veces casi idénticas, aunque algunas... Podría reconocer algunas por accidentes que las marcaron de manera reconocible, a veces, que no se repitieron en los otros mundos porque... bueno, porque al parecer nada se repite, ni es posible reconstruirlo de una manera perfecta... con la memoria... Ni siquiera con la imaginación! Ja ja. Condenados a vivir y devenir siempre hacia adelante, aunque veamos pasar los árboles al revés, y los almanaques mentirosos vuelvan a mostrar aquellas cifras antiguas que creemos haber vivido. Condenados a fabricar futuros pasados imposibles de superponer punto por punto con los otros...

Llegó a la piecita de la entrada y se enfrentó, como estaba, a los vidrios que miraban a los álamos y más allá de la calle, remozada por la luz temprana, el sempiterno montecito de pinos todavía oscuros... Vio pasar inadvertidamente a las hermosas hermanas Bronté, siempre un poco apuradas y tironeándose una a la otra, tal vez para recordarle que tal vez se olvidara de recordar que tal vez, con grises ropas teñidas apenas de verde oliva, y blanco en las blusas, que miraron o miraban justo en la dirección en que él se encontraba parado, aunque detrás de unos vidrios bastante sucios, desnudo completamente como a ellas seguro les gustaría seguir mirando, con las cabezas torcidas como para temer algún gracioso tropezón. ¿Para dónde irían? que nunca se lo había preguntado, ni en los otros muchos mundos, ni en este, con sus poderosos motivos tironeándoles las narices... Tal vez la iglesia? No. No todos los días ni siquiera nunca tal vez porque una de ellas de dice escritora y las escritores... sin dejar de tener en cuenta a la otra que... pero ya pasaron.
En la pequeña cocina, donde desde niño allá, sentado tomaba el café con leche temprano antes de ir a la escuela, con los talones trancados en el travesaño del taburete azul oscuro con trozos de pintura arrancados por los golpes. La sombra de su madre Margarita que pasaba transparente de paralelismo, haciendo movimientos de cocinar y nunca dejar de nombrar cosas misteriosas como el aura y las energías que afectaban nuestras vidas. Aunque en otras paralelas no estuviese en casa porque... esas historias de que debía ir a la feria de Punta del Este. Y en otras por ejemplo se hubiese decido a vivir con Shaka Zulu, pero nunca a decirle a su hijo quién era su padre, si un tamborilero belga o un marinero bengalí. Y la visita de la abuela, que una vez vino, bastante vieja y enferma por la manera de sentarse completamente encorvada y que no la viera nunca más, ni siquiera en los locos viajes que había hecho a los otros mundos donde se destina que queden permaneciendo los que en estos mundo ya han muerto???
Nunca le había quedado claro toda esa parte de la historia. Cosas que al abuelo Abelardo parecíale de lo más natural. Que se quedaran allí perviviendo sin fecha fija ni aparente mayor envejecimiento, pero no todos. Nunca había hablado de que fueran miríadas de miríadas de gentes, muertas ya en este y los otros planetas y en todas las épocas pasadas, los huéspedes de ese paraje espacio- temporal llamado el Segundo Tiempo. Apenas si había nombrado unos cuantos conocidos, entre ellos Zitarrosa, como habitantes del vecindario. Y nunca alguna referencia a alguien que se quisiera mudar de barrio o que hubiese llegado como nuevo vecino... Ja ja. ¡Viejo cuentamusas! El verdadero protagonista de esta su historia que hubiese sido muy distinta sin su intervención... ¿?

¿Eso te parece Manuel? Podrías entonces retroceder buscando una de las posibles vidas tuyas en la que tu abuelo no apareciera como personaje. Solamente así podrías estar seguro de que su influencia haya sido tan fundamental.

-Una sola no bastaría... sólo marcaría la posibilidad...

Por otra parte, aunque no apareciera después de muerto a sugerirte o empujarte a exóticas aventuras, ya bastante influencia perturbadora había ejercido desde antes sobre vos...

-Sí me prestaba las revistas del Eternauta...

Y te hablaba de cosas que te dejaban pensando. ¿O no te hablaba entonces?

-Sí, es cierto. Me encantaba cuando se ponía a conversar conmigo sobre lo que el tiempo no es, y a hacerme imaginar cómo vería al mundo sentado en un fotón de luz.

¡Viste! ¡Ese viejo te ha vuelto loco!

-Ja ja ja



martes, abril 13, 2010

808. El Guiño de las Cosas

Porque si no fuera tampoco así. Si el juego, el supuesto juego, fuese otro para cada cual. Y sin embargo pudiese el conjunto mantener la coherencia para que cada cosa ocurriese según las reglas acordadas para cada protagonista, sin molestar una historia la ocurrencia de las otras ni parecer que las leyes de un mundo contradijeran las de los otros simultáneos... Porque por cierto que cada cual viviría en un especie de mundo particular, en una burbuja sobre cuya superficie exterior se proyectarían los fenómenos que estuviesen ocurriendo en el interior de las otras...

Mierda...!

...En ese momento el sol metía en la pieza su luz, como brazos que apartaban la cortina para que Manuel viera que afuera, la bóveda de cielo estaba completamente inflada de luz y de espacio. Que entre las ramas de los álamos, eternos pajarillos jugaban a saltar de un lado a otro en un revoltijo de pío píos... que las gentes se levantaban y salían de sus casas, con las caras lavadas y las manos dispuestas a la acción... que la vida continuaba...

Se dio vuelta sobre el colchón para ver cómo Magda, profundamente dormida, mostraba la indolente belleza de sus senos, escapados de la sábana, mientras aquellos labios sonreían vueltos a la pared, queriendo prolongar el éxtasis de la noche, sin preguntarse cual fuera la misteriosa clave que pudiera codificar todo lo que existe...

Entonces todo, si todo, le resultó de pronto tremendamente cómico. Y sus preocupaciones interpretativas, y el incierto desenlace de las reiteradas guerras cósmicas junto al resuelto problema de la identidad de su padre más probable o la resistencia que mantuviesen las gentes de su mundo a aceptar la superioridad innegable de las ideas anarquistas sobre cualquier otra organización política...

No pudo aguantarse sin reír sonoramente. Y era una especie de felicidad interior la que le permitía ahora ver ese lado risueño, presente en todas las cosas, y que desde ellas le estaban guiñando un ojo e invitándole a más y más risa.

Nada le preocupaba ahora.

Nada. Se sentía liberado, tanto como para poder disfrutar por fin de su propia historia, como si fuese una historieta más, de aquellas que tanto había leído tirado de panza en el piso de la casa de su abuelo... ah! Y que había tanto deseado poder dibujar, porque dibujarlas hubiese sido darles vida. Ja ja, escribir las leyes de esa pequeña realidad en la que personajes tan amados como el Sargento Kirk se movieran y realizaran sus libres destinos, cuadro a cuadro, globito a globito, sin perder el detalle ni del más insignificante fósforo arrojado con dos dedos que chasquean sin sonido, con rayitas dibujadas y la supuesta parábola del recorrido.

¡También se podía dibujar la propia vida al vivirla...!

Probaría ahora.
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807. Sólida irrealidad

Así que se le estaba antojando, cada vez con mayor frecuencia, que las cosas no existían en realidad. Que la realidad misma  era un conjunto de irrealidades muy ingeniosamente organizadas, de un modo tal que cualquier acción sobre cualquiera de ellas produjera inmediatamente efecto sobre algunas otras que se pudieran suponer relacionadas, tal como si de cosas reales se tratara.

Aunque por supuesto olvidara a veces que si todas las cosas fueran irreales mal se pudieran confundir con cosas reales al no existir algo semejante. Que para que fueran fácilmente confundidas con aquellas hubiera sido necesario conocer antes alguna cosa real. O por otra parte también....Y eso justamente fue lo que pensó aquella madrugada mientras a lo lejos el único gallo de la comarca hacía sentir sus estribillo...

Que lo irreal sin embargo era algo real. Es decir... Que la realidad de lo real no es tal como la suponemos, sino que es de alguna manera más parecida lo que imaginamos como irreal. Es decir... Que lo duro no es duro ni lo blando blando, que lo lejano no está lejos ni cerca, ni lo cercano a nuestro lado, porque no tenemos lados ni forma ni tamaño ni peso ni color. Es decir... que si algo de eso existe es apenas en un sentido completamente alejado del concepto que de eso nos hacemos. Por ejemplo... Que dos cosas nos parezcan estar una junto a la otra no fuera más que el efecto del punto de vista desde el que las observamos, es decir el punto de vista que de alguna manera conecte con máxima facilidad los datos de cada objeto con nuestra mente... Como si de recordar dos objetos conocidos se tratara... Pero una manera de recordar mucho más potente, dentro de la cual lo objetos no permanecieran pasivos sino que fueran recordados en plena efervescencia y acción, potentes y hasta vivos. Peligrosos, atemorizantes o placenteros. Inteligentes, sorprendentes y tramposos... pero irreales.

Y al mismo tiempo reales.

Porque en ellos sería irreal todo lo que de ellos nos imaginamos, salvo su existencia o su conducta.

Podrían ser todos espíritus burlones empeñados en hacernos creer una estúpida historia para a último momento desarmarla y reirse de nuestro espanto. Apuñalarnos con imaginarios objetos sólidos que desgarren nuestro imaginario cuerpo sangrante para producirnos un sufrimiento completamente real....

O bien que nada más se trate de un juego...
...que hemos aceptado jugar voluntariamente y olvidar las reglas...
...que se seguirían aplicando en segundo plano...
...hasta que alguien por ejemplo, las pudiera deducir y demostrar de nuevo...

Siempre y cuando esas leyes fueran siempre iguales y para cada cual las mismas.
Porque si no...

jueves, abril 08, 2010

806. La Cosmociencia

Porque eso era lo que importaba, no las apariencias cambiantes, los tiempos ni los lugares. Aquella presencia que no es posible ubicar en ningún juego de coordenadas o conjunto de números, ni fórmulas, ni tendencias estadísticas. Una enorme paz compartida como se comparte el agua entre los sedientos que llegan al oásis. Presencia que sin ser corpórea se sentía llena de tibieza, tal vez porque en ningún momento había cesado el contacto de la piel del otro sobre la propia...

Después... naturalmente hubo sexo y del bueno.

Corazones bombeando sangre en recíprocos ritmos coordinados y transpirados a lo largo de tiempos indefinidos que por último más se sueñan que se viven... Y el letargo... y el exquisito sabor que renace en la saliva de la boca y esa manera de resbalar los miembros otra vez cuando la brisa de la madrugada se dejaba sentir.

Más tarde, ya con el clarear del nuevo día, Magda se había dormido y Manuel todavía no.

Pensaba.

Por supuesto en cuestiones relacionadas con la extraña vida que le había tocado vivir. Pero lo pensaba a su manera...

¿Cual manera?

La de un tipo que no pudo casi conocer lo que es una vida normal. Digamos. Porque la suya no lo fue... No lo estaba siendo al menos desde hacía varios años en términos de... Aunque no sea fácil medir así las experiencias, pero... ¿Qué carajo puede pensar de la vida un tipo que cuando no es raptado por una esfera hueca que se le abre debajo de los pies, se encuentra en medio de una batalla aérea contra los ángeles del cielo...? No por supuesto lo mismo que nosotros las personas normales que vamos de casa al trabajo y del trabajo a casa todos los días por el mismo camino y los mismos grises paisajes urbanos... que nos acostamos todas las noches en la misma cama, aunque con sábanas cambiadas, y con la misma mujer a la que raramente deseamos...
Manuel se había quedado pensando sin intención alguna de hacerlo ni haberse planteado un tema previo o sentir que tuviese algún problema a resolver... es que él era una especie de pensamiento contínuo, aunque no lo pareciera. Su mente por lo general estaba habitada por una serie de conceptos confusos que fluín transformándose de una cosa en otra... Pensamientos al fin, aunque confusos, muy confusos... Vean si no:

(...tiene que ser posible....de alguna manera...porque todo es pensamiento...¿o no?...navegar como un pescado en el agua... pensamientos a través de pensamientos...)

Sí, claro que eso iba acompañado con las respectivas imágenes, en este caso, por ejemplo una especie de pescado desprolijo, pintado de verde agua medio a la apurada y lanzado a ondularse entre reflejos de luces y algas. Pero lo importante era el concepto, aunque nos cueste seguir el hilo tanto como a él.
Al parecer de tanto golpearse con las frustrantes dimensiones que siempre le acosaron, había venido elaborando una especie de cosmo-ciencia, una explicación bah, para consumo propio, que le iba colocando los distintos sucesos dentro de un ordenamiento lógico que con el paso del tiempo, y sucesivas correcciones, ya se estaba pareciendo a un tratado inédito sobre las realidades que hay detrás de las apariencias. Algo no necesariamente y del todo inútil al menos para él. ¿Acaso nosotros no hacemos otro tanto cuando pensamos que esas sombras entre las ramas del parque no son otra cosa que sombras y nunca cuerpos ocultos de presuntos atacantes? Necesitamos tener las ideas ordenadas en una estructura de relaciones verdaderas -aunque sean falsas- para poder disfrutar de las pocas y escasas cosas que realmente nos causan placer. El tamaño de nuestro auto o la marca del nuevo teléfono.
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martes, abril 06, 2010

805. El cielo añil

Los otros presentes forzaron el término de las especulaciones. Era conveniente disponer el alojamiento de las visitas. Manuel y Magda, por supuesto contaban con casa propia, así como Urum, quien ya se aprestaba a bajar a las galerías de su comunidad. Pero Don Miguel, Dengue y Ernesto Federico eran auténticos recién llegados, además de ser dobles de otros lugareños, salvo Don Miguel, cuyo doble había en esta Tierra fallecido.
El Ernesto Federico de acá, invitó gustoso al de allá a quedarse en su casa.
Dijo Abelardo que dentro de la bola que le había traído tenía suficiente comodidad como para compartir con su viejo amigo Miguel a quien le quería transmitir el resultado de sus últimas investigaciones sobre naves interdimensionales.
Dengue preguntó si en ese mundo tenía él una réplica, y ante la contestación afirmativa por parte de Ernesto, quien le explicó que no otra persona era quien le había entrenado en el manejo de las bolas de la comunidad, el muchacho pidió para conocerle.
Por último Magda preguntó lo mismo que Dengue, con respecto a la existencia de dobles para ella y Manuel, cosa que nadie respondió.

Se hacía la noche de un día otoñal de un año indeterminado, posterior al 2008 tal vez, en un juego de dimensiones como tantos, mundo perdido entre miríadas de innominados proyectos de realidad, que ocasionalmente brotan a la luz empujados por algún puñado de conciencias curiosas, que preguntan lo que no saben que están precisamente inventando. El cielo se había vuelto ese añil que los muchachos creyeron recordar idéntico, de la misma manera que se creyeron recordar a sí mismos con la misma facha y los mismos gestos, entrañables cosas que no querían tardar demasiado en volver a degustar... en una casita idéntica, probablemente idéntica a la que habían dejado atrás sin pena ni nostalgia.

Hecho el programa para el día siguiente el grupo se separó como si cada cual tuviese que deshacer sus valijas y desdoblar las ropas que no habían traído.
Manuel y Magda enfilaron por la calle de la subida y la bajada, sin pensar siquiera en cosas atales como la comida y el estado de abandono que por fin encontraron dentro de la casa y sus pocos muebles cubiertos de polvo. Parecía que nadie hubiese andado por allí en años... Pero no importaba, en el dormitorio retiraron el colchón de sobre la cama y lo arrojaron al suelo justo antes de tirarse ellos abrazados y embelesados en mirarse a través de los ojos al otro ser que habita fuera de todas las dimensiones, los mundos, los idiomas y las sensaciones

lunes, abril 05, 2010

804. Todos los abelardos

Renunciar a las preguntas...¡Vaya tontería! Y era su abuelo quien lo decía, ahora después de enredarle la vida en tantas complicaciones sólo por la vieja idea de liberar a los pueblos de América y... Claro! Este tampoco era su abuelo de siempre... Apenas una réplica desmejorada y llena de dudas. Un cascajo vacío de optimismo... Un cobarde al fin, como su amigo Miguel.

-Para qué me buscabas entonces? Para qué, con urgencia, me mandabas mensajes con olores? Para encontrarte siempre con otro nieto que te recordaba siempre como otro abuelo distinto...?

Abelardo bajó el gesto de calma de su mano.

-Ya te dije que esa posibilidad recién la estamos analizando... Por otra parte... nunca te he mandado esos mensajes...

Sus ojos rodeados de arrugas como si fueran viejos soles despeinados, le miraban queriendo descubrir un resto de piedad. Una ligasón que permaneciera firme a través del hojaldre de los mundos múltiples. Que lo hubiesen soportado todo... Un poco de cariño...

-Habrá sido otro... -murmuró como para sí mismo Manuel.

-Pero Manuel, aunque fuese así... Todos los abelardos seríamos el mismo.

-Yo me siento sólo yo... No sé que hacen o sienten los otros.

-Aunque te hayas olvidado de lo que haz hecho ayer o mañana... eras el mismo. Pero no se puede leer exactamente dos veces el mismo libro. El lector cambia... la historia también. No podés volver exactamente a un momento del pasado, porque cuando vos eras parte de ese pasado no sabías nada de este presente. Si viajás a ese pasado en realidad es a otro muy parecido pero con la diferencia de que vos al menos, sos otro. Uno que conoce el futuro.

-Otro pasado que hasta ese momento nunca había existido...?

-Tal vez... Aunque nuestros conceptos parecen demasiado estrechos para englobarlo.

-¿Sí o no?

-Tal vez... Si yo supiese exactamente qué quiere decir existir o dejar de existir...